Que tu perfil de speaker encaje en un evento nuevo, preparado por personas profesionales del ciclismo, genera especial ilusión y motiva a seguir mejorando cada día en esta bonita, divertida y profesional carrera que es la de locutor.
Se iba a celebrar la primera edición del Desafío Globero El Puy. No tenía ni idea hasta la pasada semana, cuando Mónica me escribió para comentármelo. Por suerte, dado mi calendario personal de locuciones, teníamos libre el sábado por la tarde. Así que tras explicarme en que consistía el evento, saber que tenían confianza en que yo me encargase de dinamizar el evento y todas las partes contentas, pues adelante. "El sábado 28 de septiembre nos vemos en Estella, Mónica".
La idea inicial estaba clara: una fiesta del ciclismo. Fue un evento organizado por la La Bicicleta, una tienda de ropa de ciclismo que ofrece maillots, culotes, así como ropa de ciclismo para vestir. (Conóceles AQUÍ).
Las características de la prueba la hacían ser diferente: dura pero motivante a. Los participantes se iban a batir contra el crono en una de las subidas más emblemáticas de la Ciudad de Estella enfrentándose a unas rampas del 10%, del 12% y hasta del 14% para conseguir llegar a la Basílica del Puy en un recorrido de 600 metros. ¡Tela telita lo que les esperaba!
Nos presentamos en lo alto del Puy, tras haber estado por la mañana en el Azkotrail de Peralta también como locutor. Para entonces, la zona del parking de la Basílica había cambiado totalmente el decorado. Arco de meta y carpa del cronometraje, food truck, stand de La Bicicleta, mesa de entrega de dorsales, megafonía y DJ Jorge Ciordia que nos amenizó durante toda la tarde con música.
La prueba comenzaba a las 17:00, pero nosotros encendimos el micro bastante antes para ir dando las buenas tardes y la bienvenida al 1er Desafío Globero El Puy. Un desafío que en su primera edición iba a contar con 90 participantes de los 100 que se había propuesto la organización, así que la respuesta había sido buena.
Los participantes podían disputar la cronoescalada con cualquier tipo de bicicleta, siempre y cuando no fuese eléctrica. Antes de la prueba ya pudimos ver alguno de los modelos más clásicos de nuestra infancia por la zona de llegada. Eso si, también había bicicletas de carretera y de btt de última generación. Participación variada que era lo que se pretendía.
Se iba acercando la hora de inicio, así que mandamos a todos los participantes a la Calle San Pol, desde donde se les iba a dar la salida minuto a minuto. Cronómetro en marcha y ya teníamos al primer participante de la tarde en el recorrido. No tardó mucho en aparecer en la última rampa que era la que podíamos ver nosotros desde nuestra posición: 1'10" para uno de los junior que participaba.
La prueba contaba con todos los detalles, así que en el podium estaba la "silla caliente", silla en la que se debe sentar el que marca el mejor tiempo hasta que se lo arrebate otro participante. La verdad es que esto dio bastante juego durante toda la tarde.
El tiempo marcado por el primer participante no iba a ser del todo malo, ya que empezaron a subir los Master 40 y no le quitaban al chaval de la silla. Empezamos a preguntar al público si creían que le quitarían el puesto o si se quedaría allí toda la tarde... jejjeejje... ¡hubiera estado bien, eh! Que un niño de apenas 12-14 años ganara la 1ª edición.
Finalmente, llegó otro participante que le arrebató la silla. Al igual que con el chaval, le invitamos a sentarse rápidamente, por lo que pudiera pasar, no fuese que alguien le quitase el mejor tiempo y no le diese tiempo a disfrutar de esa silla tan privilegiada. Jajjajjaj... ya os digo que nos dio bastante juego, la verdad.
Iban llegando los participantes, muchos de ellos "muertos mataos" y es que la exigente subida, al que se lo tomaba muy muy enserio, le dejaba para el arrastre. Un esfuerzo máximos de apenas un minuto es como para dejarte fundidos todos los plomos.
La parte divertida era ver como subía gente con bicicletas de hace más de 30 años. Con monoplato y monopiñón. ¡Ojo para mover eso! Jajajaja. Ilusión máxima al ver una bicicleta similar a la de mi infancia en diferentes colores, pero el mismo modelo. ¡Que maravilla!
También hubo participación de profesionales del ciclismo que ahora se encuentran de descanso, pero querían apoyar el evento y mucha participación de "grupetas de globeros". Esas grupetas que fin de semana tras fin de semana se lanzan a las carreteras para hacer kilómetros y kilómetros en buen rollo y armonía.
Nos quedaba animar al público con una nueva encuesta. Se había marcado un tiempo de 1'00"30 y la pregunta en cuestión era si se iba a bajar del minuto. Aquí hubo más dudas entre los espectadores. No estaba la cosa del todo clara. Finalmente, dos ciclistas consiguieron bajar del minuto en esta prueba tan cortita pero intensa.
Una vez acabada la parte deportiva, y con todo el parking de la Basílica del Puy lleno de participantes, familiares y amigos que no querían perderse la cita, pasamos a entregar los premios de las diferentes categorías: Junior, Master 40, Master 50, Féminas y Absoluta, todo ello con la presencia de los padrinos de esta primera edición: Oscar Rodríguez (Ineos Grenadiers) y Sergio Samitier (Cofidis).
También hubo premios a la elegancia y a la mejor grupeta, además de numerosos sorteos, la mayoría en forma de dorsales para marchas cicloturistas. Para los más peques, durante toda la tarde, estaba el concurso para diseñar el maillot de campeones del año que viene. Los mío, al menos, estuvieron un buen rato entretenidos pintando.
Nos quedaba otra gran parte del "tardeo" que estábamos viviendo: el post-carrera. Cervezas, hamburguesas y la música de Dj Jorge para comentar la bonita y maravillosa tarde que habíamos vivido en torno al ciclismo popular.
Poco más que añadiros, deportistas. Que fue una tarde estupenda, rodeados de muy buenos profesionales como Mónica, Martín y Zubi, junto a un gran número de voluntarios y voluntarias que dieron vida a una idea de esas de las de "no hay h... a preparar una cronoescalada". Pues mira, la primera piedra puesta. Ojalá que vengan muchas más, equipo.
Un auténtico placer.
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