Y se lo recordé a Diego, uno de los organizadores de la prueba, en una de las muchas veces que intercambiamos palabras durante la mañana del sábado 16 de septiembre en Villatuerta: "¿Te acuerdas Diego, allá por el mes de abril, estando en el trail Sierra de Codés?" Allí empezamos a hablar del Trail de Muskildia.
Faltaba mucho, pero se iban sentando las bases de una nueva prueba popular en el calendario del trailrunning navarro. "Pues ya ves, Diego, ya estamos aquí, ya no hay vuelta atrás, hoy es el día, hoy es vuestro momento, así que adelante con la I Edición de Muskildia Trail".
Se levantaba el telón. Se vestía de largo un nuevo trail con las dudas iniciales de si cuajará, si encajará, si gustará... pues oye, para la primera edición, más de 160 personas, así que ni tan mal. Íbamos con ganas, íbamos con ilusión e íbamos a darlo todo, como siempre. Aparecimos pronto por la localidad de Tierra Estella. Para entonces, ya había miembros de la organización por allí, que fuimos conociendo poco a poco. Esta vez, no tocaba montar la megafonía, así que nos dedicamos a ver un poquito las instalaciones deportivas desde donde salía la prueba y charlar con alguno de los participantes que se encontraban por las inmediaciones. Miguel nos enseñó lo que les ofrecían en los participantes en la bolsa del corredor. Completita, la verdad.
Una vez tuvimos la megafonía activa hicimos unas pruebas de sonido y dejamos ya la música de fondo esperando a tener un poco más de público por la zona. A lo tonto, entre fiestas y fiesticas, desde Pilón Trail, me había pegado 7 semanas sin locutar una prueba. Empezamos ya a ver cada vez a más participantes y familiares por la zona, así que agarré el micro, hablé con Fermín que iba a estar a los mandos del sonido y que hizo una labor estupenda durante toda la mañana y al lío. "Buenos días. Egun on. Bienvenidos, bienvenidas a Villatuerta..." y ya, hasta que nos quitaron la corriente del micro... jajajjaa.
Dio mucho gusto vivir los momentos previos. Siempre son momentos que se genera un poco de nerviosismo y tensión y más cuando es la I Edición, pero estaba todo controlado. Iban a ser dos recorridos, uno de 8,5km y 350m+ y otro de 19km con 750m+ y una única salida conjunta.
Cuando ya tuvimos el OK de la organización, "Corredores, corredoras, nos colocamos en la línea de salida". Aquí hubo reconocimientos, agradecimientos, aplausos y música para la ocasión todo ello finalizando con una sonora cuenta atrás ayudado por el magnífico público, una salida rápida y con unas lágrimas en los ojos de una niña entre el público, que poca gente observó y que aquí, al que está detrás de esta página, se le saltaron también las lágrimas.
Sabía de quien era esa niña y sabía de la emoción con la que se había vivido la salida. Imagino también las horas que habrá invertido o las horas que habrá dejado de ver a sus padres por tantas y tantas cosas que hay que preparar meses antes de una carrera. Son historias, son instantes, son recuerdos que cada carrera nos deja.
Vamos a la carrera. La primera parte común para las dos distancias. Del recorrido no os puedo contar mucho porque no lo vi, pero si lo estudié y mucha gente nos pasó sus informes. Una gran subida en los primeros kilómetros hasta el Fuerte de San Juan y un bonito sendero por la Ruta del Zumaque para terminar bajando hasta la localidad de Villatuerta.
Aquí, los del recorrido corto se quedaban en meta y los del recorrido largo pasaban, valga la redundancia, de largo. Una meta muy vistosa y muy bien señalizada con un pasillo de más de 50 metros que se lo curraron muy mucho a base de hierros de ferralla bien protegidos y cinta de balizar, además del cartelón enorme antes del pasillo para separar ambas carreras.
Por lo tanto, en la zona de llegada vivimos estos momentos con intensidad, ya que si a unos animábamos por el final de la prueba, a otros les animábamos para afrontar la segunda parte de la carrera. Una zona, también alejada del núcleo urbano, pero por lo descrito por los participantes, preciosa, en uno de los robledales mejor conservados de la zona. Muskildia. Y entre las varias subidas y bajadas que debían hacer, casi todos coincidieron en la dureza del recién bautizado "Muro de Muskildia".
A la llegada de los participantes, pues como casi siempre, además de intentar saludar y dar la enhorabuena a los participantes más rápidos, también intentamos conocer un poquito más a otros corredores que ocuparon posiciones más retrasadas, pero que igualmente tenían bonitas historias que contarnos.
El olor a brasas en la meta cada vez era más fuerte y si encima, se acercaban a la zona en la que me encontraba y me ofrecían un "pintxico", aún daban más ganas de probar el avituallamiento de meta, pero no fue posible. No había tregua. Seguían llegando corredores y corredoras a meta. Se agradece el ofrecimiento, pero cuando son carreras tan cortas y explosivas, no hay tiempo para almorzar.
Los más rápidos en el recorrido largo fueron Ion Sola y Larraitz Etxebeste, mientras que en el recorrido corto, el primero en llegar fue Alberto Azparren y la primera Laura Guerrero.
Durante la prueba, fuimos nombrando unos cuantos sorteos que hubo entre los corredores por parte de los colaboradores y además, con la venta de boletos, también se sortearon varios regalos. Todo lo tenían al detalle.
Daba pena terminar aquello, pero había que poner punto y final a la fiesta del trailrunning de Villatuerta y lo hicimos a lo grande, con muchos de los voluntarios y organizadores que estaban por allí presentes bailando y disfrutando en el podium y bajo el photocall de la prueba a nuestras espaldas.
Enhorabuena por vuestro gran trabajo y gracias por vuestra confianza. Ojalá, por muchos años más de prueba.
Tras la despedida y cierre, pude hacerle caso a un gran amigo que se había desplazado hasta la localidad de Villatuerta. Este gran amigo, lo hice a través de mi trabajo en el Polideportivo de Peralta. El marchó a trabajar a Estella y yo sigo en el polideportivo. Se acercó, sabiendo que yo estaba por allí, estuvo toda la mañana disfrutando del evento y finalmente, dadas las circunstancias, acabamos yendo a comer por la zona para charlar, largo y tendido, de muchas cosas. Antes de eso, visita al Puente Románico de Villatuerta y a la Calzada Romana de Zirauki. También nos dio, sin saberlo, a pasar por las fiestas de Zirauki. Jajjajjjaja.
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