La próxima vez, que no te lo cuenten. La próxima vez, vívelo "desde dentro", porque es una auténtica pasada todo lo que envuelve a la Carrera Nocturna de Rincón de Soto. Desde que abre el álbum de cromos a finales de diciembre, pasando por todas las estadísticas de la carrera, anunciando a bombo y platillo sus novedades, emitiendo en directo la prueba con una cámara fija en la meta, dando premios por batir el récord, por ser los primeros, por ser más rápidos en equipo, por ser más numerosos, por realizar una cena de hermanamiento, tal y como reza su nombre: Carrera Nocturna Rincón de Soto - Hermanamiento de Clubes. Y luego, el posterior sinfín de videos, fotos y documentación que nos llega a los participantes.
Me hizo especial ilusión la llamada de Santi para comunicarme que, para esta décima edición, querían contar con mi presencia como Speaker Oficial de la prueba. Una prueba de la que había oído mucho hablar y que, en una ocasión, corrí, parando el crono en 36'13".
Muchas carreras cuidan hasta el mínimo detalle, muchas carreras cuidan especialmente al corredor, muchas carreras se preparan con cariño, pero pocas carreras tienen ese sentimiento de pertenencia a un pueblo, a un club, a una historia.
Cuando te inscribes en esta carrera, te dan la opción de enviarles una foto tuya y que te generen un cromo con tu historial de la prueba. Ese cromo, el día de la carrera, te lo colocando en la entrada de recogida de dorsales y, al terminar la prueba, te lo puedes llevar de recuerdo. Yo tuve un cromo especial por mi papel de speaker.
La inscripción, ojo al dato, ¡5€!, te permite, además de que te organicen todo y tú solo tengas que correr (y, lo más importante, disfrutar del ambientazo), recibir una bolsa del corredor muy completa, con varios productos de diferentes colaboradores, y unos vales de pintxos para utilizar en diferentes bares de la localidad riojana.
La carrera, celebrada el pasado sábado 22 de febrero, comenzó con las categorías inferiores. Fue la 1.ª carrera del Circuito de Carreras Populares Ramón Óptica Navarra-La Rioja 2025, la tercera temporada ya del circuito, que cada vez atrae a más gente.
Para esta carrera, conté con la inestimable ayuda de "El Cordobés" como técnico de sonido y DJ Iván Sainz animando y poniéndonos música en directo. Así que nuestra única y gran labor fue dinamizar el evento desde las 16:00 horas, cuando empezamos, hasta las 21:30, cuando cerré con la despedida.
En esas 5 horas y media, pasó de todo. Vivimos momentos increíbles en las carreras de los más pequeños, dirigidas por Félix, para asegurar el buen desarrollo de las mismas. Todas ellas se realizaron por la Avenida del Príncipe Felipe, lo que nos permitió seguir todo el desarrollo de la prueba, viendo cómo algunos y algunas ya siguen una estrategia de carrera, poniendo en práctica lo aprendido en las escuelas de atletismo y no saliendo a lo loco, sin sentido, y llevándose una mala experiencia. También vimos, y me gustó mucho por eso lo destaco, a un grupo de corta edad, haciendo la carrera en un grupo de 6-7 participantes, corriendo juntos y esperando al menos rápido para entrar a la vez a la meta.

Entre carrera y carrera, íbamos anunciando, además del récord de participación en el décimo aniversario de la prueba, con 490 inscritos, que era posible que hubiera un nuevo récord en la tarde-noche del sábado. Era un presentimiento, y algo que podía ser factible gracias a la presencia, entre otros corredores, de ni más ni menos que la navarra Maitane Melero, campeona de España en 6 ocasiones en 3.000, 5.000 y 10.000 metros en pista, y corredora, ahora, del Beste Iruña.
Teníamos todo preparado para dar la salida. Contábamos con el OK de la organización y con todo el mundo enchufado para la carrera: corredores, organización y público. Así que, con la inestimable colaboración de la gente que llenaba las vallas en la zona de la salida, realizamos la cuenta atrás ¡y a volar!
El recorrido constaría en 3 vueltas de 3.400 metros, lo que da un total de 10.200 metros. Avenidas largas, con calles estrechas, curvas, aceras y el ambiente nocturno. Gracias a la gran cantidad de participantes de todos los niveles, se lograron unos tiempos rapidísimos. Y es que, con la salvación de los 4 primeros, el resto corrió en grupos, lo cual facilita llevar un ritmo superior a tus posibilidades.
Una vez que pasó el primer corredor por meta en su primera vuelta, fue un continuo goteo de participantes, ya que es una carrera en la que se dobla a muchos corredores. Así que, sobre todo para el público y para los que tenemos que narrarla, es puro espectáculo. Más aún, cuando en el paso de la primera chica vimos que llevaba 20" de ventaja respecto al récord establecido por Esther Rodríguez en 2022. ¡Esto fue una locura!
La carrera nos dejó como campeones a Nacho García y a Maitane Melero, estableciendo esta última un nuevo récord y llevándose entre otros premios el bote acumulado de 390€.

Tras la emoción viva por el ¡Récord! ¡Récord! ¡Récord! que aún retumba en mi cabeza, tocaba seguir animando a todos y cada uno de los participantes que completaban los 10 kilómetros de la noche. Aquí, al no ser una carrera homologada, el corredor quiere rebajar su marca año tras año. Lo sé porque, hablando con muchos de ellos tras la prueba, me lo reconocían. Tienen esta carrera tan fija en su calendario que les sirve para medir sus fuerzas y velocidad cada año. Muy fieles a la carrera.
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Tras la conclusión de la prueba, vino la entrega de premios, reconociendo, como mencionamos al principio, el esfuerzo de todas las partes implicadas. Por un lado, los premios de la carrera absoluta, con un premio económico de 150€ para los ganadores. Por otro, premios por subcategorías o grupos de edad. También hubo premios a los mejores equipos, que, en este caso, puntúan los 4 primeros clasificados y se llevan el peso del primero del equipo en peras de Rincón de Soto. Y, por último, reconocimiento a los cuatro clubes que más participantes aportan a la prueba. Todo detalles.
Tras el cierre de la carrera y las despedidas, tocaba regresar a casa con la satisfacción de haber hecho un buen trabajo. Allí se quedaron para disfrutar de la gran cena de hermanamiento, con más de 150 personas, que esperamos poder compartir algún año. Había que descansar la voz y también debíamos descansar nosotros, porque a la mañana siguiente tocaba un buen madrugón para disfrutar de otra prueba importante en La Rioja, como fue el Duatlón de San Vicente de la Sonsierra.
¡Deportistas! Lo dicho: que el año que viene no te la cuenten y vive la Nocturna de Rincón "desde dentro".
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