TE VOY A DAR UN CONSEJO: "SI LO INTENTAS Y FALLAS, ENHORABUENA, PORQUE LA MAYORÍA NO SE ATREVE A INTENTARLO". Éste ha sido el audio con el que he publicado un reel colocando la medalla finisher que me trabajé el pasado sábado en la Media Maratón Azkoitia Azpeitia.
¿Por que este audio? Pues porque lo intenté y fallé. No se en qué, pero fallé. Puede ser desde que me pusiese un objetivo muy ambicioso para mi nivel hasta que no fue el día. La cosa es que no he dejado de analizar la carrera del otro día. Quizás sea la carrera que menos he disfrutado de todas las que llevo hasta ahora y ésto nada tiene que ver ni con la organización, ni con el recorrido, ni con nada. Simplemente con la sensación personal.
A finales del año pasado me estuve planteando si hacer una maratón por abril- mayo o preparar sólo la de Valencia'23. Finalmente decidí no correr en estas fechas maratón y me decanté más por una media. Buscando, rebuscando y mirando, la Azkoitia Azpeitia siempre ha tenido buenos comentarios. Incluso muchos miembros de mi club la habían corrido en varias ocasiones. Nos cuadraban poco más o menos las fechas, así que venga, objetivo marcado. 25 de marzo, 30 edición AZKOITIA AZPEITIA MARATOI ERDIA, memorial Diego García.
Nuestro objetivo pasaba por tratar de bajar de 1h20' que es nuestra marca personal en media maratón, lo que suponía correr a 3'47 el kilómetro. Nos pusimos a ello desde mediados de diciembre tras el parón de 15-20 días de la maratón de San Sebastián.
Fueron unas 15 semanas de preparación. Prácticamente 4-5 días a la semana de entrenamientos, además de dos competiciones intermedias, Cross en Cintruenigo y Cross en Rincón de Soto. Ambas carreras acabé satisfecho. Contento por cómo se habían desarrollado y como habían salido los ritmos.
Bien es cierto, que durante la preparación intenté mas de un fin de semana salir a entrenar por las tardes, por eso de acostumbrar al cuerpo, puesto que la media iba a ser a las 16:30 y en esos entrenamientos no me encontraba nada cómodo. Soy de entrenar por las mañanas. Me gusta mucho más. Y las carreras también las disfruto más por la mañana.
Tocó viajar a Azkoitia. Teníamos todo hecho. Todo preparado. Nos habíamos informado sobre la carrera y aquí no hubo una respuesta general. Me dijeron de todo. Unos que el recorrido bien, otros que el recorrido mal. Unos que el recorrido favorable, otros que el recorrido con subidas. Unos que mucho ambiente, otros que había zonas un poco feas por un polígono..... pues como casi siempre, para gustos los colores y lo mejor es vivirlo "desde dentro" y así no te lo cuenta nadie.
Primero pasamos por Azkoitia, lugar desde donde salía la carrera, para recoger el dorsal. Lo puse en otra de mis publicaciones de Instagram, "Nostalgia desde la salida". Una pancarta, de las que se veían antes en las salidas. Colgadas entre farolas. También hubo arcos en la salida, pero esa pancarta era un icono. Me llamó la atención la verdad.
Aparcamos, nos preparamos y nos acercamos hacia la zona de llegada. Viajé con la familia, así que había que reconocer un poco el terreno para ver por donde pasábamos y donde podían ver la carrera. Pregunté a unos voluntarios que estaban preparando uno de los avituallamientos y nos dieron toda la información posible. De echo, casi el mejor sitio era donde nos encontrábamos en ese mismo instante, ya que era el paso por el kilómetro 12 aproximadamente y el 19, además después les daba tiempo de ahí ir a meta. Genial.
Lo siguiente ya fue buscar la zona de parada del bus que nos llevase de nuevo hasta Azkoitia. Muchos corredores iban andado por el paseo, pero yo decidí aprovechar los autobuses lanzadera y no gastar más fuerzas extras. Justo en la parada, Pepe Facila, corredor de Lodosa, junto a varios compañeros y compañeras de su club. Siempre hay alguien conocido por lejos que vayas a hacer una carrera.
Al llegar a la zona de salida, lógicamente, había mucha más gente que cuando habíamos recogido el dorsal. Aquí, el gran Pepe, me dijo: "Mira, ese es Alberto Juzdado, el que quedó 3º en la maratón con Fiz y con el fallecido Diego García". Oye, pues buena oportunidad para #ColeccionarInstantes con él.
Empezaron los prolegómenos de la carrera, empezaron los homenajes y reconocimientos y sobre las 16:10 me dispuse a calentar un poquito. El calor era más que destacable y la hidratación iba a ser muy importante. A las 16:15 salían los participantes del recorrido corto, de unos 8 kilómetros, no les vi porque me pilló calentando. Aquí pude ver a la liebre de 1h20', teóricamente con la que yo iba a ir. Hablé con él y nos deseamos suerte, luego nos veríamos en la salida.
Pues bueno, a la salida. No muy bien colocado, la verdad, un poquito retrasado respecto al grupo en el que teníamos intención de salir. Nos dieron la salida, nos pusimos en marcha y tardé algo más de 500 metros en sortear a un montón de corredores hasta colocarme en el grupo de la liebre de 1h20'.
Una vez pasada la tensión inicial de la salida, la formación del grupo y el paso por el adoquín de la calle mayor, Jaime-Liebre se presentó a todo el grupo. Para ese momento, kilómetro 1 y 3'37" en mi cronómetro, la sensación inicial no era nada buena. No tenía la frescura, ni las ganas de otras ocasiones, además de tener la garganta más seca que el día de la mayor "resaka" que haya podido tener. Bueno, no había que hacer mucho más que correr. Así que a ello.
Pasaron los primeros kilómetros. Eran por Azkoitia. Zonas con mucha animación. Pasamos el kilómetro 5. La liebre clavó el tiempo. Aprovechamos para beber agua, pero seguíamos sin encontrarnos cómodos corriendo. Enlazamos con la 2ª vuelta por Azkoitia que prácticamente era la misma que la primera. Los mismos puntos de animación que antes. En el kilómetro 8 me veía ya más fuera del grupo que dentro. Cerraba el grupo de unas 20 personas. Después vino un pequeño repecho y se ralentizó la marcha lo cual me permitió entrar de nuevo. Supuestamente, hasta el km 10 no iba a beber ni a meter el gel, pero no pude aguantar. Nada más pasar el 9, empecé a sacar agua de mi cinturón ya que me he acostumbrado a correr con él y a beber de boquilla pequeña, no de botellín, ni de vaso. Parte del gel también me tomé aquí.
Salimos ya de la localidad, por un paseo junto al rio. Aquí estaba el km 10. "Este es el kilómetro que no miente", dijo Jaime. 37'58" clavadito. Ese era el ritmo, pero..... bye, bye.... chao, chao..... agur, agur!!! Hasta aquí había llegado mi aventura de bajar de 1h20', ya que perdí unos metros con el grupo y no me iba a desgastar en recuperarlos porque no íbamos nada cómodos.
Si hasta aquí habíamos tirado de fortaleza mental, ahora había que tirar todavía más, puesto que nos quedaba más de la mitad de la carrera para correr en solitario. Comenzaba otra carrera. En el kilómetro 12 entramos a Azpeitia, lo hicimos por la Basílica de Loyola y por ahí debía estar mi familia. Efectivamente, ahí estaban para animar, gritar y sacar alguna foto de nuestro paso. Casi seguido, saludamos a los voluntarios del avituallamiento. Se fijaron, se acordaron y gritaron "Aúpa Peralta..... Vamos campeón!!!" Bueno pues con ese chute de moral, nos fuimos alejando de ellos.
Por momentos tuve mejores sensaciones o eso parecía. Pasamos por una zona céntrica de Azpeitia en la que había bastante gente que incluso pudimos reconocer a un aficionado conocido de Lasarte entre el público. Le dejé con esa sensación de que "te conozco pero no se de que"...... jijijijij. Km14, vibró el reloj. Quería esperar hasta el 15 para volver a beber y tomar medio gel, pero aquí se nos vino una gran avenida con aire en contra. Era el momento de tomarnos otro pequeño respiro y dejar de pensar en la carrera.
Al pasar por el km15, miré el reloj. Íbamos 45" por encima de la marca. Mucho tenía que cambiar la cosa para mejorarlo. Tras un tramo por una carretera totalmente solitaria junto al rio se veía, al fondo, que la carrera giraba 180º. Cambiaríamos a aire a favor, pero lo que cambió también fue una subida en el terreno. Entramos por el casco viejo, algunos ya estaban de "poteo" por allí y poquito más adelante, Iñaki Mozo, speaker guipuzcoano y que había corrido la corta, me echó otro buen grito. Venga más ánimos.
Otra larga recta junto al río nos llevaría de nuevo hacia la Basílica de Loyola donde pude recibir otro chute de moral y el choque de manos de mis hijos para afrontar los dos últimos kilómetros de carrera. Se pasaba por contrameta y había bastante ambiente ya por esta parte. Nos quedaba la última parte. Por eso de la curiosidad, en el kilómetro 20 miré el parcial...... jijijiji. Ni haciendo el récord del mundo del 1.000 conseguíamos bajar la marca. Llevaba rato sin pensar en el sub1h20'.
Afrontamos la última de las rectas. Pasamos los varios arcos publicitarios de meta y recibimos los últimos ánimos familiares ya que les había dado tiempo a llegar a la zona de meta. Gracias familia. Medalla finisher. La marca no era mala. Mucha gente querría tener 1h21'56 de marca personal, pero la sensación no había sido nada buena. "¿por queee? ¿pooooor que?" que diría Van Gaal.......
Repusimos fuerzas en el avituallamiento de meta. Bastante completo, por cierto. Variedad tanto en lo sólido como en lo líquido. Los masajes nos los saltamos. No queríamos hacer esperar más a la familia que bastante esfuerzo habían hecho ya estando más de 2 horas esperando además del viaje en coche. Duchica reconfortante en el polideportivo y a volver a encontrarnos con la familia para visitar rápidamente antes de irnos el interior de la Basílica de Loyola. Grande. Enorme. Pedazo órgano que encimo tuvimos la suerte de escucharlo.
Lo intentamos, fuimos a por MMP, pero fallamos. No creo que fuese la mejor carrera para hacer marca, pero sigo pensando que lo que falló no fue el ritmo. Seguiremos entrenando, seguiremos persiguiendo sueños y retos, pero sobre todo seguiremos disfrutando del camino mientras alcanzamos la meta.