jueves, 17 de octubre de 2024

CRÓNICA RUTA DEL VINO DE NAVARRA- OLITE "DESDE EL MICRO"

Olite y su Ruta del Vino de Navarra ya son un clásico para mí. Quinta edición de la carrera y cuarta en la que estamos a los mandos del micrófono para dinamizar y animar la prueba. Un evento que busca darle continuidad a todo lo organizado, donde se realizan 5 kilómetros que inician por sus calles más históricas, pasando por numerosos monumentos de la localidad y con una pequeña salida hacia un camino rural cercano al pueblo.

Como es habitual, nada más acabar la carrera, en la cena posterior que organiza el club y a la que voy como invitado, se fija la fecha para el año siguiente. Generalmente, me la anoto en mi agenda, pero Alberto, presidente del Club Corredores Populares de Olite y uno de los máximos responsables de que yo esté allí y de que la carrera salga adelante, se encarga en julio de llamarme para recordarme la fecha y asegurar que tendré disponibilidad. Sabemos cuáles fueron nuestros inicios en las locuciones de eventos deportivos, así que siempre que pueda y no surja nada de fuerza mayor, intentaré estar en la carrera de Olite.




Este año nos presentamos en Olite tras haber locutado por la mañana la carrera Juan Migueliz Leyre Trail, que tiene su salida en el Monasterio de Leyre y recorre prácticamente toda la Sierra de Leyre. Apuramos un poco nuestra llegada a Olite para poder cubrir ambas carreras, pero, gracias a la ayuda de mi familia para desmontar el equipo de megafonía en un lado y montarlo en otro, nos dio tiempo. Eso sí, yo me salté la comida ese día. La verdad es que no tenía ganas de comer con el ritmo frenético que llevamos en cada evento.

La Ruta del Vino de Navarra, que se celebró el pasado sábado 12 de octubre por la tarde, comenzó con las carreras infantiles. Estas carreras se desarrollan alrededor del Museo del Vino, Enocentrum, y tienen como punto neurálgico de la prueba la Plaza de los Teobaldos, junto al Palacio Viejo (hoy Parador Nacional).

Fueron 4 carreras infantiles con una gran participación de corredores locales y algunos más que se sumaron de localidades cercanas a Olite. Es una carrera que reparte chucherías y medallas finisher para todos los participantes, y cuenta con la inestimable ayuda del equipo del CAD Tafalla para controlar las clasificaciones finales.





Otra de las cosas que podemos destacar de esta carrera es que la entrega de premios a los participantes más rápidos en las categorías inferiores se realiza justo al terminar dichas carreras, durante un breve parón entre las pruebas infantiles y la carrera absoluta.

Mientras se desarrollaban las carreras infantiles, no dejábamos de saludar a conocidos y conocidas de la zona que iban a recoger su dorsal y su bolsa de regalo. La bolsa era bastante completa, la verdad: incluía una botella de vino, una camiseta oficial (siempre que se hubieran inscrito antes del 2 de octubre), una bolsita de caramelos del Caserío de Tafalla y descuentos en bodegas de la localidad.

Tras entregar las medallas a los participantes más rápidos, fuimos directamente a la previa de la carrera absoluta. Una carrera que, como hemos mencionado anteriormente, combina una parte urbana con otra campestre. La parte inicial y final transcurre por lugares emblemáticos y cargados de historia, no solo para Olite, sino para Navarra

La placeta o plaza de los Teobaldos, desde donde parte y finaliza la carrera, corresponde al centro del poblado romano que dio origen a la ciudad hacia el siglo II, y en ella se puede contemplar el Pal.

Con el pistoletazo de salida, se atraviesa el Portal del Chapitel (de posible fundación romana, donde Carlos III el Noble ordenó instalar el primer reloj de torre que hubo en los reinos cristianos), la calle Mayor (el eje central del crecimiento medieval de Olite). ), la iglesia de San Pedro (con una torre de aguja única en Europa) y el Portal del Fenero (que se encuentra a los pies del Palacio Real de Olite, construido por Carlos III el Noble, y que es el monumento más visitado de Navarra).

Desde el inicio, vimos muchas caras conocidas de corredores rápidos que podían optar por la victoria. Además, al ser una carrera relativamente corta, las diferencias entre los primeros suelen ser mínimas. De hecho, el final de la prueba se decidió a escasos 300 metros de la meta, cuando estaban subiendo una pequeña rampa junto al Castillo de Olite. Youssef, Iturria y Ayrton, en ese orden, entraron en meta separados por escasos segundos.


La categoría femenina tuvo en meta unas diferencias mayores entre corredoras, llevándose la victoria Ane Bermejo, por delante de Virginia y de Nuria. 



La carrera contó con la participación de unas 115 personas, por lo que en 40 minutos teníamos la prueba cerrada. Fueron emotivas las llegadas a meta, tanto de los participantes que se esforzaron al máximo como de aquellos que corrieron con algún familiar, en equipo o en grupo. El club de atletismo Ardoi nos dejó la anécdota de la tarde, ya que varios miembros del equipo corrieron juntos para celebrar la despedida de Allende, corredora del club. ¡Gracias por darle un toque especial a la prueba!

Tras finalizar la carrera, mientras esperábamos las clasificaciones facilitadas por la Federación Navarra de Atletismo, estuvimos charlando y recogiendo impresiones de los participantes. En la carrera de Olite, las clasificaciones se dividen en absoluta, locales y veteranos. Aquí viene lo curioso de la prueba: la categoría de veteranos/as se determina por la edad del participante, no por el tiempo empleado en meta. En ninguna categoría se reparten trofeos, pero eso sí, todos se llevan una gran botella de vino.

Solo nos quedaba despedirnos de los amigos y conocidos que se encontraban por allí y desmontar nuevamente la megafonía para dejarla lista para el día siguiente, cuando tendría lugar la carrera de Andosilla, completando así otro triplete de locuciones de carreras populares.




Tras un rato de descanso en el coche, repasando todo lo vivido tanto en la carrera de la mañana como en la de la tarde y revisando nuestras redes sociales, nos acercamos a la Plaza del Ayuntamiento, donde habíamos quedado con parte del club Corredores Populares de Olite para cenar. Allí se encontraban amigos y amigas del Ardoi, que seguían celebrando la despedida, así que nos unimos a ellos unos minutos en una de las terrazas de los muchos bares de Olite.

Fueron llegando personas del club de Olite, los del Ardoi se marcharon y, tras otro trago en la calle, que ofrecía una tarde espectacular, tocaba irnos de cena para poner en común todo lo vivido durante la V edición de la Ruta del Vino de Navarra e ir preparando ya la edición número 6.

Siempre es un placer compartir estos momentos tan agradables con gente que le apasiona correr y, sobre todo, preparar un evento deportivo en su pueblo, donde unos van a divertirse corriendo y otros vamos a divertirnos trabajando.

Gracias nuevamente, Corredores Populares de Olite, por la acogida, y gracias una vez más, Alberto, por tu predisposición para que ese día, en la carrera que preparas con tanto cariño, no le falte de nada a ningún participante y a mi tampoco.

Nos vemos el 11 de octubre de 2025 en la VI edición Ruta del vino de Navarra.



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