Hay pruebas a las cuales les tienes un especial cariño por lo que han significado para ti en un pasado. En unos inicios en esta bonita andadura. En una confianza plena cuando apenas nadie te conocía. Y eso se traslada a una relación personal mucho más allá de unas horas de evento deportivo.
Corredores Populares de Olite y varios de sus integrantes, son para mi ya una familia. Una gran familia. Y siempre que pueda y lógicamente, ellos quieran, por estas fechas de octubre la tendremos marcada en el calendario de "carreras fijas".
Una vez más, Alberto, me transmitió con bastante antelación la fecha del evento deportivo. Una nueva edición de la Carrera Popular Ruta del Vino de Navarra que pretendían seguir dándole continuidad a todo lo realizado hasta ahora, sobre todo a la distancia y al recorrido.
Varios WhatsApp y varias llamadas a lo largo de la semana hizo que concretásemos toda la información necesaria de cara a la prueba. Luego, además, vino la parte personal de hacer que cada evento sea diferente, personalizado y bien estudiado.
El sábado tocó viajar sólo. No nos acompañaba la familia, así que nos acercamos con bastante antelación puesto que también debíamos sonorizar la prueba y claro, montar el equipo lleva un rato. Nada más llegar, por allí estaba ya la gran familia de Corredores Populares de Olite, que lo primero que me ofrecieron fue ir a tomar un café..... "Gracias, pero no. Si sobra luego tiempo voy, prefiero dejar todo preparado de antemano". Aquí, aunque llegues con tiempo suficiente a los sitios, parece que le dan cuerda en ese momento al reloj. Empieza a aparecer gente, te saludan, te lías, corriges cosas del dossier de última hora y en un abrir y cerrar de ojos, tienes que empezar ya con la presentación. Poco más o menos así es como andamos en la mayoría de las pruebas.
Con cuenta gotas, iba apareciendo gente a retirar el dorsal y su bolsa del corredor que incluía caramelos del Caserío de Tafalla, botella de moscatel y descuentos en las bodegas y sólo para los participantes inscritos con antelación, la camiseta oficial de este año. También se iba poblando la plaza con los más pequeños que debían apuntarse en ese mismo instante en el interior de Enocentrum, Museo del Vino de Navarra. En un momentico, la Plaza de los Teobaldos ya estaba llena y es que apenas quedaban 10 minutos para las cinco de la tarde, momento que íbamos a comenzar con las carreras infantiles.
Aquí se realizaron 4 carreras. Todas ellas por la cercanías de la Plaza y dependiendo la categoría y la edad, debían dar 1, 2 o 3 vueltas. Todos recibieron su detalle final de la prueba y tras la última de las carreras se realizó la premiación infantil. De esta manera, se evitan en la prueba absoluta alargar en exceso la premiación.
Al dar los premios a las categorías inferiores así, lo que nos ocurrió en esta prueba es que nos encontrábamos a 20 minutos de la carrera absoluta, así que empezamos con la previa, con toda la información del evento, con los agradecimientos y demás comentarios relacionados con la carrera Ruta Del Vino de Navarra y al igual que en los momentos previos a las carreras infantiles, se volvió a acelerar el reloj presentándonos en las seis de la tarde sin enterarnos.
Unas 120 personas iban a tomar la salida. Mas o menos como en ediciones anteriores. Para la salida, la verdad que las vallas de la zona estaban super pobladas y eso da gusto. Si además les pides colaboración para la animación y responden, mejor que mejor.
Dimos la salida a esta carrera rapidísima de 5.000 metros, que combina parte de carrera por casco urbano e histórico y parte por camino rural. Curvas, adoquines, arcos, paso elevado, camino... un recorrido muy cambiante y una carrera que para cuando nos queremos dar cuenta, ya tenemos a los cabeza de carrera en meta. Con las referencias de otros años, 17' era el tiempo aproximado del primer clasificado y no nos fuimos mucho. 17:07 marcó el vencedor Ayrton Azcue, mientras que Maite Beragaña se impuso con un tiempo de 20:00.
- Clasificación RUTA DEL VINO DE NAVARRA 2023
Al ser una carrera de 5km, el grupo de participantes no se extendió mucho y en 36' estaba la prueba finiquitada, cerrándola un hombre vitoriano de 82 años, casi naaaaa... Y por profundizar un poquito más, el señor no se queda en carreras de esta distancia, sino que corre medias maratones y maratones. ¿Cómo te quedas al verlo? Pues emocionado, como me quedé yo.
La plaza se fue despejando, nos despedimos de muchos de los participantes que estaban por allí, también de los jueces de la Federación Navarra de Atletismo que con varios de ellos nos despedimos con un "hasta mañana", ya que hablando entre nosotros, al día siguiente volvíamos a coincidir en Andosilla.
Tocó volver a cargar todo el equipo en la furgoneta con la inestimable colaboración del equipo organizador y mientras hacíamos hora para cenar allí mismo, en Olite, estuvimos con miembros del CAD Tafalla, equipo que les echa una mano a los de Olite controlando sobre todo las carreras infantiles.
Un par de tragos en dos de los muchos bares que hay en Olite y seguido a cenar con el club. Ahí siempre toca hacer una valoración inicial, unas ideas en caliente y muchas, muchísimas anécdotas que salen tanto de la carrera como de otras muchas cosas. Un rato que no se paga con nada del mundo y que sin duda alguna hay que mantener y conservar.
Olite, a preparar la V edición. Ya tenemos hasta la fecha reservada.
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