Escuchar al participante, recoger su feedback y saber qué piensa y qué opina siempre está bien. Otra cosa es que luego se pueda llevar a cabo o no, porque aquí se puede debatir —y mucho— sobre gustos en las carreras, ¿verdad? ¿Una vuelta o varias por recorrido? ¿Asfalto o caminos rurales? ¿Con cuestas o sin ellas?
Podríamos seguir preguntando sin parar. Lo bueno de que haya tantas carreras y tan variadas es que cada cual puede elegir qué le apetece correr… y qué no.
¿Y por qué empiezo hoy así? Pues porque el pasado sábado, 13 de diciembre, en Marcilla se celebró una nueva edición del Cross de Navidad, que ya suma nada menos que 14 ediciones.
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| Jose Miguel Elizondo |
La principal novedad de este año estaba en el recorrido largo, ya que se recuperaba un trazado antiguo de 10 kilómetros, a una sola vuelta. Un recorrido que atravesaba los sotos, pasaba por una de las varias ganaderías de vacas bravas de la localidad y discurría a orillas del río Aragón, que en estas fechas, con la humedad y el colorido otoñal, está precioso.
Además, el circuito pasaba cerca del complejo deportivo y, tras dos largas rectas, volvía a aparecer en la Plaza de España, junto al Castillo de Marcilla.
Recuerdo haber corrido esta vuelta en dos o tres ocasiones, la última en 2017. No sé si fue por alguna riada o por alguna otra circunstancia, pero hubo un año en el que, a última hora, se tuvo que modificar el recorrido de urgencia y acabamos dando dos vueltas de unos 5 kilómetros aproximadamente. Quizás fue entonces cuando se decidió cambiar definitivamente a ese formato de dos vueltas para completar los 10 kilómetros.
Puestos ya en contexto, la carrera del sábado ofreció a los participantes dos distancias: 5 kilómetros, con una vuelta corta, y 10 kilómetros, con un recorrido más largo.
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| Vuelta de 10 kilómetros |
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| Vuelta de 5 kilómetros |
A las 16:15 se dio la salida a la carrera corta, y otra de las novedades fue que se separó la salida de quienes corrían la distancia de 10 kilómetros, que arrancaron a las 16:30. La idea funcionó muy bien, ya que cuando se dio la segunda salida, a los pocos minutos ya estaban entrando los primeros corredores de la distancia corta, así que prácticamente no hubo tiempo de espera para que empezaran a pasar cosas en los aledaños del Castillo.
Desde las 15:30 también pudimos disfrutar de todas las carreras infantiles, que se desarrollaron alrededor del castillo. Desde los más pequeñitos hasta la categoría infantil, todos pudieron participar, recibir su medalla de finisher y su avituallamiento al cruzar la meta.
Gran tarde la que pasamos en Marcilla, con un día y una temperatura que nos acompañaron muchísimo. Agradezco a Merche e Iñigo su confianza una vez más, y también a todas las personas que se acercaron a saludar, varias de ellas exalumnas del polideportivo que no perdieron la ocasión de pasar por mi zona y, aunque fuese por poquito tiempo, mantener una pequeña conversación. También estoy agradecido a otro conocido que, desde que voy a Marcilla a esta y otras carreras, siempre se acerca con un cortado sin que se lo pida. Son detalles que nos guardaremos para siempre.
Marcilleses, Marcillesas, nos vemos pronto, con más barro, más obstáculos y la misma ilusión de siempre.

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