viernes, 5 de septiembre de 2025

CRÓNICA MEANDROS DEL EBRO BRIÑAS "DESDE EL MICRO"

Briñas, localidad riojana situada entre la Sierra del Toloño y la margen izquierda del río Ebro, a 5 kilómetros de Haro, la capital del Rioja, y con 187 habitantes según el INE en 2024, destaca por el encanto de sus calles, su Plaza Mayor, su gente y, además, por contar desde hace cinco ediciones con una bonita carrera popular: la Carrera Meandros del Ebro

El pasado domingo, 31 de agosto, se celebró en la localidad riojana de Briñas una nueva edición de su carrera popular. El recorrido, totalmente renovado debido a un desprendimiento ocurrido a principios de año en el puente de Briñas, mantuvo la esencia de correr junto al meandro que el río Ebro dibuja a su paso por la localidad. Como telón de fondo, la Sierra del Toloño ofreció unas vistas espectaculares mientras los participantes disfrutaban de la carrera entre viñedos.

Desde este rinconcito que es mi blog personal, quiero dar las gracias al Ayuntamiento de Briñas, con Silvia como alcaldesa, y a Tryners Haro, colaboradores de la prueba, con Luisito también al mando, por su confianza y por permitirme vivir esta carrera tan familiar “desde el micro”.


Días antes, ya se había anunciado el cierre de inscripciones. Y es que, en esta 5ª edición, se alcanzaron los 150 participantes, el cupo máximo que la organización quiere mantener, priorizando así el buen servicio al corredor.

Desde nuestra llegada a Briñas notamos que íbamos a sentirnos muy arropados en este lugar. Nada más aparecer, varios voluntarios y voluntarias se ofrecieron a ayudarnos con el montaje de nuestro espacio como speaker. No íbamos a rechazar esa ayuda, y gracias a todos, el montaje resultó mucho más rápido.

El escenario donde se iban a repartir los premios ya estaba repleto de obsequios. Y es que, además de los detalles para los tres primeros clasificados, tanto en categoría masculina como femenina, había más de 30 o 40 sorteazos para los participantes: estuches de vino, material deportivo, cenas y comidas, estancias en hostales y hoteles de la localidad… ¡Una auténtica pasada! Yo mismo estoy pensando en apuntarme el año que viene solo por tener un dorsal para los sorteos, no os digo más.

Pronto empezaron a llegar los participantes para retirar su dorsal, y con ello también muchas caras conocidas. La mayoría, lógicamente, procedentes de La Rioja, pero también del País Vasco y de Navarra. Así que, una vez más, íbamos a sentirnos como en casa.

La Plaza Mayor de Briñas se iba llenando poco a poco, mientras la mesa de entrega de dorsales se iba despejando. Los voluntarios, vestidos con sus petos amarillos, se preparaban para cubrir los cruces de los caminos y atender los puntos de avituallamiento de la carrera. Allí conocí a dos personas que se encargarían de las clasificaciones, con quienes me coordiné para tener todo controlado en esa parte.

Intensificamos la animación en los últimos cinco minutos previos a la salida, y aprovechamos para agradecer a todos los participantes su presencia, así como a los organizadores y colaboradores. Se respiraba un gran ambiente en esos minutos previos, y el nivel en la línea de salida era muy bueno..

Dimos la salida. 8,6 kilómetros por delante, combinando asfalto, pistas, algún sendero y un par de subidas que, sumadas a los toboganes propios del terreno, acumulaban unos 100 metros de desnivel positivo. Para ciertos corredores, esto no supondría gran dificultad, y se preveía una carrera rápida, con los primeros clasificados llegando a meta en menos de 30 minutos.

Repitieron triunfo los ganadores de la edición anterior: Imanol Larrañaga y Cynthia Serrano en sus respectivas categorías.

A la llegada a meta, a todos los participantes les esperaba un detalle por parte de la organización: una bolsa de tela reutilizable que contenía diversos obsequios. Además, en la mesa de avituallamiento de meta había, entre otras cosas, un bollo preñao, típico de La Rioja, que no dudamos en probar una vez terminamos de animar a todos y cada uno de los corredores que cruzaron el arco de meta.





Dimos tiempo para que los participantes se ducharan en el frontón de Briñas y, tras la entrega de premios a los más rápidos de la mañana, pasamos a uno de los grandes momentos de la jornada: los sorteos que, un año más, habían preparado en esta carrera. Ya hemos comentado que fueron muchísimos y de muy buena calidad, gracias a los patrocinadores y colaboradores de esta carrera popular.

Fue una gran mañana deportiva la que pudimos vivir, y la alargamos un poquito quedándonos a comer en uno de los bares de la misma plaza. Aprovechando que la Vuelta Ciclista a España se disputaba íntegramente ese día en territorio riojano, con salida en Alfaro y llegada en Valdezcaray, me acerqué a la localidad de Ezcaray para ver pasar la vuelta. De paso, visité a unos compañeros de micro que estaban trabajando como speakers, y disfruté de la feria, los stands y la pantalla gigante que se montó en Ezcaray con motivo de la disputa de la 9ª etapa.

Briñas, fue un placer conocerte. Si todo va bien, como nos anunció nuestro amigo Luisito, el año que viene, el último domingo de agosto, día 30, nos volveremos a ver y se retomará el recorrido anterior. Mientras tanto, ¡nos vemos en otras carreras!


                                                         

miércoles, 3 de septiembre de 2025

CRÓNICA CARRERA DEL ENCIERRO CASCANTE "DESDE EL MICRO"

Durante el verano se celebran numerosas carreras de atletismo popular, muchas de ellas vinculadas a las fiestas patronales y programadas en los días previos a su inicio. Algunas incluso aprovechan el recorrido del encierro para darle un ambiente especial a la prueba y anticipar la fiesta. Este es el caso de la Carrera del Encierro de Cascante.

El pasado viernes, 29 de agosto, se celebró en la localidad ribera una nueva edición de esta tradicional carrera. Con once ediciones ya a sus espaldas, se ha consolidado como una cita imprescindible que llena de ambiente la tarde previa al lanzamiento del cohete anunciador de las fiestas.



La carrera comenzaba a las 20:30 con las categorías infantiles, pero antes ya se vivía ambiente festivo en la Plaza de los Fueros de Cascante, lugar donde se realizaban las inscripciones. Allí tuvo lugar también un emotivo acto: la imposición del pañuelico de fiestas a los nacidos en el último año. Nosotros, tras ese momento y aprovechando que la plaza estaba repleta de gente, utilizamos la misma megafonía para amenizar la previa de la carrera, antes de dirigirnos hacia la zona de meta, junto a la Plaza de Toros.

Apuramos hasta el último momento antes de dejar paso a los organizadores para dar la salida a la primera de las carreras, y nos dirigimos a toda prisa hacia la meta. Vaya calentón el que nos pegamos, porque desde la Plaza de los Fueros hasta la Plaza de Toros/Skate había 360 metros… ¡y con cuesta incluida! Un recorrido exigente, sin duda, el de esta carrera.

Al principio pensaba que el ambiente estaría concentrado en la Plaza de los Fueros, pero pronto me di cuenta de que no era así: había animación en todo el recorrido. En la plaza quedaba todavía mucha gente, las terrazas de los bares por donde pasaba la carrera estaban llenas y, al llegar a la meta, entre quienes esperaban ya en lo alto y los que se iban acercando poco a poco, se creó un ambiente espectacular que arropó toda la carrera.

Con todo preparado, y en comunicación directa con la zona de salida gracias a los voluntarios y voluntarias, nos dispusimos a animar el ambiente en las diferentes llegadas a meta, comenzando con las categorías infantiles de benjamín y alevín.

Como curiosidad de este evento deportivo —y algo que ya nos habían adelantado—, mientras se disputan las diferentes carreras, cuatro toricos enormes de ruedas corren también junto a los participantes, lo que le da todavía un carácter más auténtico de carrera del encierro.

Máxima expectación para la prueba absoluta. Tras un pequeño parón, a las 21:15 en punto se dio la salida de esta carrera de 990 metros, desde La Misericordia hasta la zona de la Plaza de Toros/Skate. Mientras tanto, entre música y preguntas al público, aprovechamos para ganarnos su complicidad y sumarles a la animación.

Escuchamos el cohete anunciador de la salida y los encargados de la zona de meta pusieron el cronómetro en marcha. Además de los trofeos para los tres primeros clasificados en categoría masculina y femenina, este año 2025 se introdujo una novedad: 100 € para quien consiguiera batir el récord de la prueba —2:45 para hombres y 3:09 para mujeres.

Vimos de lejos la bicicleta que abría la carrera y nos sorprendió el tiempo que llevaba. Existía la posibilidad de batir el récord masculino, así que nos esforzamos al máximo para animar al primer participante que apareció en los metros finales. Se trataba de un conocido de Calahorra, Nani Abdezarrak, quien ya se impuso en la Carrera del Encierro de Estella el pasado mes de julio y que podía rebajar la marca establecida en 2023.

Cruzó la meta y, al mirar el tiempo, dimos por bueno el récord de la prueba, a falta de confirmación oficial por parte de los jueces. Un ritmo estratosférico para los casi mil metros de carrera, y además con la dificultad añadida del desnivel del recorrido. La nueva marca quedó en 2:40.

La carrera femenina también tuvo su emoción, ya que Marina Agramonte y María Lainez llegaron juntas en los metros finales, entrando separadas apenas por centésimas en un apretadísimo sprint. No se batió ningún récord, pero nos ofrecieron una carrera espectacular.

Con toda la emoción por las nubes tras lo vivido y viendo entrar también a la categoría infantil junto a los mayores, dimos paso a las carreras de los más pequeños para poner punto final a la parte deportiva. Son esas carreras que realmente nos emocionan: apenas 100 metros llenos de ilusión, ganas y sprints en los que cada participante lo da todo por cruzar el arco de meta.

Todos los participantes recibieron un detalle por parte de la organización al cruzar la meta. Para los más pequeños hubo agua y chuches, mientras que los mayores recibieron dos regalos muy prácticos para usar durante las fiestas: una mochila y un abanico.

Solo nos quedaba entregar los premios a los más rápidos de la tarde en cada categoría. Otra de las novedades de esta edición fue la entrega de un vale para cenar en un establecimiento de Cascante al equipo más rápido, formado por cuatro personas.

Aprovechando la buena noche y el gran ambiente pre-festivo, alargamos un poco más nuestra estancia en Cascante, quedándonos con la organización a tomar un trago, compartir impresiones sobre la carrera y, sobre todo, desear unas felices fiestas a todos los cascantinos, cascantinas y a quienes visitan la localidad durante estos días.

Una carrera explosiva, rápida, con muchísimo ambiente local y que pudimos disfrutar al máximo gracias al Ayuntamiento de Cascante y al C.D. Cantera. ¡Nos vemos en próximos eventos, deportistas!

jueves, 14 de agosto de 2025

CRÓNICA BTT SENDAS DEL DUERO "DESDE EL MICRO"

Ganarse la confianza de la gente a base de pasión y trabajo es una de las mayores satisfacciones que se pueden tener. Como diría Víctor Küppers, “hay que hacer las cosas ordinarias de manera extraordinaria”. Y eso, al final, es lo que marca la diferencia.

Con ese espíritu, el pasado 8 de junio nos presentamos en Regumiel de la Sierra (Burgos). Allí conocimos al equipo Duruelo Bike, que organizaba su BTT el sábado 2 de agosto. No dudaron en pedirnos el contacto, charlar con nosotros y, finalmente, llegar a un acuerdo para que cubriéramos su evento deportivo.


El fin de semana del 2 y 3 de agosto se presentaba intenso. Por un lado, estaba la BTT Sendas del Duero; por otro, el evento del año para mí a nivel personal: el Pilón Trail Acofalces. En esta última prueba llevaba gran parte del peso de la organización, aunque contaba con un enorme equipo de personas colaborando y ayudando a que todo saliera adelante.

Esa confianza en el grupo fue clave para poder ajustar ciertos detalles y así hacer posible lo que parecía complicado: estar presente en ambos eventos el mismo fin de semana.

Con todo listo, sobre todo para el sábado por la tarde y el domingo por la mañana, sobre las 10 de la noche puse rumbo a Duruelo de la Sierra. El viaje fue tranquilo, sin mucho tráfico.
Y, como casi siempre, nada más llegar tocó la típica vuelta por el pueblo, parada en un bar, una caña (o un par…) y después a descansar bien para el día siguiente.

Ya por la mañana, temprano, porque la carrera empezaba a las 9:00, nos presentamos en la Plaza de la Carta Puebla. Allí ya había muchos voluntarios y voluntarias listos para entregar las bolsas del corredor, mientras poco a poco iban llegando los participantes. 

Para esta ocasión, conté con el equipo de megafonía de nuestro amigo y ya compañero Héctor, de Cronolimits. Él se encargó de montar todo, y nosotros pusimos nuestra voz, nuestra energía y nuestra experiencia.





Con récord de participación, 215 bikers, repartidos entre el recorrido largo de 50 km y 1.100 metros de desnivel positivo, y el corto de 30 km y 600 metros positivos, dimos la salida a las 9:00 de la mañana. Una prueba que celebraba su 10ª edición y que, además, gracias a la Diputación de Soria, formaba parte del 1er circuito de BTT Soria Puero Oxígeno.

Los recorridos destacaban por recorrer las faldas del Pico Urbión y por ser la zona donde nace el río Duero. Por lo que nos contaron los participantes al llegar a meta, es una zona preciosa para practicar tanto BTT como trail running, así que ya saben: apunten la Comarca Pinares, entre Burgos y Soria.

Como por la zona de la plaza no había mucha gente, y la prueba en el kilómetro 11 pasaba a apenas 300 metros de donde estábamos, fuimos a dar ánimos a los participantes en un paso que se las traía: un tramo de apenas 1,50 metros bajo un puente, donde los ciclistas tenían que agacharse montados en la bicicleta y además cruzar el río.

Un punto curioso y bonito, donde la gran mayoría de familiares se acercó para animar a los corredores.


Del recorrido no pudimos ver mucho más, pero sí nos hicimos una idea gracias a los participantes que, al llegar a meta, nos contaban su experiencia y nos destacaban pequeñas anécdotas vividas durante la prueba.

Lo que sí podemos destacar es que en meta les esperaba un gran avituallamiento para recuperar fuerzas.

Para la entrega de premios se acercaron autoridades de diferentes localidades que, como ya hemos comentado, forman parte de la Comarca Pinares, uniendo Soria y Burgos.





Eventos como esta BTT, además de dar a conocer la localidad en concreto, ayudan a poner la Comarca Pinares en el mapa nacional. De hecho, el pasado 2 de agosto había representantes de hasta 16 provincias.

Antes de irnos, agradecimos enormemente a Jose y Celia su confianza para que pudiéramos cubrir el evento, así como la buena acogida y atención que nos dieron.

Nos dio pena no poder quedarnos más tiempo y disfrutar de la comida post-evento, donde seguro que se vivió un gran ambiente, pero debíamos volver a nuestro pueblo, Falces, para estar presentes en el Pilón Trail Txiki, las carreras infantiles que se celebran el sábado por la tarde, previo al Pilón Trail (próxima crónica).

Así que, como ya he dicho, fue un placer conocer una nueva organización, un nuevo pueblo, y contar con el apoyo y la confianza de tanta gente para poder sentirnos, una vez más, como en casa.




martes, 12 de agosto de 2025

CRÓNICA CARRERA DEL ENCIERRO ESTELLA "DESDE EL MICRO"

Por estas fechas, son muy típicas las carreras prefiestas o las carreras del encierro. Por lo general, son carreras muy cortas pero explosivas, además de estar llenas de ambiente, con un carácter muy popular y festivo, ya que se celebran pocas horas antes del comienzo de las fiestas del pueblo que las organiza.

Fruto de este cúmulo de circunstancias, el pasado miércoles 30 de julio estuvimos como speaker en la Carrera del Encierro de Estella. Tras varios años de ausencia, el Club Montañero Montejurra y la Agencia de Comunicación 447 decidieron recuperar esta carrera para ir creando ambiente en la Ciudad del Ega en los días previos al Viernes de Gigantes.

La carrera no se había celebrado desde antes de la pandemia, y la organización tenía cierta incertidumbre sobre cómo respondería la gente a la hora de inscribirse y participar en el evento. Sin embargo, esto se disipó rápidamente, ya que en esta primera edición se superaron los 450 participantes.



Íbamos con “todo puesto”. Nos instalaron la megafonía en la salida, en la plaza para la entrega de trofeos y también en la llegada, que en este caso cubrió Iratxe. Así que nosotros solo nos limitamos a poner nuestra voz y experiencia, especialmente en los momentos previos a dar la salida.

Un recorrido por las calles del encierro que llevaba a los participantes a cubrir 1,000 metros desde el corral, en la calle Ruiz de Alda, hasta la plaza de toros.

Sobre las 19:30 comenzamos en la zona de salida a dar las buenas tardes y a presentar el evento. No había mucha gente por allí, pero poco a poco íbamos llamando la atención de quienes paseaban o tomaban algo en el bar junto a la salida.

Poco a poco iba llegando gente, sobre todo jóvenes, que se fueron colocando en la salida desde 20 minutos antes. Había que retenerlos bastante tiempo allí, ya que a las 20:00 daríamos la salida a la prueba competitiva, destinada a quienes se habían inscrito para competir y optar a los tres primeros premios en categoría masculina y femenina. Después, a las 20:05, se realizaría una segunda salida con el resto de participantes.



Amenizamos los momentos previos a nuestro estilo, con alegría, pasión y haciendo que aquello se convirtiera en una gran fiesta del atletismo popular. Presentamos la carrera competitiva, hicimos la cuenta atrás… ¡y a volar, nunca mejor dicho! El campeón bajó de los 3 minutos, dato que supimos más tarde en la plaza.

Cinco minutos después, lanzamos a casi 400 personas, con todo tipo de público: desde los más pequeños en silletas hasta los más mayores. Un gran ambiente para recuperar una carrera tradicional en Estella.

En la zona de salida ya no podíamos hacer nada, salvo agradecer al técnico de sonido por haber montado todo el tinglado para ese momento tan importante de la carrera. Así que, junto a Sergio, nos dirigimos a la plaza, donde nos esperaba Iñigo, DJ Torrano, para amenizar durante una hora la tarde y también la recogida de las camisetas oficiales del evento, que en esta ocasión se entregaban después de la prueba presentando el dorsal en las mesas de la organización.




Cuando la organización tuvo todo preparado, con las clasificaciones finales y los trofeos sobre el escenario, pasamos a entregar los premios a los más rápidos y rápidas de la I Edición de la Carrera del Encierro de Estella. Dada la alta participación y el buen ambiente, seguro que el año que viene habrá una segunda edición.

Aprovechando la buena noche y que la familia me había acompañado, decidimos alargar un poco más la estancia en Estella para disfrutar de un buen bocata y de una noche de lujo por sus calles.

Toca agradecer personalmente a Martín y a Sergio su confianza, así como a los técnicos de sonido y a Iñigo por amenizar ese ratito tan bueno en la plaza. Ojalá el año que viene podamos contar que se celebra la II Edición de la Carrera del Encierro de Estella.



CRÓNICA CAMPEONATO ESPAÑA DUATLÓN, TRIATLÓN Y ACUATLÓN CROS "DESDE EL MICRO"

Hace ya un par de semanas se celebró en Calahorra el Campeonato de España de Duatlón Cros, Triatlón Cros y Acuatlón. Fue el fin de semana del 26 y 27 de julio, y tuve la gran oportunidad de ser uno de los speakers oficiales de la prueba junto con el gran Ángel Fernández, referente y maestro para mí. Tenía muchas ganas de coincidir con él y, por fin, se dio la ocasión.

El inicio de la historia se remonta a 2024, en el Campeonato de La Rioja de Triatlón Cros, que tuvo lugar en julio de ese año en el embalse del Perdiguero. Nada más terminar la prueba, el organizador me confirmó que, al año siguiente, sería la sede de todo un Campeonato de España.

Ilusión máxima al recibir la noticia y, aunque todavía faltaba un año para la celebración, ya había ganas y entusiasmo por formar parte de semejante evento y ver en acción a los mejores triatletas de la modalidad cros.


Los días previos al evento tocó acercarse a Calahorra. Por un lado, había que definir bien nuestra ubicación en el embalse, ya que nos correspondía dinamizar y dar la salida a las pruebas de triatlón y acuatlón el sábado por la mañana y por la tarde, respectivamente, en el embalse del Perdiguero.

Por otro lado, también nos acercamos para conocer en persona a Ángel, recibir sus consejos y las indicaciones pertinentes para realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible, y para vivir el ambiente que, ya desde el viernes, se respiraba en Calahorra, ya que iban a participar casi 1.600 deportistas.

El embalse del Perdiguero y el parque del Cidacos eran las dos zonas más importantes del campeonato. El primero acogía el segmento de natación y la primera transición: a la bicicleta en el triatlón y a la carrera en el acuatlón. Mientras que en el parque del Cidacos se encontraba la segunda transición, donde se dejaba la bicicleta en el triatlón para comenzar a correr hasta la meta, ubicada en el mismo parque.

Todo el sábado por la mañana estuvimos dando la salida a las diferentes categorías que participaban en el Campeonato de España de Triatlón Cros: cadetes, júnior, juvenil, grupos de edad y élite. Desde nuestra ubicación podíamos ver perfectamente el segmento de natación y cómo recorrían la alfombra roja hasta llegar a la primera transición. Allí conté con varios oficiales de la Federación Española de Triatlón, que me aportaron su experiencia. La mayoría de ellos eran de la zona, así que conocíamos a casi todos.





Tras la salida de la última participante de la transición, cogí mi bicicleta para dirigirme a la zona de meta. Todavía quedaba gente en el recorrido, por lo que pudimos disfrutar también de las llegadas y las entregas de trofeos.

Sin apenas descanso tras la entrega de premios, me dirigí rápidamente al embalse, ya que se acercaba la hora del acuatlón y teníamos que realizar la previa mientras los participantes dejaban sus zapatillas en la transición para correr tras nadar en el embalse.

De nuevo, dimos salida a todas las categorías, lo que nos hizo pasar toda la tarde en el mismo lugar donde lo habíamos hecho por la mañana. Así que genial: ya conocíamos la dinámica y varios participantes repetían, lo que nos daba confianza para hablar con ellos.

Del mismo modo que por la mañana, en cuanto acabamos, salimos pitando para poder acompañar un rato a Ángel en meta. La cosa es que, cuando llegué, la prueba ya había terminado, ya que en el acuatlón se nada y se corre, así que tardamos más nosotros en llegar desde el embalse en coche que los participantes corriendo.




Para el día siguiente nos quedaba el Campeonato de España de Duatlón Cros. En esta ocasión, no tuvimos que cambiar de ubicación, ya que la salida y la llegada se producían en el mismo parque del Cidacos. Compartí la mañana con Ángel, coordinándonos, complementándonos y, sobre todo, transmitiéndome mucha confianza en el evento.

Fue una gran experiencia para mí. Estuvimos muy cómodos, muy a gusto, y lo dimos todo como acostumbramos. Aprendimos muchísimo, ya que, sin quitar mérito a ninguna organización que se esfuerza cada fin de semana, estar dentro de este evento supuso, a nivel organizativo y laboral, un gran salto para mí y para mi forma de trabajar en los eventos.

No puedo más que agradecer a la FERTRI por su confianza, así como a Ángel y a la Federación Española de Triatlón por todo su apoyo.

Enhorabuena, Calahorra, y a sus muchísimos voluntarios y voluntarias por cómo salió todo. Nos vemos de nuevo en 2026.




miércoles, 23 de julio de 2025

CARRERA "FIESTAS CASCO VIEJO" CALAHORRA "DESDE DENTRO"

El verano está lleno de carreras. Parece que hay menos, hasta que te pones a buscar, indagar y descubrir. Muchas de las carreras de verano están relacionadas con las fiestas: carreras de encierros o similares. La carrera "Fiestas del Casco Viejo" de Calahorra es un ejemplo de ello.

El pasado viernes, 18 de julio, se celebró en Calahorra la 7ª edición de la Carrera Popular "Fiestas del Casco Antiguo". Una prueba organizada y coordinada por nuestro amigo Félix, gran impulsor del atletismo en la zona, apasionado del deporte y principal responsable de este evento.


A última hora de la tarde del viernes me animé a participar. Salí de la piscina donde me encontraba, cogí la pantaloneta, la camiseta y las zapatillas, y me fui a disfrutar de una carrera corta, cercana a casa. Como no la conocíamos, era una buena oportunidad para descubrir cómo es, cómo se desarrolla y todo lo que la rodea.


Aparqué el coche y me fui a buscar la zona de salida por el Casco Viejo de Calahorra. La verdad es que creo que era la primera vez que recorría esas calles. Por suerte, varios participantes se dirigían hacia allí y pude seguirlos para encontrar el camino.

En el Planillo de San Andrés, junto a la iglesia del mismo nombre, ya se respiraba el ambiente previo a cualquier evento deportivo: música, animación y las carreras infantiles en pleno desarrollo. Saludamos a muchas personas conocidas, pero lo primero era recoger el dorsal, ya que no estábamos inscritos y tampoco nos sobraba mucho tiempo. Camiseta de algodón que nos dieron para poder lucirla por ahí.

Quería trotar un poco antes de la carrera, si era posible, darme una vuelta al recorrido previamente —la “de diver”— y después ya hacer la oficial —la “de fuego”. Pero entre saludar a uno, que me explicaran el recorrido, y que mientras calentaba me encontré con Juantxo (con quien tengo esta misma semana un gran evento: nada menos que el Campeonato de España de Triatlón Cross, Acuatlón Cross y Duatlón Cross, al que, por cierto, estáis todos invitados a pasaros por Calahorra)... bueno, pues eso, que al final apenas pudimos correr un par de kilómetros antes de colocarnos bajo el arco de salida.

Ya nos había advertido el bueno de Dani (del Calagurris Atlético) si sabía bien dónde me había metido. Que tuviera cuidado con las dos cuestas... ¡aunque luego le tuve que tirar de las orejas, porque al final fueron tres! (jajajajaja). También algún que otro participante nos puso al día sobre el recorrido, así que nada, salimos a lo nuestro: a disfrutar y a darnos un buen calentón.

Un centenar de personas estábamos preparados para la salida. Hicieron la cuenta atrás y, desde el Arco Romano del Planillo de San Andrés, salimos de la plaza con un terreno bastante favorable. Prácticamente los dos primeros kilómetros de carrera fueron cuesta abajo o llanos, lo que permitió coger ritmo con facilidad.

Fui cogiendo ritmo y posición, y lo curioso de esta parte fue que íbamos al ritmo de las primeras chicas de la carrera: Vero, Maribel y Riovana. Casi al llegar al kilómetro dos, apareció desde atrás Deysi, las adelantó con fuerza y se fue hacia adelante, justo antes de comenzar la primera de las cuestas.

Me enganché un poco a Deysi para intentar aguantarle el ritmo. Ya habíamos entrado en pleno Casco Antiguo, con una fuerte subida, y a partir de ahí todo eran calles estrechas, muy reviradas y sin apenas descanso. Tras una bajada muy empinada, afrontamos otra subida dura que nos llevó a pasar por el arco de salida/meta, antes de encarar otro descenso exigente… ¡con escaleras incluidas!






Fue en ese momento cuando me acordé del bueno de Dani y sus “dos subidas”. Estaba bajando la segunda, no llevaba ni tres kilómetros y todavía no había pasado por la Plaza del Raso… así que, claramente, aún quedaba una sorpresa más en forma de cuesta.

Pues, como era de esperar, después de haber perdido bastante desnivel, tocaba volver a subir. En cada giro que hacías por una bocacalle, la pendiente parecía aumentar aún más. Pero bueno, para eso habíamos venido.

Pasamos la Plaza del Raso, el punto más alto de la carrera, y a partir de ahí todo fue callejear por el Casco Viejo, donde veías al de delante y, en un segundo, ya había desaparecido por alguna calle estrecha. Finalmente, la carrera resultó ser de algo menos de 5 kilómetros. Me di un buen calentón con un tiempo de 19:25, y después tuve que trotar un poco más para recuperar del esfuerzo. Las pulsaciones se nos habían disparado y de que manera.



Al regresar a la plaza, cogí un poco de sandía del avituallamiento de meta, recogí la camiseta que me habían guardado y, tras alguna que otra foto y saludar a amigos y conocidos, me fui despacito hacia el coche para volver a casa cuanto antes y no quedarme frío. Eso sí, antes de arrancar, cambio de ropa en el coche para no volver sudado.

Me encantó el recorrido. Es un auténtico fartlek. Tienes que disfrutar este tipo de carreras para sacarle todo el partido al trazado. Hay cuestas empinadas, tanto de subida como de bajada, giros constantes… de repente vas lento, de repente rápido. Y eso es lo bonito: que haya tanta variedad de carreras y puedas elegir la que más te guste o mejor se adapte a ti.

Agradezco a Alfonso que nos dejase unos bonitos recuerdos de nuestro paso por la Carrera de las Fiestas del Casco Viejo de Calahorra. Nos veremos muy pronto, aunque esta vez será él quien lleve el dorsal y yo el micro.

También quiero dar las gracias a la organización por el esfuerzo que hacen para sacar adelante estas carreras, darle vida y ambiente a la localidad, y permitirnos disfrutar de un fin de semana con dorsal.






viernes, 11 de julio de 2025

CRÓNICA RIAZA BIKE RACE "DESDE EL MICRO"

Ampliamos fronteras desde el micro. Viajamos por primera vez a la provincia de Segovia, de la mano de Miroevents S.L., para ejercer como speaker oficial de la Riaza Bike Race, celebrada en la localidad de Riaza. Fue un evento de dos días, con dos etapas y dos intensas jornadas. El primer día se disputó una gymkana para las categorías infantiles y la prólogo para los adultos. Ya en la segunda jornada, se celebraron una marcha de 70 kilómetros, otra más corta de 40 kilómetros y una prueba infantil de 8,6 kilómetros.

No era la primera vez que trabajaba con dicha empresa. Ya me conocían de un par de eventos anteriores, lo cual siempre es una buena señal: que confíen en mí para otro proyecto. Recibí la llamada de Rubén hace un tiempo, la valoré y decidí estar presente en la Riaza Bike Race 2025.

El evento tenía un aspecto diferencial: se disputaría en dos etapas. Una prólogo el sábado por la tarde y una prueba más larga el domingo. Los participantes que decidían competir en ambas jornadas debían, obligatoriamente, realizar la prueba larga de 70 kilómetros.




El viernes por la tarde, con tranquilidad, viajé hasta la localidad segoviana de Riaza. Fue un trayecto calmado, con precaución y sin prisas. Riaza no es muy grande —cuenta con unos 2.100 habitantes—, así que no tardamos mucho en encontrar la zona donde estarían ubicadas la salida y la meta del evento. Ya llevábamos la referencia desde casa: sería en el Parque Público de El Rasero.

Por allí ya se encontraba parte del equipo de Miroevents ultimando detalles de cara al intenso fin de semana que nos esperaba. El ambiente ya tenía toda la pinta de un gran evento deportivo: los arcos montados, las vallas colocadas, las lonas publicitarias, el camión-pódium... Uno empieza a ponerse nervioso cuando llega y ve todo listo desde el día anterior.

Durante la tarde, tuve tiempo de dar una vuelta por el centro de la localidad. Calles estrechas, algunas empedradas con adoquines, pero lo que más me sorprendió fue la Plaza Mayor de Riaza: el suelo era de arena. La verdad es que nunca me había tocado ver algo así. Curioso, cuanto menos.




Ya por la mañana, temprano, nos reunimos con todo el equipo de trabajo para ir a la zona de salida y preparar lo que sería la jornada matutina. Una gymkana de BTT para categorías infantiles, que se desarrollaría en el Parque del Rasero y consistía en un circuito de unos 500 metros, con una pirámide, un balancín y una zona de conos para realizar un zigzag. Les dábamos la salida cada dos minutos, y la verdad es que estuvo genial.

Tras la prueba, aproveché un rato libre para visitar algunos pueblos de la zona. Primero pasé por la Ermita de Hontanares, situada en medio del monte, y luego visité varios de los llamados Pueblos Rojos y Pueblos Negros. Algunos están construidos con tierra ferruginosa, que les da un tono rojizo a sus fachadas, mientras que otros están hechos con pizarra, lo que les da un color negro característico. Estos pueblos no superan los 20 habitantes, según el INE en 2024.



Por la tarde tuvo lugar el prólogo de los adultos. Con la misma dinámica que la gymkana infantil, con salidas cada dos minutos a modo de contrarreloj, fuimos dando paso a cada participante. De repente, un gran nubarrón descargó rayos, truenos y una fuerte lluvia que obligó a paralizar la prueba durante 50 minutos. El recorrido era muy llano, de unos 8,6 kilómetros, y además de la prueba individual, se podía participar en parejas masculinas, femeninas o mixtas.

Salvada la tarde, ya que la lluvia que cayó fue monumental y tras la entrega de premios de la primera jornada,  aproveché para visitar una localidad cercana, Ayllón, donde había visto unos carteles que anunciaban un festival de danzas. Actuaron el grupo de danzas de Alberite (La Rioja) y los propios grupos de dulzainas y danzas de Ayllón. Tengo especial devoción por los bailes regionales, ya que durante varios años de mi juventud participé en el grupo de danzas de mi pueblo, Falces (Navarra). El pueblo me encantó. Había leído que era muy medieval y con mucho patrimonio histórico, y además disfruté de un bonito espectáculo.




Ya la mañana siguiente tocó madrugar y volver al Parque del Rasero para recibir a los participantes que se enfrentarían a la prueba corta de 40 kilómetros o a la prueba larga de 70, que los llevaría hacia la sierra, inicio de la montaña donde se encuentra la estación de esquí de La Pinilla, y que además los conduciría a varios de los pueblos que habíamos visitado el día anterior.

La salida conjunta fue a las 9:00 de la mañana. Me gustó el ambiente de estos dos días, porque a muchos participantes ya los conocíamos del día anterior, así que ya había cierta confianza y cercanía con muchos de ellos.





Treinta minutos después, a las 9:30, comenzaba la segunda jornada para las categorías infantiles, que se enfrentarían a una carrera de 8,6 kilómetros, coincidiendo el recorrido con el prólogo adulto de la tarde anterior. Aquí, al igual que con los mayores, conocíamos a muchos de los niños y familiares con los que ya habíamos coincidido esa misma mañana, así que todo fue genial.

Durante toda la mañana estuvimos recibiendo participantes en meta, llegados de toda la geografía española. Realmente, no conocíamos a nadie, salvo a un paisano de Arguedas que no dudó en saludarme el día anterior, y con quien ya entablamos más relación.

La gran mayoría venía encantada con el recorrido, aunque destacaban un cortafuegos ubicado a unos 8 o 9 kilómetros de la meta, que añadía una dureza especial a la carrera y que obligó a muchos participantes a echar pie a tierra.

Las anécdotas no faltaron. Por un lado, como buen navarro, a eso de las 11:55 pusimos en el móvil el txupinazo de Pamplona en directo y brindamos con una caña por unas buenas fiestas. La segunda ocurrió casi al final del evento, cuando ya llevábamos unas seis horas. Apareció un campamento de verano con su monitora y unos 10 o 12 niños, proponiéndonos un juego de "trueque". Ellos tenían que cambiar un clip azul por otro objeto. No dudé en participar y les cambié ese clip por mi bolsita donde guardaba la esponja contra el aire del micrófono. Esa bolsita luego la debían cambiar con otra persona por otro objeto y así seguir la cadena. No os digo más, que acabamos bailando en el escenario con ellos, así que le quitamos un ratito a la monitora para el cuidado y entretenimiento de los menores. 20 años de trabajo con menores nos avalan. 



Habíamos entregado los premios tanto de la segunda jornada como de la clasificación general de los dos días. Mucha gente ya se había ido, pero por allí seguía el equipo de trabajo, al que debo agradecer su acogida y compañerismo. Cuando aparecieron los dos últimos participantes que cerraban la meta tras casi seis horas y media, dimos por finalizado el evento, al menos mi parte de locución.

Eran cerca de las cuatro de la tarde cuando fui a un bar de la plaza a comer. Como buen paisano que no le hace ascos a nada y que le gusta probar cosas típicas de la zona, le pregunté al camarero qué plato era típico y recomendable allí. Descartamos el cordero asado, que era por encargo, y nos decidimos por un platazo de alubias con tocino, morcilla, callos, chorizo... y después un codillo asado... tremendo.



El café lo tomamos en una mesa con unos amigos asturianos que habíamos hecho durante el fin de semana en la carrera y que aún seguían por allí. También estuvimos con el equipazo de Mtb Queens de Colmenar Viejo, que también estaban en la Plaza Mayor.

Riaza Bike Race fue toda una experiencia para mí. Un fin de semana de lujo y de grandes momentos compartidos con las mismas personas durante todo el evento. Esto solo lo habíamos vivido en un par de torneos de fútbol, así que compartir sábado y domingo con la misma gente lo recordaremos como una gran experiencia para todos nosotros.





sábado, 5 de julio de 2025

CRÓNICA TRIKU TRAIL "DESDE DENTRO"

Hubo un tiempo en el que seleccionaba las carreras que quería hacer, prácticamente una cada fin de semana o cada dos. Después, llegó otra etapa en la que se nos metió en la cabeza el sub-3 en maratón, y esos fines de semana en nuestro calendario eran sagrados. Prioridad a la maratón frente a otras cosas.

Ahora, entre que no estamos en forma y que los días libres son pocos, no me queda más que mirar qué día tengo libre, qué carrera hay ese día, y a esa que vamos. Nos pasó con la de Bera, y ahora nos ha pasado con la de Etxarri Aranatz: día libre, media maratón de montaña… para aprovechar bien la mañana.

Ya conocíamos la Triku Trail. La había corrido en 2023 y guardo un gran recuerdo, ya que la hice junto a mi primo Asier, en su debut en carreras de montaña un poco más largas de lo que él estaba acostumbrado. Volvíamos dos años más tarde, pero esta vez, cada uno por su lado.




Desde la organización nos avisaron la tarde anterior de que, debido a las altas temperaturas, la carrera se adelantaría una hora, y la prueba larga de 21 kilómetros y 1.300 metros de desnivel positivo saldría a las 8:30.

¡Genial! Por suerte, no tenía que desplazarme por la mañana, ya que me encontraba en la zona. La tarde anterior había corrido, a escasos 15 minutos, la carrera solidaria de Ziordia junto a la gran familia de Aurrera Markelekin.

A primera hora había quedado en el parking del camping de Etxarri Aranatz, lugar desde donde parte la carrera, con varios compañeros de Peralta y Falces para ir a recoger el dorsal. Veníamos en grupo, pero cada uno iba a hacer la carrera por su cuenta.

Recogimos el dorsal y dudamos qué hacer con la pedazo de bolsa del corredor: si dejarla en la consigna o llevarla al coche. Yo decidí llevarla al coche, así que tocó otro paseíco hasta la zona del parking, y luego vuelta nuevamente para dejar las cosas en la consigna. 

Me tomé esos dos paseos como parte del calentamiento, ya que enseguida me coloqué en el cajón de salida. Saludos a conocidos, y alguna que otra sorpresa al verme con dorsal. Pero sí, esta vez tocaba. Tras un aurresku que no llegué a ver porque estaba en las últimas filas del grupo, nos dieron la salida para disfrutar de un carrerón.





Tenía el recuerdo de esta carrera como una de tres grandes subidas, así que había que tomárselo con calma desde el principio. Al igual que en Bera, mi idea era salir desde atrás e ir cubriendo kilómetros poco a poco, sin forzar demasiado la maquinaria. De hecho, me iba mirando el pulso continuamente para asegurarme de que no se disparara.

Desde el inicio, en cuanto la cuesta picaba un poco hacia arriba, tocaba caminar, sin gastar fuerzas en exceso, que seguro iban a hacer falta en la parte final. Así fueron cayendo los kilómetros, disfrutando de cada paso, de cada zancada, de cada cuesta. De los ánimos de los voluntarios, de los avituallamientos —en los que paramos en casi todos—.

Y sí, el calor apretaba, pero la carrera es muy sombría, y la verdad es que se agradecía estar metido entre tanta vegetación.






Subí bien el primer monte, pero bajé de aquella manera, porque, entre que ya no tenemos la confianza para bajar como antes y que la bajada, además de empinada, estaba seca y tenía bastantes canales abiertos por la erosión del agua, pues eso: riesgo cero para evitar cualquier percance en forma de caída o torcedura.

En el kilómetro 10, aproximadamente, pasamos por el avituallamiento de Lizarrusti. Me tomé un pequeño descanso, me hidraté bien, volví a llenar el botellín y hala, al lío.

La segunda subida la recordaba larga, pero quizás no tanto como esta vez, y eso que mantuvimos un ritmo constante desde abajo, controlando el pulso. Pero aquello no dejaba de subir.

La bajada me resultó menos técnica que la primera; la bajamos bien. Mi cabeza no pensaba en otra cosa que en la tercera y última subida. Habíamos guardado fuerzas, "supuestamente". Volvimos a parar e hidratarnos bien en el avituallamiento antes de tomar la senda. Nos refrescamos la cabeza en los barreños y, cuando nos pusimos en marcha para subir con todas nuestras fuerzas y ganas… huy, huy, huy… ya íbamos justitos de fuerzas. No podíamos tirar para arriba como pensaba.


Así que, con cabeza, hicimos un grupito de tres y paso a paso, como diría aquel. Sin prisa, pero sin pausa. No parando, pero a un ritmo muy inferior al que pensaba llevar en esta parte.

Coroné, volví a parar y a refrescarme antes de la última bajada, y venga, que ya quedaba poco. La bajada fue bien, cómodo, pero cuando llegué al llano… ya eran algo más de 2 kilómetros por un recorrido muy bonito, pero mis piernas ya no daban más de sí. Corrían por inercia.

Cartelón de 1 kilómetro a meta. Tiramos de pensamientos, imágenes y recuerdos bonitos que habíamos vivido, y así llegamos a la zona del camping para atravesar el arco y convertirnos en finishers de la Triku Trail, con un tiempo de 2:44:07, quedando en la posición 68 de 252 participantes en meta.






Reencuentro con los compañeros en la zona verde del camping, recogida de mochila y directo a la piscina a refrescarnos. Del avituallamiento de meta poco pude disfrutar; el estómago lo tenía hinchado de tanta agua que había bebido. Tampoco pasé por los masajistas que estaban como servicio de la prueba, pero es que las piernas las tenía para “mírame y no me toques”.

Al haber adelantado la carrera una hora, terminamos también relativamente pronto, así que, tras otro fin de semana danzando de lado a lado, carrera va, carrera viene, decidí no alargar más la estancia por allí, a pesar de estar súper a gusto. Pero aproveché para regresar cuanto antes a estar con la familia, que desde el viernes llevaba sin ver.

Triku Trail, me llevo otro buen recuerdo tuyo: de tu organización, de tus voluntarios, de tus servicios, de un buen marcaje y del agradecimiento por el adelanto de la hora de la prueba. No la corrimos, pero por si os animáis otro año, también hubo una carrera paralela de 10 kilómetros y 565 metros positivos, por si fuera de vuestro interés.