Comarca de Pinares. Regumiel de la Sierra. Hasta hace un par de semanas, no había oído hablar de esta zona, no la habría ubicado en el mapa y, seguramente, ni se me habría ocurrido ir a pasar el fin de semana allí. Pero todo cambió con la llamada de un compañero, un amigo, una persona de confianza que me propuso asistir a un evento, ya que él, por circunstancias de nuestro apasionante trabajo como speakers, ya estaba comprometido ese fin de semana con otros eventos. Alex Parreño, gracias y mil gracias!!!
Por suerte, teníamos disponibilidad para ese domingo, porque los que me seguís ya sabéis que casi todos los fines de semana estamos a tope. Nos encanta, nos apasiona, nos divierte, y conseguimos que la gente lo disfrute. ¿Qué más se puede pedir de un trabajo?
Tras hablar con Álex, hice una llamadita a Luis, presidente del C.D. Comarca Pinares. Primero, para presentarnos, y después, para conocer todos los detalles de la organización y de la prueba. Aunque, eso sí, en los últimos días mantuvimos varias conversaciones para que todo quedara bien claro. Roberto, coordinador de deportes de la comarca, también nos puso al día de todo.

El sábado 7 de junio, tras participar en la carrera popular de La Camelta, en Cintruénigo, nos fuimos directamente a la localidad de Regumiel de la Sierra, en la provincia de Burgos. Un pueblo situado en la Comarca de Pinares, que limita con la provincia de Soria. Según INE 2024, 298 habitantes.
Al llegar al pueblo, que ya eran las 11 de la noche, buscamos un bar para tomar algo mientras comíamos el bocadillo que habíamos traído desde Cintruénigo, por aquello de no saber si encontraríamos algo abierto a esas horas. Nada más llegar, y gracias a nuestra facilidad para entablar conversación, comenzamos a charlar con un grupito de personas y con el dueño del bar sobre si al día siguiente iban a abrir temprano para poder desayunar.
El dueño del bar enseguida me dijo que sí, que para las 7 estaría abierto porque había una prueba de bicis en el pueblo.
—Sí, precisamente a eso vengo yo —le respondí—, pero vengo a trabajar en el evento.
Del grupito que estaba allí, uno comentó enseguida:
—¡Claro! Por eso se nos hace tu cara conocida.
Y es lo que tienen las redes sociales, las publicaciones en Instagram y las colaboraciones: que luego la gente ve tus vídeos y te reconoce al instante.
Bueno, pues entre charla y charla, y con más gente que se fue acercando al bar, pasamos un rato muy a gusto. La mayoría, además, iban a estar al día siguiente como voluntarios y voluntarias en la carrera, así que genial: ya conocíamos a más personas relacionadas con la prueba.
Por la mañana temprano, volvimos al mismo bar: el Bar Tía Paula, por si os toca alguna vez. Entraron dos ciclistas ya casi, casi preparados, y se repitió la escena de la noche anterior: me reconocieron de alguna otra carrera. Hablando y recordando, caímos en que habíamos coincidido en la Ibaigorri BTT de Lerín. Resulta que ellos eran del País Vasco. ¡Genial! Esa es otra de las cosas buenas que nos llevamos de este trabajo.
Nos fuimos hacia la zona de salida. Allí aún teníamos que conocer al resto del equipo de la organización. Enseguida se acercaron Luis y Roberto para saludarme. Charlamos un rato, buscamos la mejor ubicación para mí, y me presentaron también a Álex y Marcos, de discoBATmóvil, que se iban a encargar del sonido.

La plaza del pueblo, con frontón incluido, estaba perfectamente preparada y decorada. La prueba, que cuenta nada menos que con 25 ediciones, se iba a celebrar por primera vez en Regumiel de la Sierra. Es una carrera itinerante que cada año se organiza en un pueblo diferente de la Comarca y ofrecía a los participantes dos distancias, una de 31 kilómetros y 850 metros de desnivel positivo y otra de 51 kilómetros y 1400 metros de desnivel positivo.
Hubo 185 participantes que tomaron la salida a las 9:30 de la mañana. Pocas caras conocidas —por no decir ninguna—, pero eso no iba a importar. La animación y la dinamización iban a ser las mismas que si lo estuviéramos haciendo en nuestra zona, donde ya nos conocemos más.
Tras dar la salida, y sabiendo que tendríamos al menos dos horas de espera hasta ver llegar a los participantes, pedimos ayuda a alguien del pueblo para que nos hiciera de guía turístico. En la localidad destacaban, sobre todo, las huellas de dinosaurio y la necrópolis, así que no queríamos irnos sin visitarlas.
Se nos ofreció una chica, a quien agradezco mucho su voluntariedad. Nos dijo que todo estaba muy cerca, así que aprovechamos para dar un paseo y visitar ambos lugares, además de una zona recuperada por los jubilados del pueblo: una fuente que, antaño, bajaba agua de la sierra y que se había perdido.
Después, José, el alcalde y promotor de la recuperación, nos explicó con detalle cómo fueron las labores para restaurar la fuente y adecentar el sitio para que pudiera ser visitado.

En meta estuvimos esperando un rato. Allí también conocimos a los medios de comunicación de la zona, Tu Voz en Pinares, con quienes colaboramos durante el evento para hacer entrevistas para el reportaje final de la prueba.
(VER AQUÍ)
De la prueba, puedo destacar que era una de las etapas del Circuito Provincial de BTT de Burgos, que la gente acabó encantada y que la zona es espectacular para los amantes de la BTT y del trail running. Uno de los participantes me dijo que estar en esos pinares era como estar en Canadá. Supongo que habrá estado en Canadá con la bici también. Desde luego, no son los pinos que tenemos aquí en la Ribera Navarra, ya que Regumiel de la Sierra se encuentra a 1.128 metros de altitud y la carrera alcanzaba casi los 1.800 metros como cota máxima.
Completo avituallamiento en meta, con fruta, gominolas y bebida, pero además tortillas, embutido y queso de la zona. Perfecto para recuperar fuerzas o para aguantar locutando la prueba… jejeje.
También se realizaron numerosos sorteos entre los participantes, con material y ropa del club organizador, y entregamos los premios sobre las 13:30 en la Plaza de España de Regumiel. Todo en el mismo lugar: recogida de dorsales, premios, salida y llegada. Genial para tenerlo todo a mano.
A las 5 h 15 min (14:45), desde que habíamos dado la salida, llegaron los participantes menos rápidos de la jornada. Tenían una cara de felicidad tremenda. Además, la chica se llevó premio en su categoría y también nos reconocieron esta pareja que venía del País Vasco, quienes el día anterior habían estado en Navarra participando en la BTT Roscas de Fitero. Un planazo de fin de semana.
Había que ir cerrando el evento y recogiendo todo, pero la cosa se alargó con una agradable conversación con Luis, presidente del club organizador y uno de los principales impulsores de la prueba, y con Samuel, compañero de cronometraje en RS-Sport. Gracias, chicos, por vuestro tiempo y vuestros consejos.
Para ir poniendo punto y final a esta crónica, os diré que me sentí como en casa. Fue un ambiente muy familiar y es bonito ver cómo toda una comarca trabaja en equipo para sacar adelante su evento y dar a conocer la zona. Enhorabuena, equipo, y espero que pronto nos volvamos a ver en alguna de vuestras carreras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario