El pasado domingo, 13 de octubre se celebró la décima edición de la Carrera Popular "Villa de Andosilla". Motivado por la cercanía y por la relación con algunos miembros de la organización que varios años atrás me avisaban para ir, pero que por distintos motivos nunca podía acudir, esta vez si, esta vez la iba a poder correr/disfrutar.
Como casi siempre, intenté motivar a algún compañero del Peralta Atlético, pero la gran mayoría decidieron participar en la Zubiri-Pamplona que coincidía en fecha con la prueba andolense.
Vamos prontico para inscribirnos, recoger el dorsal, ver y participar en las categorías inferiores. Se acerca la hora de la nuestra, un pequeño calentamiento y muchas, muchísimas conversaciones con gente conocida que encima me dan información, consejos y estrategias. Todo es de agradecer. En lo que la mayoría coincide es en que en el kilómetro 4 hay una "gran subida". Genial..... casi hay que preparar hasta estrategia, pero con lo cortita y rápida que será la prueba, poco se puede reservar uno.
El club organizador estaba de estreno. Tanto de uniforme como de club recién creado, así que enhorabuena y a trabajar por mantener esa ilusión.
Al lío. Zona de salida, recuerdo especial a Pablo Ariza en el primer aniversario de su fallecimiento, con muchísima representación del Club Peña Azagresa, cuenta atrás, cohete y a correeeeer!!!!
De salida, rápida como casi todas. Primeros 500 metros y ya se forma un grupo cabecero de unas 12 personas. No quiero ir ahí de inicio. No quiero pagar el ritmo de salida, así que busco hacia atrás para ver si viene algún otro corredor. Primer kilómetro, 3'33", alegría para el cuerpo. El grupo de adelante se ha deshecho. Vamos ya en fila de 1 muy dispersos y yo tengo delante un corredor a escasos 5 metros y otro a 10. Me va genial ir ahí detrás. Además de que a uno le conozco y suele terminar por delante mío, así que si es que se podía "guardar" algo de fuerzas, lo íbamos a hacer.
La prueba es totalmente urbana, se callejea mucho y se realizan bastantes cambios de dirección. Se hace divertida. En el kilómetro 3, creo recordar, se volvía a pasar cerca de la salida. Un buen sitio para recibir ánimos de la gente y por supuesto de los míos.
Seguimos callejeando, vuelta y vuelta y nos metemos ya en la parte vieja, kilómetro 4, así que en breve tocará hacer la "gran subida". Un primer repecho, corrible, un falso llano y mucho griterío de la gente, así que ya estamos. Veo a los de adelante correr y me imagino el desnivel de la subida. ¿Caminar o correr? Ahí lo dejo, yo lo tengo claro en estos casos. Con mi técnica, adelanto a dos corredores. Pasamos por la iglesia, continuamos ascendiendo, pero ya por rampas más corribles y aparecemos en la carretera de Peralta. Se acabó la subida. Toca bajada y buena, asfaltada, no como esas locuras que hace la gente en los trails......jajjajjjaja. Motivado nivel Eliud Kipchoge, y su media de 2:50 el kilómetro en maratón Ineos, vamos a darlo todo bajando. El crono marcó 2:37 velocidad máxima, habría que saber cuantos metros.
En la bajada, adelanto otro corredor y veo de cerca a un compañero de Peralta. Ya en el llaneo hasta dar la curva de la Plaza, consigo alcanzarle para entrar juntos en meta. Menudo calentón de carrera.
A la llegada, un poquito de fruta y agua que nos habían preparado en el avituallamiento. Duchas, a escasos 50 metros de la llegada. Aparcamiento a 20. Y es que estas cosas son de valorar y mucho en las carreras "de pueblo", que tienes todo a mano. Y ya tras la ducha, un pincho (bocata) de txistorra y un vasico de vino para cada participante.
La carrera tiene un fin solidario con la Asociación KUBUKA, asociación dedicada a la cooperación para el desarrollo en comunidades vulnerables en Kenia y Zambia. Conócelos AQUÍ.
En lo personal, pues carrera realizada de menos a más si es que se puede decir, porque reservarme o guardarme, poco se podía guardar uno cuando es tan poquita distancia, pero sí a que la "gran cuesta" le tenía ganas. Puesto 9º, entrando de la mano con el 8º con un tiempo de 21'26".
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