viernes, 24 de mayo de 2019

CRÓNICA MARCHA NOCTURNA LUCIÉRNAGAS DE PEÑALÉN "DESDE DENTRO".


"Mucho frío,no? Mucha lluvia. Mucho barro." "Mucho, bien, amiga, mucho bien". "¿Estuviste?" "No. Dijeron." " Pues diles también que gozamos muchísimo".

Si de todo lo que vivimos el pasado 18 de mayo en Funes, la gente se quedó con la lluvia y el barro.....algo no hicieron bien. Disfrutar del camino hasta alcanzar la meta.

No voy a discutir que el otro día la lluvia deslució el evento, que el terreno se puso peligroso y la organización lo resolvió lo más rápido posible y lo más sensato, pero de todos los que estuvimos allí presentes, cuantos volverían a salir una noche cualquiera, lloviendo, con sus frontales a dar un paseo por el monte, pocos poquísimos. Sin embargo, gracias a Luciérnagas de Peñalén, muchos lo hicimos.

Estar metido en la organización como colaborador, más en su primera edición que en esta segunda porque realmente el equipo de trabajo que tienen es fantástico, hace que te enteres de muchas de las cosas que hay detrás de un evento así. A cualquiera que le toque organizar, sabrá lo que cuesta en tiempo, luego la recompensa es inmensa cuando ha acabado todo y todo a salido como se esperaba.

Lo dicho, el equipo de trabajo es buenísimo, así que este año, poco les ayudé salvo a sortear un dorsal a través de mis redes sociales, pero perderme el evento no quería al pillar tan cerquita de casa y con tanto conocido. Hemos acelerado un poquito la recuperación de las molestias del soleo y forzamos la maquinaria para llegar en buenas condiciones a la prueba. De hecho, el miércoles de la misma semana le dimos una vueltica al recorrido de noche junto a dos amigos para probar realmente si todo iba bien.



Ya el sábado, por la mañana  nos recogen el dorsal puesto que había que trabajar y así ya tenemos todo preparado para cuando lleguemos. Desde Peralta, andando por el canal junto a la mejor compañía que tengo, mi mujer y nos damos un paseico de 2,5 km hasta llegar a Funes. La exhibición de bicis ya había terminado. Estaban recogiendo. La tarde era fría, salvo para los organizadores. Josean de lado a lado, los Albertos también. Jorge, Mediano y David con las bicis. Israel y Dani con las carpas. Carlos nervioso por empezar con el micro y Carmelo, manojo de nervios aunque me diga que no. Que gozada verles y saludarles.



Estando allí, agazapado en un portal para resguardarme del frío, empiezan a aparecer participantes, corredores, amigos y conocidos de Azagra, de Pamplona, de Rincón, de Peralta, Falces, Marcilla......esto ya coge forma y ya empezamos a ponernos nerviosos. Tocará calentar un poco, porque eso de NO COMPETITIVA en el cartel queda muy bonito, pero la realidad es otra.




Nos colocamos en la salida, caras muy conocidas. Frontales encendidas. Fotón desde el balcón. Cuenta atrás y .....a gozar bajo una suave lluvia. Primeras calles, primeras posiciones y mucha gente animando en la salida a pesar de que casi 500 participantes son del mismo pueblo, casi una quinta parte estaban disputando la prueba y otros tantos ayudando.

Nos metemos al camino junto al río Arga. Voy con Jorge. Pita el primer km y 3:37. Genial. Freno de mano, "Jorge, vete para delante si quieres que yo me he pasado en la salida", por delante Iñigo Pardo de Mendavia junto a otro compañero de su pueblo.

Sigue lloviendo, la noche oscura y fresca. Llevamos buen frontal, así que vamos a gozar de una estupenda experiencia. Oigo pasos por detrás. Se acerca un corredor que me pasa. Llegamos a la parte nueva y me junto de nuevo a él. Se escapa. Me junto a él en otro repecho. A todo esto, nos presentamos en el kilómetro 4, subida de la Hacería. Piloto automático en marcha y sin prisa pero sin pausa hasta arriba. Ricarte, ha vuelto!!! Fue un gran triatleta local y las lesiones le hicieron abandonar me toca el brazo y nos vamos para arriba. Adelantamos al de Mendavia. En la cima, focos, luces, bicis, avituallamiento, hay de todo. 

Tenemos aquí dos kilómetros de pista ancha para correr bien. Ricarte se ha ido, Jorge hace rato y a  
Iñigo ni le vemos. Casi al terminar esa pista, de nuevo me alcanza el compañero que había tenido antes. Desvío al primer sendero y comienza la diversión. Estamos en el kilómetro 7 y de aquí a meta son todo senderos estrechos. 



Salimos del sendero, pasamos el mirador y le pregunto al "amigo", ¿Conoces la carrera? "No." Ok. Pues si no te importa, me coloco delante tuya en los senderos. "A vale". Se hace más entretenido ir con alguien. Tras varios senderos y algún que otro repecho, salimos de nuevo a pista. "Venga, sígueme y vamos los dos juntos",me anima Imanol (se lo pone en la camiseta) "Vas rápido, eh? Nos quedan un par de senderos largos, dos repechos fuertes y bajar". "Muy bien." Primer repecho y patinamos, la zapatilla no agarra mucho. Pasamos la carretera, km 9 y en este sendero ya hay que darle cañica que queda poco de subida. Rodeamos la balsa primero con esa subida de escalones y después la último de las subidas, luego ya será todo bajada. Pasamos la parte nueva, menos asfalto y más sendero, genial. Volvemos a cruzar la carretera y ahora si que sí, BAJADAAAAA!!!! ¿Le damos? ¡Le damos! Que sea lo que sea. Llevo detrás una bici casi acompañándome y animándome desde el kilómetro 5. La bajada está resbaladiza, pero en ningún momento noto inseguridad. La zapatilla agarra bien. Veo una luz moverse cerca. Tengo a alguien delante. Afino la vista y es Jorge. Me extraña que le haya recortado tanta distancia.

Mientras bajo, veo el pueblo totalmente iluminado. Hace muy bonito. Último giro antes de meternos al pueblo. Me gustaría alcanzar a Jorge y entrar con él, pero me va a resultar imposible. Callejeamos por Funes, subimos a la Plaza del Ayuntamiento y satisfacción/pena, esto se acaba!!! Medalla "Finisher" de los chiquillos allí presentes aparando la lluvia en meta.



Toca recuperarse, comer algo de fruta, abrigarse y esperar a que lleguen más participantes para saludarles, charlar y ver las caras de satisfacción al llegar a meta. El mayor de los comentarios. "me he caido", "me he caido", "me he caido"....así que a la organización no le quedó más remedio que desviar al resto de participantes por la carretera.

Bocata y refresco. Fotos y comentarios con amigos, compañeros, alumnos.....esperando a que llegase mi mujer y su grupo para poder cambiarme de ropa. Error y lección aprendida de Gorka, la llave del coche siempre el que penséis que va a llegar más rápido. Me la apunto Gorka. Gracias.

Fue llegar el grupo de chicas, esperar un poquito a bajar pulsaciones y comer el bocata. Cambiarnos de ropa y volvernos a casa. Una pena no poder quedarnos mas tiempo como el año pasado, pero este año tocó así.

El año que viene, como repetiremos, esperemos que nos respete más el tiempo y podamos aprovechar el post carrera, pero frente al tiempo poco se puede hacer.


Organización, un 10. Enhorabuena. La que habéis liado "pollitos".

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