Volvíamos a Aibar apenas 2 meses más tarde después de haber disfrutado del nuevo cross del Klavillo que se celebró el 18 de diciembre en la localidad de la Merindad de Sangüesa. También volvíamos después de un año tras haber estado en la edición pasada, en la del 2022.
Ya desde octubre nos habíamos comprometido con los amigos de Aibar y es que, bien es cierto que cada vez vamos cerrando carreras más a largo plazo. Hay interés por parte de otras organizaciones y como se suele decir "la que se adelanta, canta".
No fue hasta principios de febrero cuando me volví a poner en contacto con ellos para que me pusiesen al día de la nueva edición. Las inscripciones y las distancias estaban ya publicadas desde hacía tiempo, pero la información más específica y relevante había que concretarla. Sergio, Javier y Alberto fueron los que me facilitaron toda esa información.
Con suficiente antelación nos presentamos en Aibar la mañana del 26 de febrero. Sonorizábamos también el evento, así que había que ir con tiempo para montar la megafonía. El coche marcaba tres grados en la plaza de Aibar, pero con el cierzo que pegaba la sensación térmica era de bajo cero. Montamos todo, salvo los altavoces en los pies porque en una de esas rachas de viento cabía la posibilidad de que fuesen al suelo. Nos volvimos al coche a la espera de que algún voluntario se acercase a la plaza.
Algún que otro corredor aparecía por la plaza, pero no se notaba ambiente de carrera. Más que nada que los dorsales y la bolsa del corredor se daban en el polideportivo y creo que la gente prefirió resguardarse del frío y sólo fue a última hora cuando se acercaron a la zona de salida.
Sobre las 9:30 aparecieron los primeros voluntarios. Me facilitaron un punto de luz y le dimos caña a la música para despertar al vecindario y templar un poco la voz. También fueron apareciendo poquito a poco los participantes y ya iba cogiendo un poquito de forma y color la salida.
Tocaba dar paso a una de las cosas más importantes de la mañana. Una carrera que siempre se ha mostrado solidaria a través de las inscripciones y de los participantes y que para esta sexta edición se iba a solidarizar con ANFAS ( Asociación Navarra en favor de las personas con discapacidad intelectual o trastornos del desarrollo y de sus familias). Se les hizo el merecido reconocimientos por sus más de 60 años de trabajo por y para las familias afectadas y ellos fueron los encargados de hacer la emotiva cuenta atrás y la respectiva salida.
Salida a 270 persona en una única oleada conjunta para las dos distancias que se podían realizar en la prueba. Una más corta de 10,5 kilómetros y 400 metros de desnivel positivo, que regresaba tras las ausencias de 2021 por suspensión de la prueba y 2022 por prevención. El monte Olatz fue la cumbre más alta en esta distancia. La otra carrera paralela ofrecía 18 km con 850 metros de desnivel positivo. Aquí ya tenían que hacer tres cimas con sus respectivas bajadas. Prácticamente todo el recorrido se realizaba a través de senderos y lo más curioso, único e inigualable es el final de carrera. Los últimos 150 metros se realizan metidos por un pequeño arroyo. Fresquita debía estar el agua por lo que nos decían los corredores al cruzar el arco de llegada.
Tuvimos que trasladar todo el montante a la zona de llegada, puesto que ésta era cercana al polideportivo. Suerte que tuve a una gran persona ayudándome a desmontar y volver a montar todo el equipo. Había que ir rápido, porque la corta no iba a tardar mucho más de 45' en llegar.
En la corta vimos un sprint metiditos en el rio entre Eki y Ioar, llevándose la prueba el primero. Yelko fue tercero. En categoría femenina hubo más distancia entre ellas ganando Ane Elzaurdia.
- Clasificación corta (AQUÍ).
En la larga, el alavés Pablo González entré en primera posición y Naiara Irigoyen hizo lo propio en categoría femenina.
- Clasificación larga (AQUÍ).
Nos cogimos un buen sitio cercano al puente para no perdernos detalle de las llegadas de los participantes y no perdernos tampoco las caras de los mismos. Unos con sonrisas, otros, resoplando, unos calados de arriba a abajo, otros casi de puntillas. Saltando, salpicando y disfrutando. Había 270 formas diferentes de llegar a esta bonita meta.
Lo que nos faltó un poquito fue aprovechar a recoger información de los participantes, ya que una vez entraban por meta, la gran mayoría desaparecían para irse a darse una ducha, cambiarse de ropa y entrar en calor puesto que el aire seguía pegando con fuerza y la mayoría iban empapados.
Aguantamos hasta recibir a los participantes menos rápidos de la mañana y nuevamente desmontamos todo el equipo para trasladarlo a la zona de las piscinas, lugar donde estaba colocado el avituallamiento final de meta y también donde se iba a proceder a entregar los premios a las diferentes categorías.
Como punto final, se hizo entrega a la ASOCIACIÓN ANFAS el cheque por valor de 600€ euros recaudados gracias por una parte a todos y cada uno de los corredores que os inscribisteis a la prueba y también gracias a la labor de los organizadores por eso mismo, por organizar la prueba y juntarnos a todos en Aibar durante la mañana del pasado domingo.
Gracias Sergio, Javier y Alberto, así como a todos que lo hacéis posible por vuestra confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario