jueves, 9 de noviembre de 2023

CRÓNICA HARO WINE TRAIL "DESDE EL MICRO"

Y cuando ya estábamos tranquilos y relajados comiendo con más de 70 voluntarios y voluntarias, metiéndonos un gran plato de patatas a la riojana acompañado de uno de los muchos vinos de calidad que tienen en Haro, Capital del Rioja, me lanzaron la pregunta: " y bueno Álex, si tu eres de Navarra, ¿Cómo que has caído hoy aquí de speaker?". Pues bien, la respuesta nos lleva a marzo y como si de una boda se tratara que se suele decir que de "una boda sale otra boda", pues resultó parecido.


En el trail Peña Isasa, estando locutando la prueba, entre el mucho público que estaba por el Parque del Cidacos, conocí a Alba, que a la postre era una de las organizadoras de Haro Wine Trail. Estuvimos hablando, me contó que iban a organizar una primera edición de trail en Haro dentro del mismo circuito que la de Arnedo, La Rioja Mountain Race y nos intercambiamos los teléfonos.

La cosa la retomamos a principios de verano y llegamos a un acuerdo para poder estar presente en la línea de salida y llegada el 5 de noviembre en la I Edición de Haro Wine Trail.

Una carrera, la de Haro, que nacía en este 2023. Ver una carrera nacer y sentir lo que se desvive la organización por sacarla adelante, no tiene precio. Todas se lo curran, absolutamente todas, lleven las ediciones que lleven, pero sabemos que a las primeras se les pone más ilusión y ganas porque también hay más incertidumbre y desconocimiento. Cuando ya llevas unas cuantas organizadas, pues la cosa cambia porque la base ya la tienes y es introducir o cambiar pequeñas cosas.

Alba, Dani y Endika fueron mis más fieles asistentes. Todo que les pedía, al momento me lo facilitaban. Realmente, no les conocía a ninguno, salvo aquel primer contacto con Alba. Pero ahora, ya son otra gran familia más.

Iba a ser una carrera lineal, es decir, salida en un punto y llegada en otro. La salida, desde uno de los parajes más importantes de la ciudad de La Rioja, la Ermita de San Felices, lugar donde cada 29 de junio se celebra la "Batalla del Vino", declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y que consiste en rociarse vino hasta que no quede un solo trozo de cuerpo sin cubrirse por semejante tesoro, el vino.



Llegamos con antelación. El sitio espectacular. Comenzamos a montar la megafonía y aparecieron los primeros participantes que llegaban en autobuses puestos por la organización que les acercaba desde Haro hasta las campas de San Felices. Una vez montado todo, nos animamos a subir a la ermita que se encuentra sobre unos enormes risco, los riscos de Bilibio. Unas escaleras nos condujeron hasta lo más alto donde se encontraba la propia ermita y una gran estatua. Las vistas eran espectaculares. Se veía todo el Valle del Ebro y los montes de Obarenes y Sierra de Cantabria. Fueron apenas 100 escalones y mereció la pena subir ya que estábamos allí.

A las 8:30 nos arrancamos con la presentación. La gran mayoría de corredores se encontraban resguardados del frio porque la mañana estaba fresquita y andaba bastante aire en la zona, así que había que calentar el ambiente. A las 9:00 dimos la salida al recorrido largo denominado Reserva. Por delante 26 kilómetros con 1200 metros positivos, pero que realmente este desnivel lo iban a alcanzar en el kilómetro 12, en el punto más alto, Peñaelrayo y de ahí a meta terreno favorable en bajada. Eso sí, antes debían pasar por Peña Escalera, Rave y Cruz de Motrico.

A las 9:05, dimos la salida a una marcha, Tempranillo, de 13 kilómetros y 300 m+, sencillita y que contó con más de 200 participantes. Tras esta salida, la más multitudinaria, estuvimos un ratito de relax, con música de fondo y hablando con voluntarios de la zona y participantes que se estaban preparando para tomar la siguiente salida. Ésta la dimos a las 10 de la mañana y correspondía al recorrido corto, Crianza, de 16 kilómetros y 500m+.




Fue darles la salida, pasar el voluntario escoba bajo el arco y comenzar a desmontar todo. Debíamos trasladarlo a la Plaza de la Paz de Haro y los jabatos y jabatas que teníamos en el recorrido iban que volaban, así que no había tiempo que perder.

Al llegar a la plaza principal, suerte que tenían una megafonía ya montada y que durante las pruebas infantiles había otro chico animando esas pruebas, así que sin prisa, pero sin pausa, montamos nuestro espacio de Speaker. 

Pronto nos avisaron que los primeros de la marcha, que no era competitiva, pero que habían salido también muy ligeros, ya estaban subiendo la "puntilla final" de la prueba. Una larga cuesta, la Calle Navarra, que les conducía hasta la bonita Plaza de La Paz.

A partir de aquí fue "locura". No ocurrió nada y ocurrió de todo en muy poquito tiempo. Llegó el primero de la larga, Diego Pascual. Antes de completar el podium, apareció también el primero de la corta, Ander Iza. Mientras tanto, marchadores por el camino. 

Para recibir a las primeras féminas ocurrió prácticamente lo mismo. Llegó la primera de la corta, Yolanda Martín y al poco tiempo cruzó el arco de meta la primera de la larga, Juana Montaño.

- CLASIFICACIÓN HARO WINE TRAIL 2023  

Pasado ese rato en el que llegaron las cabezas de carrera, nos relajamos un poco más animando, entrevistando y charlando con todo el mundo. La verdad que no dejaba de entrar gente y es que de inicio, había 525 inscritos, así que el goteo continuo de personas entrando en meta no nos hacía parar ni un segundo.




Entre tanto, en la plaza, ya se olían las brasas del pintxo para los participantes. También podíamos divisar un par de stand. Uno de Chiruca y otro de la asociación VENCELA, asociación La Rioja Ela. Para esta segunda, fue destinada la recaudación que se consiguió con las carreras infantiles. Cabe destacar también que hubo más de 40 sorteos entre todos los participantes gracias a la cantidad de patrocinadores y colaboradores con los que contaba la prueba.

La premiación se dio antes de finalizar la prueba en el quiosco que preside la plaza de Haro. Acompañados de autoridades de la ciudad, del coordinador del evento y de miembros tanto de la organización como del Club de Montaña el Toloño, fuimos poco a poco nombrando a los participantes más rápidos de la mañana del domingo.


Pasamos a hacer la "foto de familia", la de ese grupo de voluntarios que hay que hacerles un monumento en cada prueba porque sin ellos nada de esto sería posible. Horas y horas en un cruce, en un avituallamiento o cerrando carrera entre otras muchas funciones. Pues bien, sin planificarlo, estando en el arco de meta, apareció el participante que cerraba carrera junto con el voluntario escoba, así que nos vino de maravilla para recibirle.

Tocaba desmontar. Tocaba recoger y lo hicimos rápidamente. Hablamos un poco con los organizadores. Las primeras valoraciones eran muy positivas, pero no había mucho tiempo, ellos debían seguir recogiendo todo el tinglado de la plaza. "Quédate a comer, Alex, que tenemos comida en el frontón y ahí estamos más tranquilos". Un par de insistencias tuvieron que hacer, también un conocido de Haro me animó a quedarme, así que les tomé la palabra, pero antes, para hacer hora, me senté por primera vez en toda la mañana en una de las terrazas de la plaza con un buen pintxo y un Rioja. Como no podía ser de otra forma, un rioja de Haro.




En la comida, ambiente espectacular. Buena gente, buenas risas, conocernos todos un poco más y compartir patatas a la riojana y vino, que más se podía pedir. No pude mas que darles las gracias por el buen trato recibido y sobre todo darles la enhorabuena por el trabajazo y la currada que se pegaron para sacar la I Edición adelante. 

La primera piedra está puesta, ánimo ahora para seguir abriendo el camino.





   

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