Pues por estas fechas, si hay en Navarra una carrera con bastante tirón, es la Carrera de Navidad de Mendavia. Carrera Denominaciones y Origen de Mendavia y es que en la localidad tienen hasta 11 denominaciones distintas.
Al igual que con muchas otras carreras, cada día me resulta más complicado poder acudir a alguna de ellas, pero esta vez, tras el descanso de la maratón y no teniendo ninguna otra ocupación en la tarde del sábado 16 de diciembre, me decidí a participar por primera vez en esta carrera pre-navideña.
El que fuesen a correr de mi equipo Diego Pascual y Carlos Falcón, me animó también a desplazarme a la localidad de Tierra Estella. Y si además, en la organización tienes grandes conocidos pues mejor que mejor para ir a apoyarles y devolverles la visita que tantas y tantas veces nos hacen ellos a nosotros.
Fue por la tarde. Aparecimos a eso de las 16:30 por Mendavia y lo primero a recoger el dorsal. Allí ya los primeros abrazos y saludos. Seguramente muchos de vosotros compartiréis conmigo el "buenrollismo" que hay en los momentos previos a una prueba. Al final, nos vamos convirtiendo en una gran familia que semana tras semana nos juntamos en diferentes sitios con el objetivo de pasarlo bien, disfrutar y darnos un buen calentón de piernas y corazón.
Nos dio tiempo a tomarnos un café antes de ir a cambiarnos y empezar con el calentamiento. Un poco de trote suave por las afueras de Mendavia para llegar a la zona de salida unos 10 minutos antes del horario previsto. A mi no me comentaban mas que la cuesta que había nada más salir. Larga, corrible, pero exigente. La cosa es que no fuimos a verla antes de la prueba, así que a la aventura.
La carrera celebraba el 25 aniversario. Enhorabuena compañer@s. 25 años son muchos trabajando por y para una carrera. Parece fácil mantenerla, pero no creo que haya sido un camino de rosas. Para la ocasión, Rodrigo Dominguez, presidente de la Federación Navarra de Atletismo y Mari Jose Verano, alcaldesa de Mendavia hicieron el corte de cinta. Ésta última dedicó unas palabras de agradecimiento y seguido lanzaron unos fuegos artificiales.
Estaba todo listo, así que el gran speaker Luis Valcárcel, nos dio la salida. Madre de Dios, que de gente con ganas de correr. Nosotros veníamos de 15 días de inactividad tras la maratón de Valencia. Apenas dos rodajes muy suaves en la misma semana, así que dejamos ir a la gente para adelante. Desde luego que había un gran nivel por ganar la prueba, pero tanta y tanta gente por delante me parecía un poco raro.
Primeros 500 metros y ahí está, ahí está... viendo pasar el tiempo... la cuesta de Mendavia. Empezó a hacerse la criba y fuimos adelantando posiciones. Pudimos comprobar la dureza de la cuesta en la primera de las subidas. Nos quedaban dos más, ya que la carrera eran 5.300 metros en tres vueltas urbanas con la potente cuesta de inicio, una bajada muy rápida y una parte llana bastante "ratonera" y divertida con cambios constantes de dirección.
Tras la primera de las bajadas se hizo nuestro grupito. En él estaba la primera de las femeninas. Dejamos que otros tirasen del grupo y nos cobijamos en los puestos traseros para completar la primera de las vueltas.
En la segunda de las subidas, más o menos se mantuvo el grupo, acercándose por detrás Elisa, corredora del Ardoi. Muy conocida para mi. Parecía que venía con fuerza. En otro de los viajes que miré hacia atrás, ya se había colocado en primera posición.
No queríamos darnos mucho calentón, pero como suele pasar, una vez te colocas el dorsal, una vez que estás en carrera, aquí ya no hay vuelta a atrás. Pasamos la segunda de las vueltas. Tocaba subir por tercera vez la cuesta y ésta ya hizo más "pupa". El grupo se deshizo. Unos para adelante, otros para atrás. De echo, ya no había grupo. Había una fila de a uno intentando no perder comba con el de adelante. Yo fui de los de menos a más.
Recuerdo que tras la bajada me emparejé con un corredor del Lerinés. Por delante Javier Hita del Calagurris. Al entrar en la zona del callejeo me puse por delante del corredor de Lerín para acercarme a Javier y en estas, el corredor del Lerinés me volvió a adelantar. Genial. Aprovechamos ese rebufo, nos acercó hasta Javier y en los metros finales conseguí acabar por delante de ambos. Todo esto para acabar en la posición 22 y con el corazón asomando por la boca... jejjejjee. Necesidad, ninguna, pero es el poder del dorsal.
También tengo que reconocer que desde febrero, en el 10k de Rincón de Soto, no hacía una carrera tan explosiva y agónica así que había ganas de volver a sentir el sabor a metal en la garganta. Las poquitas que había hecho hasta la fecha estaban enfocadas a la Maratón de Valencia, por lo tanto los ritmos no tenían nada que ver.
A continuación, una vez nos juntamos todos del equipo, acabamos trotando un poco más tras la carrera para soltar y comentar alguna jugada. Tras la ducha, un trago en uno de los bares de la plaza para hacer hora mientras se entregaban los premios.
Y cuando nos avisaron nuestros amigos de Mendavia, pasamos a un lunch en "petit comitè" con la organización del evento y varios amigos y allegados para celebrar el 25 aniversario de la prueba. Un gran rato el que echamos aquí rememorando la carrera, contando batallas, preparando siguientes objetivos y echando un montón de risas.
Enhorabuena Club Atlético Mendaviés y sobre todo, gracias por vuestra acogida.
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