Leyre = Sierra de Leyre = Lumbier = TAFAD = Grado Superior = Enseñanza y Diversión = Trabajo = Estilo de Vida = Agradecido = a tantas y tantas cosas que me han pasado desde que tuve la oportunidad de estudiar allí el grado y por suerte, trabajar de lo que me gusta, así que cada vez que veo esta carrera me dan ganas de volver a vivir lo vivido en 2.003-2.005.
El sábado, 26 de octubre se celebró la IV edición de la Juan Migueliz Leyre trail, no corrimos, preferimos trabajar el sábado por la mañana, la corrí hace dos años y es espectacular. Fuera de plazo, me aceptaron en el kilómetro vertical. Mil gracias.
Domingo, 27, lo dicho, ir hacia esa zona me trae buenísimos recuerdos, además viajo sólo, con el coche del padre y busco algún cd de mi juventud que todavía me trae más recuerdos de cuando algún día iba al instituto desde Falces.
Pasar Lerga y a pocos kilómetros, dar una curva y ahí se ve, toda la Sierra de Leyre, con el Pico Arangoiti destacando sobre el resto. Que bien lo vamos a pasar.
Lo primero, coger el dorsal y la pedazo bolsa del corredor. Tomamos un café y el bar lleno de korrikalaris. Que bien, todos a lo mismo. Toca prepararse e ir a ver si se puede dejar todavía alguna prenda para que nos suban a la meta, ya que la carrera sale de Yesa, termina en el pico Arangoiti y la vuelta la haremos por nuestra cuenta. Me dicen que ya no, que ya han salido los voluntarios, así que nada, cargaremos con el cortavientos en el chaleco de hidratación. Malo sea que no podamos con él.
Al cajón de salida y el bueno del organizador ya nos advirtió. "Tardaréis casi lo mismo en hacer los tres primeros kilómetros, que el último. Guardar para el final". Gracias por el consejo. Nos dan la salida y comienza la subida. De inicio, suave. Atravesamos la autovía por debajo y aquí ya se pone la cosa divertida. Aumenta y bastante la pendiente. Es pista, vamos con fuerza de inicio y se puede trotar. Para entonces, los cabeza de carrera ya se han adelantado bastantes metros. Tengo la sensación de ir en medio del pelotón, pero bueno, ya me irá colocando la carrera en posición. Esto será largo.
Tomamos un desvío a la izquierda y aquí ya sendero hasta alcanzar los 741 metros de Valmayor. Un pequeño descanso en forma de bajada y atravesamos la carretera del Monasterio de Leyre en el kilómetro 2, para adentrarnos ya en el bosque. Por el camino, carteles de información de lo que nos íbamos a encontrar en los próximos metros. Cómo estábamos sufriendo, pero como estábamos disfrutando a la vez. Correr lo íbamos a dejar para otro día, porque caminar ya se hacía duro.
Entre tanto, un buen amigo y su mujer animando en mitad de la cuesta. No me lo esperaba por allí, la verdad. Gracias Mikel y Rebeca por los ánimos. Estaban por allí para animar a otro, pero la sorpresa fue mutua. Seguimos con ese chute de moral y combinar caminar correr se hacía complicado, pero lo estábamos intentando.
Llegamos al avituallamiento del kilómetro 3, pasamos de largo ya que llevo mi propia agua y aquí ya empezaba la parte más técnica. Cadenas, cuerda, trepa.....había de todo. Hasta un despliegue de voluntarios que da gusto pasar por delante de ellos. Había que tirar bastante más de brazos que de piernas en este tramo. Fue duro, pero esa dureza me encantó. Un último cartel que indicaba 100 metros a meta y se acabó. Llegamos a la cima de Arangoiti y sus antenas a 1.356 metros de altitud.
Las vistas desde arriba, impresionantes. Día depejado, buena temperatura, sin aire y sin prisa por bajar. La carrera ya había terminado, así que había que aprovechar y visualizar todo el entorno. Yesa y su pantano. Pirineos, con la Mesa de los Tres Reyes de frente. Foz de Arbayún. Lumbier y su Foz. Peña Izaga. Higa de Monreal. Se veía todo. Y si encima, haces migas con un crack de la montaña y de la zona como Xabi Zarranz, pues mejora con creces la mañana.
La bajada, por nuestra cuenta y por un recorrido alternativo y bien señalizado para no cruzarnos con los que todavía faltaban por subir. Incluso con voluntarias en el descenso. Al final, parte de un entrenamiento también, por que a lo tonto, 35' ya nos pegamos bajando.
Una buena ducha y a la salida nos esperaban los fisios de ISED y con camilla libre, no había que esperar, así que un masaje para descargar. En la zona de trofeos, un pequeño lunch con pinchos de los bares de Yesa para rematar ya la carrera y la buena organización.
Ya lo han avisado, el año que viene COPA DE ESPAÑA DE CARRERA EN LÍNEA Y CARRERA VERTICAL, así que el nivelazo estará asegurado.
En lo personal, pues salida tranquila y controlado, yendo en mitad del grupo en la parte inicial. En la primera subida, adelantamos ya varias posiciones. A partir del kilómetro 2 técnica de combinar trotar uno pasos con correr otros. A partir del kilómetro 3, tirando de brazos en las cadenas y cuerdas. Finalmente, 45'46" en recorrer los 3,9 kilómetros y 900 m+ y una 19º posición.
Teníamos ganas de probar un vertical y ya lo hemos hecho. No será el último.
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