¡Qué emocionante comenzar la temporada 2025 con tanta energía! El ambiente que se genera en cada carrera es realmente especial, ya sea por la emoción de los deportistas o por el esfuerzo y la dedicación que pone la organización para que todo salga bien. Este pasado domingo 30 de marzo, tuvimos la oportunidad de disfrutar de nuestro trabajo en la Carrera Enoturismo de Aldeanueva de Ebro gracias al equipo del Entreviñas.
Fue nuestra segunda participación como speaker oficial del evento, y no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer a Ana y a Pancho por su confianza desde el primer momento. Y, por supuesto, un enorme agradecimiento al ayuntamiento de Aldeanueva de Ebro por cedernos sus servicios de megafonía, así como al gran Toni, que una vez más estuvo al pie del cañón como técnico de sonido.
La 18ª edición de la Carrera Popular Enoturismo cambió su fecha de abril a marzo, y cuando recibí la llamada del club, teníamos disponibilidad para cubrir el evento. Así que, tras darles el "ok" y confirmar nuestra participación, solo quedaba esperar a que llegara la semana del evento para empezar a prepararlo. En este caso, pude coordinar todo con el presidente del Club Entreviñas, Pancho.
Al adelantarse la fecha, la prueba pasó a ser también la 2ª prueba puntuable para el Circuito de Carreras Populares Ramón Óptica, que este año celebra su tercera temporada. Esto le dio un plus a la organización, ya que sumó un buen número de participantes fieles al circuito, lo que se traduce en un gran nivel de corredores y un ambiente increíble, con cada club moviéndose en masa a todas las pruebas del circuito. ¡La energía de todos los participantes se nota en los momentos previos a la carrera!
Cuando llegamos a la Plaza de España de Aldeanueva, lo que más se comentaba entre la gente voluntaria era el viento, que parecía no dar tregua. Mientras se preparaba toda la zona de salida, las vallas publicitarias no paraban de caerse al suelo debido a la fuerza del aire. Incluso decidieron no colocar el arco de salida en esa zona, ya que el viento soplaba con bastante fuerza y corría el riesgo de salir volando.
Mientras tanto, veíamos como los mayores iban retirando su dorsal y recogiendo la pedazo bolsa del corredor que prepara esta carrera gracias a colaboradores y patrocinadores y lo mejor de ello, es que la inscripción la tenían en 5€.
Entre la última prueba infantil y la prueba absoluta, tuvimos un pequeño descanso de unos 10 minutos antes de hacer la previa de la carrera de 8,200 metros. Este recorrido ya es todo un clásico por las calles de Aldeanueva, atravesando sus cercanías y metiéndose entre campos, pasando por la viña y, como no, saltando unas barricas de vino a mitad del recorrido. ¡Una mezcla de deporte y tradición que siempre le da un toque único a la carrera!
Lo bonito de esta prueba, desde mi punto de vista como locutor y también desde el de los aficionados y familiares, es que los corredores realizan dos vueltas al recorrido. Esto permite ver cómo se va desarrollando la prueba y observar el paso de todos los corredores por delante nuestra a mitad del trayecto. Es una forma genial de seguir la carrera de cerca y animar a los participantes. Para la categoría juvenil, el recorrido fue de una sola vuelta, adaptándose al nivel de los más jóvenes.
Dimos la salida a las 12 de la mañana con un ambiente increíble, gracias a los más de 330 participantes que se dieron cita en la prueba. A partir de ahí, solo quedaba esperar unos 13-14 minutos para ver el primer paso de los corredores por la zona de llegada. Lo más destacable en ese momento fue que el grupo de cabeza se mantenía unido, con 13 personas aún en plena lucha. Fue una gozada ver que la carrera no se había roto todavía, lo que prometía una gran batalla hasta el final. ¡La emoción estaba asegurada!
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