viernes, 1 de septiembre de 2023

CRÓNICA CROSS EUGI "DESDE DENTRO"

Cross de Eugi, una de esas carreras que llevaba tiempo con ganas de hacerla, pero que como en muchas otras carreras, o por coincidencia, o por planificación, o por otros motivos pues se ha ido retrasando nuestra participación hasta esta edición, hasta la vigésima novena edición, hasta la del pasado domingo 27 de agosto.

Tras un verano en el que hemos tocado un poquito varios palos, sin llevar una planificación estricta, disfrutando de la bici, la natación y el correr y sin abandonarnos en exceso en el tema deportivo, nos pusimos manos a la obra a principios de agosto para el objetivo del año, la Maratón de Valencia.

Como estamos empezando y las opciones que se nos quedan libres los fines de semana son muy escasas por aquello del micrófono, pues hay que hacer un poco encaje de bolillos para poder ponernos de vez en cuando un dorsal y desentumecer las articulaciones y músculos, acostumbrados mucho más a ritmos de entrenamientos que a la adrenalina y la intensidad que te da la competición.

Encajaba bien el Cross de Eugi en la planificación, encajaba también la fecha y encajaba ir con la familia a pasar el día por la zona. Un paraje bonito por la zona del Pantano de Eugi, con unas vistas maravillosas desde la zona del pueblo y con senderos bonitos para disfrutar con los peques dando un paseo. Ya habíamos estado por la zona en otras ocasiones, pero no nos importaba repetir el plan.

A medida que se iba acercando la fecha, las previsiones de lluvia aumentaban considerablemente y las dudas de que la familia me acompañase o no a la carrera, cogían más fuerza. Por suerte, otro falcesino y familiar se iba a animar a participar, así que cambio de planes. En lugar del plan familiar, lo íbamos a sustituir por ir, correr y volver a casa, pero acompañados de David.




El domingo, viajamos pronto. Las previsiones de lluvia se cumplían y al llegar a Eugi tuvimos que estar un rato metidos en el coche esperando a que dejase de llover un poco para salir e ir a buscar nuestro dorsal. Que manera de llover. Suerte que al bajarnos nos encontramos con el bueno de Txipi y nos acercó hasta la carpa donde repartían los dorsales. Él ya sabía lo que era correr aquí.

Un cafetico rápido en uno de los bares del pueblo viendo de fondo el pantano de Eugi y de paso, juntándonos con más corredores que también habían llegado pronto a retirar el dorsal. 

Como pudimos, nos acercamos al coche a cambiarnos y con las dudas de que ropa coger o no coger y otra duda, la de calentar o no calentar. Al final decidimos los dos irnos ya con la ropa de la carrera para no tener que volver al coche a nada. El calentamiento fue lo que tardamos en ir del coche a la carpa que había en la zona de salida (unos 300 metros), lo recomendable, vamos.


Mientras estábamos por allí, dieron salida a las carreras infantiles. Que campeones. La que les estaba cayendo. Pero como todos, una vez con dorsal y una vez te dan la salida, ya todo lo demás es disfrutar. A falta de un minuto o menos para las 10:30, decidimos salir a la zona de salida y colocarnos en posición. Jarreaba y bastante. 

Como los días previos habíamos hablado con gente que conocía la carrera y nos habían puesto al día del recorrido, sobre todo del perfil, ya que no es una carrera llana, decidí tomarme los 4 primeros kilómetros de calentamiento y salir más relajado, además no habíamos calentado nada antes de salir a la prueba.

Lanzaron el cohete, salimos y para los primeros 500 metros, que además eran cuesta arriba, un gran grupo de corredores se fueron para adelante y yo me quedé en un segundo grupo mucho menos numeroso y que a medida que pasábamos los primeros kilómetros se iba deshaciendo.

Tras algo más de 3,5 kilómetros por la carretera que te lleva a la Real Fábrica de Armas de Eugi, tomamos un desvío a la izquierda para meternos de lleno en el bosque y en un entorno mucho más natural para empezar a dar la vuelta al Pantano de Eugi. El terreno ya era camino y la humedad del bosque se hacía notar.




Con varias personas con las que hablé sobre la enfermedad carrera, coincidían en las dos cuestas importantes que tiene esta prueba. La primera en el kilómetro 5 aproximadamente, formada por un estrecho sendero y algo resbaladizo por la lluvia caída, pero que pudimos subir corriendo y controlándonos el pulso para que no se nos disparase mucho y guardando fuerzas para la parte final de la carrera.

La bajada, apretamos un poquito ya que no era muy técnica y permitía correr bastante. Poco a poco íbamos adelantando alguna que otra posición también. De vez en cuando, entre algún aclarado de la mucha vegetación, se podía apreciar a la izquierda el bonito paraje del embalse, eso si, sin descuidarse mucho y mirando bien por donde pisábamos.

Nos acercamos a la cuesta del kilómetro 7. Esta ya era una pista mucho más ancha y además, se veía claramente lo que te quedaba ya que era muy recta. De nuevo, controlando las pulsaciones para que no subiesen demasiado y que fueran cayendo poco a poco los metros de ascenso. Al llegar arriba, no me lo pensé mucho y me tiré fuerte a por la bajada. Seguía siendo pista con lo cual no había que pensar mucho sino sólo correr.

En este descenso llegué a coger a un compañero de equipo del Peralta Atlético y fuimos durante un buen rato juntos, prácticamente hasta llegar a la presa donde me sacó de nuevo unos metros de ventaja que ya no pude recortarle. En este paso por encima de la presa, aprovechamos a echar la vista a la izquierda y ver todo el agua del pantano, las vistas del pueblo de Eugi y un rápido vistazo a la vuelta que habíamos dado.



Una vez cruzada la presa, quedaba el último kilómetro y medio, que sin apreciarlo mucho a simple vista, iba todo el rato picando para arriba la carretera. Aquí puse la vista en la espalda de dos corredores que llevaba delante a unos 60 metros y a intentar mantener el ritmo hasta llegar a la última parte ya por el casco urbano donde los últimos 300 metros eran de bajada, coincidiendo con los primero metros de la carrera.





Al mal tiempo, buena cara. Una vez que tomamos la salida y una vez que nos pusimos en carrera, la lluvia no fue impedimento para poder disfrutar de esta magnífica carrera. Lógicamente, para los organizadores y los amigos y familiares que se querían acercar a ver a los corredores, pues como es lógico, no fue el mejor día del año, pero bueno, frente al tiempo no podemos hacer mas que adaptarnos.

Esperé a David a que llegase a meta. No tardó mucho más que yo y rápido fuimos a darnos una buena ducha para no quedarnos muy fríos. Vimos el final de carrera y ya de paso nos quedamos por allí a ver la entrega de premios y aprovechar a echarnos un pintxico de txistorra con un poco de queso y un buen vaso de vino para rematar la mañana.

En lo personal, un tiempo de 44:58 y una posición 19ª que fuimos consiguiendo a medida que pasaban los kilómetros, ya que por fotos y por lo que pudimos contar en la salida, en los primeros kilómetros llevaría a más de 30 personas por delante.

No dio para más la mañana. Vuelta a casa y otra gran experiencia en esta carrera de Eugi con mucha gente conocida entre los participantes y que a buen seguro nos iremos viendo en muchas otras carreras durante este final de año. 




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