Sin darnos cuenta, con 365 días a las espaldas y con un montón de instantes, momentos e historias, volvimos a Mélida, volvimos a la San Silvestre de Mélida, localidad Navarra de la merindad de Tudela y con apenas 700 habitantes. Una carrera muy familiar, con unos 50 participantes el año pasado en la categoría absoluta, pero con un trato y unos sorteos que merecen la pena acercarse para despedir el año desde aquí.
Bastó una coincidencia con Idoia, concejala de deportes de Mélida, en una gigantada en septiembre para decirme que este año, otra vez, contaban conmigo de cara a la carrera de San Silvestre. "Perfecto Idoia. Me lo apunto".
3 semanicas antes, un pequeño paso de Idoia por Peralta nos sirvió para tomarnos un café rápido, pero suficiente para ponernos al día de todo lo que se iba a organizar. Cosas que se repetían y cosas que volvían tras la pandemia, que no nos olvidemos que el año pasado, a pesar de ser una de las pocas que se celebraron, había todavía pandemia y de hecho, otras muchas carreras en las misma fechas tuvieron que suspenderse.
Pues llegó el último día del año. Día intenso ya que por la mañana íbamos a estar en Mélida y por la tarde nos íbamos a Lerín. Todo preparado. Todo listo para terminar en una y seguido irnos a la otra, ya que la de Lerín era muy temprana por la tarde.
Nada más llegar a Mélida la primera en recibirnos fue la propia Idoia. La carrera era a las 11:30, sería cerca de las 10:00 cuando llegué yo y ya tenían todo preparado. Trofeos, sorteos y megafonía. Ahí me presentaron a Jesús. Él iba a ser el encargado del sonido. Es un lujo llegar a un sitio y poder contar con otro compañero que esté pendiente de la megafonía y yo sólo tener que hablar y animar. También estaban ya los miembros de la asociación de jóvenes M2o haciendo las primeras inscripciones.
Para hacer un poco de hora, nos metimos al bar más cercano para tomarnos un cafetico. Miramos un poco las redes sociales y enseguida para la calle a prepararnos nuestro espacio. Al salir, primeras caras conocidas y entre ellas gente de nivel que iban a pelear por los primeros puestos de la carrera. Siempre se agradece que por pequeña que sea la prueba, que aparezcan corredores de nivel, además de los más fundamentales como son, los participantes más populares, las cuadrillas, los amigos, los que sólo corren un día al año..... grandes todos vosotros.
Se acercaba el momento de las primeras carreras y aquí empezaron a colocarse los más pequeños. Los que apenas levantan unos palmos del suelo. Fran se los llevó unos 150 metros en dirección contraria para que hiciesen una recta que sirviese como punto de inicio para la edición número XIII de la San Silvestre de Mélida. Que contentos se vieron con su medalla y su bolsa de chuches tras finalizar su prueba.
A continuación, dimos salida a otras 3 categorías más antes de dar paso a la carrera absoluta. Carrera totalmente llana de 5.000 metros que consta de 4 vueltas y que de esa manera para el espectador nos permite ver muy bien el desarrollo de la prueba y se nos hace bastante ameno.
Dimos la salida. Unas 60 personas en total. Gente equipada y preparada mezclada con gente con disfraces, con complementos e incluso disfrazándose en medio de la carrera conforme pasaban delante nuestra. Mientras corrían sacaron complemento de una bolsa y se los iban poniendo. Anécdotas de la carrera.
La carrera nos dejó una bonita lucha entre Javier Tejero y Miguel Ángel, decantándose por el primero desde mitad de la prueba. La lucha por el tercer puesto fue mucho más disputada, jugándosela en la última de las 4 vueltas. En categoría femenina, Maite fue clara dominadora desde el principio.
Disfrutamos mucho. Nos divertimos y el público nos acompañó para recibir a los participantes menos rápidos de la jornada ovacionándoles tal y como se merecían por el esfuerzo realizado así como por quedarnos con un buen sabor de boca despidiendo el año runnero.
Tras la entrega de premios, vino el momento más esperado de la jornada. Los sorteos entre los participantes y es que no es para menos, ya que los lotes que se sortearon de los colaboradores, en su mayoría comercios locales, bien merecen acercarse la mañana del 31 de diciembre a despedir el año en Mélida. Vinos, cestas y jamones...... todo ello por 2€ de inscripción.
Nos tocó despedirnos de todas las personas que estaban por allí y darles nuevamente las gracias por todo el trato recibido. La Asociación de jóvenes por pasarme las inscripciones y las clasificaciones de maravilla. Jesús por manejar el sonido y acompañarnos con la música creando una gran fiestas de despedida y a Idoia en representación del Ayuntamiento de Mélida por confiar y por darme toda la información posible, además de estar toda la mañana super atenta de todo.
Antes de irnos a Lerín, hicimos una mini visita a la plaza, ya que se recuperaba el "pintxo de txistorra y panceta" tras la pandemia. No pudimos degustarlo puesto que había bastante cola y además no teníamos tiempo de quedarnos allí. Me monté en mi coche, me comí 4 macarrones contados y pusimos rumbo a Lerín.
Nos esperaba otra San Silvestre por la tarde. Nos esperaba otro "doblete" de carreras al micro. Nos esperaba seguir disfrutando de este camino que estamos empezando a recorrer.
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