"Hola. Sabemos que sueles ir a eventos deportivos como Speaker. ¿Haces algo de motor? ¿Algo de coches?.
"Pues la verdad es que hasta el momento no, pero si me facilitáis el reglamento, algo de información y me decís que queréis que haga exactamente, me lo preparo y voy".
Esta fue la primera conversación que tuve con Alberto. Fue en mayo y me acuerdo perfectamente que estaba en Liédena de sobremesa con los organizadores del cross Liskar y además el día anterior habíamos estado en Lerate, en el Camping de Aritzaleku locutando el triatlón, así que no se si sería por eso o no, pero íbamos a volver a estar allí casi un mes más tarde y para algo novedoso tanto para mí como para Navarra, la I edición del Rally de coches clásicos de Tierra Estella.
Todo, absolutamente todo, se lo debo a Alberto. Una enciclopedia con patas del mundo del motor y del mundo de los coches clásicos. Me pasó el reglamento, me pasó las páginas donde podía sacar información y me enviaba correos continuamente con toda la información detalladísima.
El también es piloto de coches y como suele pasar, en su mente estaba el organizar un evento por su zona. Se le metió la idea en la cabeza y con la ayuda inestimable de GUEMBE CLASSIC y de la asociación CAS- COMPETICIÓN pudieron hacer realidad su sueño y allí estábamos nosotros para comunicarlo.
A destacar de esta prueba, he de decir, que a mí me vino a la cabeza cuando me dijeron que era un Rally, la imagen de los coches levantando polvo por los caminos y a una gran velocidad. Pues resulta que no. Desconocimiento total de la materia. Se trataba de un RALLY DE REGULARIDAD, donde prima la precisión para que piloto- copiloto y vehículo circulen durante el mayor tiempo posible en el lugar exacto previsto por la organización, midiendose la diferencia del tiempo entre el teórico perfecto que marcan los libros de ruta y el tiempo real realizado por el coche.
Es decir, te marcan una ruta o un tramo, de imaginaros 1,2 km a recorrer en 1'40 segundos. Si lo haces en 1'30 está mal, si lo haces en 1'50 está mal y si lo haces en 1'41 estaría bien. Hemos nombrado anteriormente que prima la precisión.
Los coches debían tener una antigüedad superior a los 25 años y no podían circular a más de 50 km/h. El recorrido se dividía en dos secciones, una por la mañana y otra por la tarde y había hasta 14 sectores o tramos, saliendo desde el Camping de Aritzaleku y recorriendo 300 kilómetros por la zona de Tierra Estella (Puerto de Lizarraga, Subida a Aralar, Subida a Urbasa, Estella, Alto de Arradia, Puerto de Goñi, Alto de Guirguillano, Monasterio de Alloz y subida por la presa hasta el Camping de Aritzaleku).
El sábado, 24 de junio, sobre las 9 de la mañana nos presentamos en las instalaciones del Camping de Aritzaleku. Para entonces, ya había por allí algunos de los coches que iban a participar. Nosotros teníamos que sonorizar la prueba también, así que tras conocer a Alberto en persona y a otros miembros de la organización, empezamos a descargar, ubicar nuestra carpa y darle ambiente festivo a la zona del parking.
Poco a poco iban llegando los coches. Nos dimos una vuelta por la zona de verificaciones donde les revisaban que toda la documentación estuviera al día. Itv, permiso de circulación, permiso de conducir, seguro obligatorio. Fue bonito, ya que veíamos coches que había tenido algún familiar, algún amigo o incluso nosotros. Yo me he criado con un Peugeout 205 hasta hace 4 días.
Cuando les entregaron el Road Book, el libro de ruta, automáticamente todos y todas, se fueron a la terraza del Camping a estudiar el recorrido, a revisar las viñetas donde les indicaban toda la información y a hacerse sus propias anotaciones. Fue un momento curioso de concentración.
Sobre las 11:00 hubo un breafing técnico con las últimas indicaciones y aclaraciones y casi seguido, a las 11:10 comenzaba a salir la caravana de coches. Primero lo hizo un coche con el dorsal 00. La función de este coche era la de seguridad. Iban 20' antes que el resto verificando las carreteras por si había algún imprevisto de última hora.
10 minutos más tarde, salió otro coche con dorsal 0. También coche dentro del marco organizativo realizando las comprobaciones del recorrido y verificando la información que pasaba el coche doble 0 (00).
A partir de las 11:30 fue cuando empezó realmente la salida de los pilotos que se encontraban en competición. Nuestra función aquí y gracias a toda la información facilitada por Alberto, era la de presentar a cada equipo nombrando su escudería, nombrando al piloto y su procedencia, así como al copiloto y la procedencia del mismo. También dábamos la información sobre el modelo de vehículo que conducían y el año del coche.
Pues bien, estuvimos casi una hora dando salidas. Hasta 58 coches salieron bajo el arco del I Rally Clásicos Tierra Estella, en salidas cada minuto. Los coches funcionaban la mayoría con instrumentos (aplicaciones que les facilitan la conducción, les indican los tramos, los tiempos, etc y que previamente han tenido que configurar), pero también había participantes que lo hacían sin instrumentos, es decir, un cuenta kilómetros y un cronómetro.
Hubo un momento, que le cedimos el micrófono a Alberto, ya que tras la salida de todos los vehículos de competición, iba a salir una caravana de coches Renault. Se le notaba que lo había preparado con cariño. Que los Renault era coches que le gustaban mucho y que por eso había preparado esa caravana y nos explicó al detalle los modelos que iban a tomar parte de esta bonita jornada de motor. Renault 5 Copa Atmosférico, Alpine A110, Alpine 310, Clio Sport V6 y el más modesto, un Renault 6, vehículo muy utilizado por la zona en los años 80.
Reconocí con el micro abierto cuando quedaban poco coches en la campa, que me estaba dando pena terminar, pero como cada historia, todo tiene un principio y un final. Pues bien, la de mi función en el Rally Clásico había terminado. Ya estaban todos los coches en marcha y allí no quedaban mas que algún miembro de la organización, pero que enseguida se tenían que ir a verificar otros lugares del recorrido.
Con una chicharrina de escándalo la que tuvimos que soportar el sábado, fuimos recogiendo todo el montante de la megafonía. Eso si, sin prisa, pero sin pausa, ya que debíamos comer y marchar por la tarde a otro evento deportivo, La Media Maratón San Fermín en Pamplona.
Comimos allí y lo hicimos de maravilla. Menú del día, pero que menú. Imaginaros como era la ensalada que me pusieron, que no la pude terminar y unos solomillos de cerdo con roquefort que cuando pensabas que ya no había más , aparecía otro entre la salsa. Recomendable 100% pasarse por allí aunque sólo sea a comer.
Habrá que probar también las instalaciones, ya que desde la organización me permitieron entrar a hacer uso de las duchas y era espectacular ver a todo el mundo en las parcelas descansando, comiendo, jugando en la piscina de chorros... Magníficas instalaciones y cerquita de casa.
Pues así acabó nuestro debut en el mundo del motor. Contento por la mañana tan divertida y amena que pasamos, pero sobre todo, contento por seguir creciendo, conociendo nuevas organizaciones y conociendo "desde el micro" nuevas modalidades deportivas.