viernes, 27 de octubre de 2017

CRÓNICA II JUAN MIGUELIZ LEYRE TRAIL "DESDE DENTRO".

Ahora comprendo como se puede perder una carrera de montaña, porque los que tan bien posicionados en las carreras ganan tanto tiempo al resto y cómo la cabeza manda más que ninguna.... no arriesgando en las bajadas, no corriendo en las bajadas, siendo demasiado conservador y aún así, cuidadin con algún tropezón.......que carrera más bonita, pero que tensión, siempre hablando desde mi punto de vista, porque se que muchos gozaron con estas bajadas.

Estábamos avisados. Si leen en la página de http://www.trotecuto.com/ la descripción de la carrera, la definen como CARRERA MUY DURA Y TÉCNICA, pues bien, no les falta nada de razón. También nos invitan a conocer la INCREÍBLE SIERRA DE LEYRE, con unos tramos espectaculares, con unas vistas increíbles y con unos rincones para perderse cualquier fin de semana a visitarlos más tranquilos, porque en carrera se aprecia lo justico, y por último RECORDANDO A JUAN MIGUELIZ, montañero sangüesino que personalmente no le conocía, pero seguro que era un gran ejemplo para muchos debido a la gran respuesta y aceptación que está teniendo la Leyre Trail.



En una tarde de arrebato deportivo, y tras el aviso de facebook de que quedan 5 últimas plazas para completar los 300 dorsales en que se había establecido inicialmente el tope de participantes, rápido a la página de inscripciones y a intentarlo. Inscripción aceptada.....dorsal 299!!! Esa misma tarde, inscripción a Roman Race Cascantum, ya realizada y Media Maratón San Sebastián, para el 26 de noviembre.

Sinceramente, a esta carrera iba con bastante preparación física, sobre todo en llano y asfalto, pero con muy poca de desnivel, apenas una salida larga a Txindoki y lo poco que podemos hacer en Peralta, pero es que el tiempo no da más de sí, insisto en lo de poner algún fin de semana más al año......

Ya por la mañana del sábado, madrugón, para ir al Monasterio de Leyre, lugar desde el que partía la carrera. A esto hay que sumarle, que la gran afición que tengo querían también venir para quedarnos después por la zona. Esto se agradece, ya que en las carreras de montaña, lo normal es ver la salida y la llegada, pero el resto de carrera y la espera, que por lo general es larga, hay que estar entretenidos y cargar con dos criaturas. Aquí los organizadores lo tienen muy bien planteado con actividades para los acompañantes. Paseo para poder ver en algún punto del monte, visitas al Monasterio, pintacaras y globoflexia para los niños......



Recogemos el dorsal, nos preparamos, vemos caras como siempre conocidas, dejamos el mochilón en el guardarropas y a calentar. Aquí, nos juntamos hasta 5 falcesinos. Nos llaman para hacer el control del chip, últimas recomendaciones del speaker, últimos consejos y bailable por un grupo de dantzaris antes de la salida. No fue el aurresku, pero estuvo igual de bien......3,2,1.....a disfrutar!!!! Casi 350 participantes en la línea de salida.

La salida tiene un pequeño tramo de bajada, un giro de 180º y comienza ya la primera subida. Nada más entrar en el camino, ahí tengo a mi afición para desearme suerte, choque de manos con el "grande" ya de la casa y a disfrutar, nos vemos en un ratito.



De inicio, nos adentramos en la Cañada de los Roncaleses, por delante tenemos casi 2 kilómetros de subida con unos 500 m+ nada más salir. El terreno es muy rocoso y a pesar de que te permite trotar ligeramente, una vez que se estira el grupo, por mi parte ya no me merecía la pena seguir corriendo, así que a andar, quedaba muchísima carrera por delante. Es esta primera subida, ya se empieza a notar la presencia de muchos voluntarios por el recorrido, además de más aficionados que habían salido anteriormente para poder ver la carrera desde ese punto.

Atrás vamos dejando el Pantano de Yesa, todavía está despejado y se puede apreciar, eso sí, parando un par de segundos, ya que el terreno continua con mucha roca y debemos estar atentos a pesar de ser en subida e ir muy despacio.


Tras casi 25' de subida, se oye más griterío, cencerros, aplausos....y es que hemos llegado al Portillo de la Cerrada, 1er avituallamiento. Tras un pequeño recorrido por un pasto verde, húmedo y bonito, de nuevo, entramos en la Cañada de los Roncaleses, esta vez el recorrido es en descenso y al igual que al principio, mucha roca, mucha piedra, alguna que resbalaba y automáticamente, en mi cabeza, saltó la alarma de ¡Precaución!¡Cuidado!¡Hoy no es el día!¡Media maratón de San Sebastián! Cambié totalmente el chip de carrera y tocó disfrutar de otra manera, yendo muy lento en las bajadas, intentando arriesgar lo menos posible y tratar de visualizar todo lo que me encontraba en mi paso.

Termina la bajada y llegamos al segundo de los avituallamientos en los Rasos de Bigüezal. Ahí aguardan dos animadores a los que habría que hacerles un monumento, dos niños, uno tambor en mano y otro platillos. Que grandes.

Continuamos muy poquita distancia a través de una pista forestal y tras un salto de una bajada de aguas, nos introducimos a un precioso bosque de pinos y hayas, donde podíamos leer un par de carteles de ánimos. No eran para nosotros porque el nombre no correspondía, pero con leer la primera parte era suficiente para seguir adelante. Tras algo más de un kilómetro y 200m+, juego del bingo con una voluntaria que tuvo que estar de lo más entretenida cantando uno por uno todos los dorsales. No se aburriría.....jejjee. Seguro que a otra persona le facilitaste la labor. Buen trabajo.

Nos avisan de la cantidad de rocas que vamos a tener a lo largo de la cresta, la verdad que no te puedes despistar ni un segundo. Vamos a escasos dos metros del cortao y en algún momento que te expones un poco más, las vistas son increíbles, lo que pasa es que vamos a la carrera y no nos permite mirar mucho. Seguido, otro de los puntos más espectaculares de la carrera, El Paso del Oso, un gran agujero en la roca, donde se agolpaban numerosos aficionados y voluntarios.



Poco después, volvemos a pasar por el Portillo de la Cerrada, donde encontramos el 3er avituallamiento y nos adentramos en otro bosque de hayas con una fuerte subida, esta vez para llegar a la cima del Pico Castelar, donde el recorrido nos acerca hasta la propia cruz para verla de cerca y realizar un giro de 180º. Una vez de estar allí, muy bien por acercarnos, sino hubiésemos pasado sin verla.

Continuamos bajando y saltando todo tipo de rocas y bloques de piedra hasta pasar por el punto de retirada de la carrera. No vamos tan mal, así que a continuar.

Otro avituallamiento más, esta vez en el km 12 de carrera y a seguir disfrutando de la carrera. Un precioso hayedo y un fuerte bajada con toda la hojarasca que lo hace más bonito si cabe y en el cual hay que tener más cuidado todavía, porque aquí, cualquier rama, cualquier pequeño pozo no se ve, ya que está totalmente cubierto por las hojas. Un pequeño sustito a modo de torcedura, pero sin consecuencias, más vale.



Otro fuerte repecho para aparecer en el cortado de la Foz de Arbayún, pero entre la nieblilla y un poquito de lluvia, no se apreciaba nada del paisaje. Continuamos descendiendo, por otro tramo con bastantes piedras y delante mío, un tropezón de un par de corredores, van al suelo, uno de ellos peor parado. Tuvo que ser atendido por los voluntarios que se encontraban justo en la base para comenzar el ascenso a Arangoiti.

Venía avisado de que del km 14 al 16 había una fuerte pendiente, así que con calma y  buena letra, a subir. Ritmo constantes y a tratar de mantener en todo momento la calma porque nos iba a llevar un buen rato la subida. Seguía la nieblilla y lo justo podíamos ver más allá de 10 metros. Los voluntarios, no se debían saber bien el recorrido, porque sólo decían que ya estaba, que ya no quedaba nada, pero aquello no terminaba.....jejjejje. Bromas a parte, se necesitan de esos ánimos, claro que sí.



Parecía que ya estábamos cerca de alcanzar la cima, puesto que la pendiente ya no era tan empinada, pero aún nos quedaba un último repecho hasta alcanzar la cima. Aquí, recibo ánimos de un conocido sangüesino-falcesino....gracias Guillermo. Me recuerda que dos de mis paisanos han pasado hacer rato. Andoni e Iñigo, éstos iban como un tiro los dos.

Al llegar a la cima de Arangoiti, 5º avituallamiento y mucha gente tanto de voluntarios como de cruz roja. Aquí me lo tomé con bastante calma. No acostumbro en los avituallamientos mas que a beber agua y algo de fruta, pero esta vez aproveché a comer algo más y así ver como me sienta en carrera.

Comenzamos a descender y de nuevo, mucha piedra y mucha roca, así que a tomármelo con calma, con mucha calma. Una vez pasado ese tramo, unos prados en los que aprovecho para tomar el último gel, beber más agua y andar un poco, ya que las piernas se habían quedado tocadas del ascenso.

La señalización de la carrera marca ya el km 18, así que sólo nos queda descender. Noto que las piernas no tienen mucha fuerza, así que lo que me toca es bajar el ritmo y visto lo visto que en las bajadas no iba nada de convencido, voy dejando pasar a todo el mundo que veo que se acerca por detrás. El descenso es por un sendero con muchos virajes y con mucha vegetación, es precioso, pero voy más pendiente del suelo que de otra cosa.

Aparezco ya en la Cañada de los Roncaleses, es por donde ha comenzado la carrera, esta parte si que se me hace dura por la cantidad de piedras que hay. Estoy deseando llegar hasta abajo, más que nada por la tensión que voy acumulando por ir todo el rato pensando en lo mismo, cómo es la cabeza.


Ahora ya sí, aparecemos en el asfalto y a por los últimos 500 metros tratando de buscar a la familia. Ésta vez, el "grande" de la casa no quiso hacer los últimos metros con su papá, así que hasta la meta y a buscarlos para darles un fuerte abrazo. 



La carrera me encantó, ni un sólo metro de respiro. La organización está muy volcada y muy pendiente de que todo salga a la perfección. La señalización fue increíble, no sólo por los 1000 banderines que habían colocado, sino por toda la información que había. Metros de desnivel, lugares por donde pasábamos, distancia de las subidas. Los voluntarios, de lujo. Gran cantidad, animando en todo momento, algunos en lugares solitarios, otros con cencerros. Por cualquier sitio que mirases había varios de ellos. Fotos de muchísimos lugares que son un bonito recuerdo para el corredor. Lo de las duchas, muy bien habilitado, ya que no se trata de una localidad con un polideportivo enorme para poder ducharte, pero estuvo bien. Y ya para rematarlo, en la carpa de meta, migas de pastor, txistorra, vino, chocolate, caldo, más avituallamientos ........

La verdad que no me arrepiento de haberla conocido y de haberla probado. 
Enhorabuena y gracias por todo.








 

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