1 de febrero. Una de las veces que abro Facebook, me salta una publicación de la página de la Media Maratón Estela Navascués de Tudela. "Se buscan dos voluntarios para hacer de liebres en la Media Maratón de Tudela, uno para 1:40 y otro para 1:45". El cerebro empieza a procesar, el estómago a ponerse nervioso y es cuando en la mente aparece el ya muy conocido para mí, "de hacerlo, no te vas a arrepentir nunca, de no hacerlo, si". Uffffff.........que nervios y ni había escrito todavía para confirmar. Venga, Alex, nuevo reto y sabes que lo vas a pasar genial, acuérdate de aquella conversación con Miki entrenando en el PilónTrail cuando te contó lo bien que se lo pasaba el haciendo de "liebre" en la Maratón de Zaragoza. ok. ACEPTO EL RETO. Mensaje a la organización y confirmado, seré liebre de 1:45, supone correr a 5'xKm.
Recuerdo ese mismo domingo corriendo en cinta a 12km/h, faltaba mes y medio, pero tenía que entrenar ese ritmo. Parece sencillo porque mi ritmo habitual es más rápido, pero bajarse tanto el ritmo, ser constante, no ir a tirones, tener esa responsabilidad por primera vez, me iba a costar y además debía y quería entrenarme para ello. Por el camino, un par de rodajes de 10km tratando de controlar ese ritmo.
Nos presentamos en Tudela, esta vez acompañado por una compañera de trabajo que además al saber que iba de liebre y al ritmo que más o menos ella podía hacer, se vio motivada a participar. Recogida de nuestro dorsal y nuestra bolsa del corredor. Preguntamos dónde debo recoger la banderola y a tomar un café. Aparecen compañeros de equipo en el café y de camino a la plaza otra compañera de equipo que también vendrá en el grupo de 1:45.
Recojo banderola. Aparecen las demás liebres y esto ya si que sí, comienza. Trotamos un poco para ver que tal se corre con la mochila y bastante bien. No se mueve, parece ligera. A todo esto, ya te vas dejando ver entre los corredores y algunos ya te van diciendo, "iremos contigo"......genial.
Dan la salida. Mucha gente a la vez así que a trotar como podamos hasta salir a la Avenida Zaragoza donde ya podremos coger más espacio y ritmo. Primer kilómetro 5:20. Normal con tanta gente saliendo a la vez. Segundo, 4:53. Llevo mi Polar M430 configurado con una pantalla con la velocidad que llevamos y con la velocidad media de carrera además de una "chuleta" con los tiempo de paso de cada kilómetro. Sabía que tenía que ir muy pendiente del reloj para no llevar al grupo a tirones.
En el kilómetro 2,5 adelantamos al gran Fermín Cacho, ha estado en el acto protocolario de la salida y además participará en la media. Siempre podré decir que corrí unos metros al lado de él. En el kilómetro 3 tenemos una pequeña subida en la cual bajamos un poquito el ritmo y lo compensaremos en la bajada. Del kilómetro 4 al 5 vamos por el paseo paralelo al río Ebro hasta el polideportivo Ribotas donde pasamos el primer avituallamiento. Cojo agua de más para ofrecerles al grupo en los kilómetro siguientes. Continuamos 2 largos kilómetros alejándonos de Tudela por un camino embreado y recorriendo las huertas hasta llegar a la carretera de Castejón para volver durante otros dos kilómetro hacia Tudela y meternos en el casco viejo con una cuesta hacia arriba adoquinada y alguna que otra calle más pero éstas ya con terreno más favorable. Pasamos por línea de meta, es el kilómetro 10 y debemos dar una segunda vuelta.
De nuevo avituallamiento, el grupo se ha deshecho un poquito, pero hay que seguir, los ritmos mandan y los que se descuelgan ya no pueden enganchar. Aun así, unas 8-10 personas siguen en el grupo, lo cual hace mucho por que se mantenga el ritmo constante como lo llevamos y clavando todos los kilómetros.
Me da para tener alguna conversación con algún corredor. Uno preparando Ironman, otro haciendo su primera media, otro que lleva tiempos sin correr. Eso es una satisfacción y yo ayudándoles a cumplir objetivos. Que ilusión. A otro le proporciono un gel de los que he echado al bolsillo "por si acaso".
A lo "tonto" llevamos 15 kilómetros y hemos pasado la hora de carrera y el tercer avituallamiento. Comienza la verdadera media maratón. Empezamos a poner en práctica las dotes de psicología deportiva y animando a unos y a otras a seguir con calma hasta el final. Una "vueltica al canal" le recuerdo a mi compañera Bea, el resto parece que van bien. Ya en esta parte, por las huertas empezamos a adelantar a mucha gente que se va descolgando. Kilómetro 18, "si hay alguien con mucha fuerza en el grupo, que tire hacia adelante", pero por lo visto no había. Todos se mantuvieron arropados.
Estamos de vuelta ya a Tudela. Km 19, misma pregunta que antes y misma respuesta. Este km lo recuerdo con muchísima calor. Nos pegaba el poquito aire en la espalda y el asfalto desprendía aún más calor. Km 20, entramos en el casco viejo. Aquí ya hay que tirar de motivación, les invito a subir tras mía la cuesta y en el momento que coronemos, que se vayan alejando de mí progresivamente hasta la meta. No será mucho lo que rebajen, pero si unos segundos le quitarán a la hora 45' que íbamos a marcar en meta. Finalmente, entré en 01:44:38, con lo cuál, los que se habían mantenido conmigo hasta los últimos metros habían conseguido bajar de 01:45:00. Genial.
En meta, abrazos, choques, elogios.....y con todo esto nos quedamos, con este tipo de gestos que salen innatos y desde el cariño de haber compartido casi dos horas por las calles de Tudela ayudando a varias personas a conseguir sus objetivos.
No dio para mas la mañana. Teníamos prisa por volver a casa, así que un poco de fruta, frutos secos, gominolas y agua en meta. Alguna foto más con l@s compañe@s de fatiga, ducha en el polideportivo Ribotas y para casa recordando en el coche todos los instantes vividos.
Experiencia 100% recomendable y que espero se vuelva a repetir.
