Cada vez que oigo Lumbier es como volver al pasado. Y ya hace de ésto 20 años ni más ni menos. Lumbier y el Instituto Sierra de Leyre me traen un montón de buenos recuerdos y es más, ahí desarrollé mi formación académica que a la postre me daría el trabajo que a día sigo ejerciendo desde que salí del Grado Superior de Técnico en Animación Física y Deportiva, antiguo TAFAD.
Cuanto recibí la llamada del gran corredor navarro, Xabier Zarranz, además de no coincidir fechas con ningún otro evento apalabrado, no me lo pensé mucho. Ahí íbamos a estar para animar, informar y comunicar todo lo posible sobre la I edición del Iturbero Trail.
Lumbier ha tenido un cross muy potente durante muchas ediciones y muchos años. Hasta 22 ediciones contabilizaron en el Cross del Iturbero y hay documentación de la celebración de una carrera en 1925, casi nada lo que ha llovido. Pues bien, en mayo de este mismo año, se celebró el cross del Centenario del C.D. Ilumberri sobre el trazado antiguo, pero esta vez, el cross sufría un cambio importante tanto en distancia, en desnivel como en escenario de la prueba. Un recorrido totalmente trailero, sacado del casco urbano y metido en una parte de la extensa Sierra de Leyre.
Viajamos con la familia. Era día de trabajar un poquito por la mañana y aprovechar la tarde para dar un paseo por la bonita Foz de Lumbier. Precioso cañón atravesado por el Rio Irati y con un par de túneles del antiguo Ferrocarril del Irati que hacen el paseo todavía más ameno y divertido, sobre todo con los peques.
Nada mas llegar a la Plaza de los Fueros, saludar a todos los allí presentes, descargar nuestra megafonía y ponerla en funcionamiento, me acerqué a la zona de entrega de dorsales, porque desde la organización habían preparado una exposición de fotos antiguas de diferentes ediciones.
Un cafetito rápido con la familia y al lío!!! A darle a la voz. Serían las 9:30 de la mañana y aunque había poquita gente todavía por allí, había que comenzar haciendo la previa de las carreras infantiles que se iban a celebrar a partir de las 10:00 de la mañana.
No tardaron mucho en aparecer los participantes acompañados de sus familiares, así que ya se veía más ambiente en la plaza. Tuvimos 5 pruebas desde los más chiquitines hasta los más mayores en la que todos al llegar recibieron la recompensa de un detalle de la organización para reponer fuerzas.
Durarían como unos 40 minutos estas carreras y sin apenas darnos cuenta, ya estábamos haciendo la previa de la prueba reina, Iturbero Trail, sobre un recorrido de 11 kilómetros y 550 metros de desnivel positivo que les iba a llevar como punto más alto hasta la cima de Romastaca a 933 metros de altitud.
150 participantes tomaron la salida de la 4ª prueba del Circuito de Cross-Trail Ekialde que se está celebrando a lo largo de todo el año en la zona de la Merindad de Sangüesa. El Cross de las Almadías de Burgi, el Cross Liskar de Líedena, el Cross de Otoño de Ezkároz, el Itrurbero Trail de Lumbier y justo mañana, el Cross del Klavillo de Aibar, conforman este campeonato.
Había gente muy buena. Había gente muy rápida entre los participantes, así que no nos podíamos entretener mucho, porque en apenas 50' podíamos tener a los primeros clasificados en meta.
Para estar entretenidos mientras la espera, desde la organización se había preparado un mercadillo en la plaza con varios stand. Uno de turrón y cremas naturales, otro para comprar textil con estampaciones de montes de Magalean. Sarcana Eskuekin sacó sus elaboraciones hechas a mano, Xorta Garagardoua la Cerveza del Pirineo también puso un par de tiradores y a 4xKm sacó sus prendas deportivas a la venta.
Hubo emoción por la llegada. Por un lado, porque nos comentaron que Iñigo Macías y Ioar Tabar iban muy juntos y por otro porque en la llegada les veíamos aparecer en una curva de 90º y tras una potente subida por las calles del pueblo a apenas 25 metros de la meta.
Apareció primero el corredor del Angiluerreka, Iñigo Macías por delante de Ioar Tabar y de Yelko Pardiñas. En femeninas, la corredora de ultratrails, Uxue Fraile se llevó la victoria por delante de Marian Torio (Palencia) y de Leyre Flores.
Terminada la prueba y tras el recibimiento de los 150 participantes la organización nos ofreció un gran lunch post carrera que ahí, como casi siempre, la gente además de agradecerlo, anduvo más rápida que en la prueba. Fue un gran momento de socialización y de hacer grupo, hacer familia, hacer piña después de una carrera.
Una vez que parecía que la gente ya se había saturado de comida, pasamos a los sorteos primero de varios vales de comidas o cenas en diferentes hostelerías de Lumbier y acto seguido la premiación para los más rápidos y las más rápidas de la fresquita mañana que habíamos pasado. Impresionante cesta que se llevaron con productos locales, además del trofeo y la txapela para los vencedores.
No quedaba más que agradecer a la organización la confianza que habían tenido conmigo y también escuchar las palabras de agradecimiento de uno de los motores de esta prueba, Xabi Zarranz, como cabeza visible de los más de 60 voluntarios que habían hecho posible la celebración de la prueba.
Mi familia y yo, tras reponer fuerzas tras el evento, hicimos la visita obligada a la Foz de Lumbier para seguir recordando viejos tiempos por aquella zona en la que prácticamente una vez por semana íbamos a realizar alguna actividad por allí, así que buen momento para explicarles a mis herederos las cosas que hacía su padre hace 20 años por Lumbier y sus alrededores.
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