viernes, 30 de mayo de 2025

CRÓNICA TRAIL PEÑA DE ANDOSILLA "DESDE EL MICRO"

El pasado domingo, 25 de mayo, tuvo lugar en Andosilla una nueva edición del Trail Peña de Andosilla.
Una carrera que nació en tiempos de pospandemia y que, poco a poco, va ganando su lugar en el calendario de carreras de montaña de Navarra.

Al igual que otras pruebas que formaban parte de la Copa Navartrail, este año no ha sido puntuable, ya que dicha competición —impulsada por la Federación Navarra de Atletismo— no se está celebrando en esta edición.

El año pasado, nos coincidió el Trail Peña de Andosilla con otro evento que ya teníamos comprometido en la misma fecha. Por eso, este año regresábamos a una de las primeras carreras que comenzamos a locutar allá por 2021. Amigos y conocidos forman parte de la organización y de la localidad, a quienes agradezco, como siempre, su confianza.

Entre semana, en una mañana de bastante calor, me acerqué a Andosilla para entrenar y reconocer el recorrido largo, de 14,5 kilómetros y 600 metros de desnivel positivo. Me gusta, cuando se puede, conocer de antemano a qué se van a enfrentar los participantes y, de paso, aprovecho para entrenar yo también.
He de agradecer a Ainara que me acompañara y me enseñara el recorrido.

El entrenamiento nos puso a prueba. Aunque había pequeñas modificaciones respecto a otras ocasiones en las que ya habíamos recorrido el trazado, seguía siendo, como se suele decir en este tipo de carreras, un recorrido muy rompepiernas.

Salvo un par de kilómetros de aproximación al monte, el resto del trayecto está compuesto por repechos cortos pero intensos, tanto en subida como en bajada. Y claro, al estar enlazados uno tras otro, la exigencia física se multiplica y el esfuerzo se hace aún más duro.

No hubo que madrugar mucho el domingo. Andosilla nos queda muy cerca de casa y la carrera comenzaba a las 10:30, así que el horario era bastante cómodo para levantarnos con calma, desayunar y ponernos en marcha.


Al llegar, como siempre, parte de la organización ya estaba por allí; otros y otras iban apareciendo para ultimar los detalles. También llegaban los jueces de la federación, los corredores, amigos y algunas personas con las que nos conocemos a través de las redes sociales, pero que, llegado el momento, nos desvirtualizamos en las carreras para ponernos cara… y, sobre todo, voz.

Fuimos haciendo la previa intentando dar toda la información posible, conversando con participantes, con miembros de la organización y con voluntarios y voluntarias que se dirigían al monte para pasar la mañana apoyando la carrera desde el otro lado, el del voluntariado.


A las 10:25 dimos paso a los más de 100 participantes que habían confiado en el Ayuntamiento de Andosilla y en el Club Atlético Andosilla. Les agradecimos, y mucho, su presencia en la mañana del domingo para disputar la prueba, tanto en el recorrido corto, de 7 kilómetros, como en el largo, de 14,5 kilómetros.

No íbamos a tener mucho tiempo para descansar, ya que en menos de 30 minutos preveíamos la llegada de los primeros corredores. Así que nos tomamos un pinchico y un café rápido, rapidísimo, y además en buena compañía, como la de Ángel de Azagra, que esta vez no llevaba dorsal. Ya había estado dándolo todo la tarde anterior en la Subida al Romero de Cascante.

Silbato a tope del voluntarioconcejalorganizadorcorredormiembrodelClubAtléticoAndosilla, Jesús Mari, indicando que se acercaba el primer corredor de la distancia corta.

El primero en aparecer fue Mikel Acarreta. Teníamos nuestras dudas en las quinielas porque incluimos a tres corredores, y los tres llegaron en apenas 10 segundos de diferencia.

Quiero destacar, en primer lugar, la victoria de Mikel; en segundo lugar, que Iñigo Garde fue quien llevó el ritmo durante toda la carrera, como nos reconoció el propio Mikel; y, por último, que Yelko subió al podio por tercera vez en el fin de semana. Bonitas historias que vale la pena comunicar.

La carrera femenina estuvo dominada por Bianka Espiga, corredora de Estella, que se llevó la victoria en la distancia corta por segundo año consecutivo.

En menos de una hora, todos los participantes del recorrido corto ya estaban en la Plaza de San Cosme, disfrutando del avituallamiento en meta, del pintxo y de la sombra.

Poquito tuvimos que esperar para recibir al máximo favorito para llevarse la victoria. Xabier Tous dominó de principio a fin el recorrido largo de 14,5 kilómetros y 600 metros de desnivel positivo.
Lo mismo ocurrió en categoría femenina, donde Maribel Jaillita lideró la prueba durante toda la carrera, manteniendo una ventaja cercana a minuto y medio sobre la corredora local, Ainara, que no pudo alcanzarla.




Entre entrada y entrada, íbamos pasando la mañana combatiendo el calor, hasta que, pasadas las dos horas de evento, cerramos la parte deportiva con la llegada del voluntario escoba a meta, acompañado por un par de participantes que, como suele ocurrir, se llevan la mayor parte de la fiesta.

Para poner punto final al evento, nos trasladamos a los bajos del Ayuntamiento para la entrega de premios. Se otorgaron premios absolutos para ambas distancias, así como en la categoría local, con trofeos personalizados preciosos y productos de la localidad para los corredores más rápidos.

Solo nos faltaba la foto de familia para despedir la 5ª edición del Trail Peña de Andosilla y convocar a todos para la carrera popular de octubre, que se corre por asfalto, y, por supuesto, para la 6ª edición en 2026.

¡Como siempre, un placer, familia!





miércoles, 28 de mayo de 2025

CRÓNICA SUBIDA AL PARQUE DEL ROMERO CASCANTE "DESDE EL MICRO"

El lugar merece ser visitado. Es un parque espectacular, lleno de paz y tranquilidad, con abundante vegetación y agradables zonas de sombra. Además, cuenta con monumentos, historia y una subida icónica de la localidad. También hay un bar con terraza para disfrutar del entorno. Y si, además, el Ayuntamiento de Cascante organiza una carrera junto con el Club Deportivo Cantera, la cita se convierte, casi casi, en obligatoria.

De todo esto pudimos disfrutar el pasado sábado por la tarde, durante la celebración de la XXIII Subida al Parque del Romero de Cascante. Además de lo ya mencionado, el ambiente fue inmejorable, ya que la prueba formaba parte del circuito de Carreras Populares Ramón Óptica —concretamente, era la séptima—, lo que siempre aporta un carácter familiar y muy agradable al evento.

Como ya os he dicho, el lugar merece la pena, así que convencí a mi familia para que me acompañase al evento. Nada más llegar, sufrimos las primeras consecuencias de las alergias. Y es que, en estas últimas semanas, se ha notado —y mucho— que el ambiente está especialmente cargado. Las molestias nos acompañaron durante toda la tarde, así que he de reconocer que nos tocó sufrir un poquito para estar cómodos en nuestro trabajo, entre pañuelos, moquita y estornudos. No acostumbro a llevar gafas de sol en los eventos, pero aquí no me quedó otro remedio que protegerme los ojos.




Una vez montado todo el equipo, aprovechamos para dar una vuelta por el parque. Nos dirigimos a la cuesta de hierba y adoquín, tan característica de Cascante como exigente, especialmente durante la carrera. Y es que hay que subirla dos veces con el dorsal en el pecho. En lo alto de la cuesta se encuentra la Basílica de Nuestra Señora del Romero y un precioso mirador con vistas a la Ribera de Navarra, con el Moncayo como majestuoso telón de fondo.

Terminamos dando un paseo por los senderos y zonas de sombra del parque, haciendo un poco de tiempo antes de comenzar con la previa de las carreras infantiles. Ya se podía ver a muchos de los participantes, acompañados por sus familias, acercándose a recoger el dorsal y la pegatina de fidelidad del circuito.




Junto a nuestro stand, la organización ya había apilado numerosas cajas repletas de obsequios para repartir entre las cuadrillas del pueblo que se apuntan en grupo. Para los más pequeños, chucherías; y para los mayores, productos más dulces. También había detalles preparados para los grupos más numerosos que no eran de Cascante.

Desde la organización hacen un trabajo enorme señalizando todos los recorridos con cintas por todo el parque. Es una prueba de tipo cross, con prácticamente todo el recorrido cerrado por ambos lados. El año pasado me pareció una locura, pero viendo que lo tenían todo súper controlado, estuve mucho más tranquilo. Los que se veían un poco más nerviosos eran los participantes que venían por primera vez, sobre todo en categorías inferiores, pero enseguida les transmitíamos tranquilidad porque el circuito estaba muy bien señalizado.

Es una carrera en la que, en cada prueba, tenemos que movernos de la zona de salida a la zona de meta, ya que están separados por unos 80-100 metros. Lo mismo les ocurre al comité de jueces de la Federación Navarra de Atletismo, que controlan las salidas y las llegadas. Así que nos pasamos toda la tarde de un lado a otro, narrando la carrera, animando a los participantes, pidiendo por favor que no se crucen por los caminos del recorrido y saludando a los corredores adultos que van recogiendo su dorsal para participar más tarde en la carrera de 5.000 metros.

A las 17:30 comenzamos con las pruebas infantiles, realizando diferentes recorridos según la edad. A las 18:15 dimos la salida a la prueba absoluta, con más de 150 participantes que se enfrentaron a una vuelta corta por el parque y a dos vueltas más largas, que salían un poco de la zona y obligaban a subir la famosa cuesta de Cascante. Además, es el lugar donde más gente se sitúa para ver la carrera, no sé si para animar o para disfrutar viendo sufrir a los corredores.

La carrera, como espectador- locutor, resulta entretenida, porque por cualquier zona del parque podemos ver pasar a los corredores. Hay que estar muy atentos a todo. Además, es una prueba ‘cortita’, pero muy explosiva, de 5 kilómetros, en la que los primeros llegan a meta en poco más de 15 minutos.

Carrera de infarto en la categoría masculina, con Sergio Tejada como vencedor por tan solo 2 segundos frente a Héctor Miguel, aventajando en un minuto a  Yelko Pardiñas, quien ya había ganado una carrera por la mañana. En féminas, intratable una vez más, Miriam Izal, acompañada en el podio por Olmo Vidondo, que remontó varias posiciones, y Virginia Quellca, otra habitual en los podios de carreras populares.

El calor era sofocante en la tarde del sábado, por lo que en el avituallamiento de meta la fruta fresca voló. A cada corredor, nada más terminar la carrera, se le ofrecía una botella de leche de uno de los colaboradores. Os puedo asegurar que estaba exquisita, porque también la hemos probado estos días.





En la entrega de premios, este año ya no nos sorprendió, y es otra de las curiosidades de esta carrera: salen a recibir premio cuatro participantes en lugar de los típicos tres primeros. Aquí, los más rápidos y rápidas, además del trofeo, se llevan también productos locales riquísimos.

Tras la despedida y cierre del evento, con bailoteo incluido por parte de la organización y del equipo colaborativo de la Peña Azagresa —que disfrutaba de los dulces típicos tras llevarse el premio al club más numeroso de fuera de Cascante—, aprovechamos para tomarnos un trago con parte de la organización en la terraza del bar del parque. Ya sin música ni ruido, comentamos lo acontecido durante la tarde, hablamos de otros eventos culturales, deportivos y gastronómicos de la ciudad, y tratamos de combatir las consecuencias de una maldita alergia que nos puso a prueba durante toda la tarde.



lunes, 26 de mayo de 2025

CRÓNICA JUEGOS ESCOLARES VALLE DEL ARAGÓN "DESDE EL MICRO"

Pocos eventos en Navarra pueden decir que han celebrado 51 ediciones y que, justo después de finalizar una, ya se esté trabajando en la siguiente. Se trata de un evento con una larga tradición, que ha sido transmitido de generación en generación y que, sin duda, deja un bonito recuerdo en quienes lo han vivido desde dentro, un recuerdo que muchos querrán compartir con sus hijos e hijas.

El pasado viernes, 23 de mayo, se celebraron en la localidad de Caparroso las LI Jornadas Escolares "Valle del Aragón". El colegio Virgen del Soto fue el encargado de preparar y organizar estas olimpiadas, que se vienen celebrando desde 1972 en los distintos pueblos del Valle del Aragón: Caparroso, Carcastillo, Figarol, Mélida, Murillo el Fruto, Rada y Santacara.

El año pasado, gracias al colegio de Carcastillo y a la celebración del 50 aniversario, se pusieron en contacto conmigo para ser el speaker del evento. Lo dimos todo, como siempre, porque tener una figura como la del speaker en cualquier evento aporta un toque especial y diferente. No solo sirve para dar información y ánimos a los participantes, sino también para mantener al público informado, animado y entretenido. Y, por supuesto, para apoyar al equipo organizador, ya que también hacemos de "altavoz", transmitiendo de manera clara lo que quieren comunicar y el espíritu que desean dar al evento.

Este año tengo que agradecer a mi amiga Cristina, que no dudó ni un segundo en ponerse en contacto conmigo para ver si tenía disponibilidad para la mañana del viernes 23 de mayo. ¡Y eso que las primeras conversaciones las tuvimos en septiembre! Así os podéis hacer una idea de cómo se vive este evento: desde principios de curso, el colegio organizador ya se pone manos a la obra con los primeros preparativos.

Hace un par de semanas nos acercamos hasta Caparroso para ver in situ cómo y dónde se iba a llevar a cabo la competición. Agradezco a Carol, Lara y Mercedes toda la información que nos facilitaron y su total disposición para ir al campo del Azkarrena, Estadio Santa Fe, donde aprovechamos la mañana para revisar las diferentes zonas, organizar dónde nos íbamos a colocar y probar la megafonía del propio campo.

Y llegó el día. Nos presentamos allí a las 7:00 de la mañana, con la intención de transmitir tranquilidad y compartir algún que otro consejo con las personas que ya estaban por allí. La responsabilidad de organizar algo siempre se nota —uno quiere que todo salga perfecto—, y aunque ya hayas participado en la organización de otros eventos, el directo siempre impone. Aun así, yo estaba convencido de que lo tenían todo controlado, atado y bien atado.

Los alumnos del colegio anfitrión que iban a participar en la ceremonia inaugural no tardaron en llegar. Les pusimos su música para que pudieran hacer el último ensayo de la actuación y, una vez terminado, dejaron todo listo para cuando les llegara el momento de hacer el baile delante de los más de 600 alumnos con sus respectivos familiares.

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La concentración de los colegios era a las 8:50 en el parking del campo de fútbol. Desde dentro, veíamos cómo iban llegando los autobuses y cómo algunos familiares iban ocupando sitio en las gradas. Pero no fue hasta que empezó el desfile de los diferentes colegios cuando la grada del campo se llenó completamente de familiares.

En el campo, colgados en las mallas de los dos fondos, lucían los estandartes con los nombres de las localidades participantes. Dimos paso a los colegios, que llevaban sus carteles con el nombre de cada uno y estaban uniformados, siguiendo el reglamento, con los colores correspondientes a su centro. Foto de grupo en una de las porterías y al sitio que les correspondía en el campo para que estuvieran todos bien ubicados y controlados.

La actuación inaugural corrió a cargo de los alumnos de 6º de primaria del colegio Virgen del Soto. Nos regalaron un bonito baile al ritmo de la canción de Carmina Burana, que culminó con la aparición de Rafa, quien, con un arco y una flecha en llamas, lanzó la flecha al aire para encender el pebetero olímpico. Fue un acto inaugural muy emotivo, que se cerró con la lectura del pregón a cargo de Carol y Mercedes.

Terminados los primeros actos protocolarios, se dio paso a las pruebas de velocidad. Las rectas eran de 40 metros para los principiantes y de 60 metros para las categorías benjamín y alevín. La pista estaba perfectamente pintada en la hierba artificial del campo.

A continuación llegó una de las pruebas que más me gusta ver y narrar: los relevos. Siempre son muy emocionantes porque la cabeza de carrera suele cambiar varias veces, lo que da mucho juego para animar. En esta ocasión participaron todas las categorías, compitiendo en relevos de 4x60 metros. 

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Antes del parón para almorzar, se entregaron las medallas a los más rápidos y rápidas de las pruebas de velocidad y de relevos.

A las 11:00 se retomó la competición con las pruebas simultáneas de salto de altura, salto de longitud y lanzamiento de peso. Nosotros nos centramos más en el salto de altura, ya que lo teníamos justo delante y podíamos verlo bien. La longitud y el peso no pudimos seguirlos desde nuestra posición, porque se estaban realizando fuera de la zona de hierba artificial.

Todo se iba desarrollando a la perfección según el horario establecido, así que a las 12:00, puntuales, comenzamos con la prueba de fondo. A diferencia de las otras pruebas, en esta puede participar más de un alumno por colegio, por lo que es como dar la salida a cualquiera de esas carreras a las que estamos acostumbrados los fines de semana.

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Los principiantes dieron una vuelta, los benjamines dos vueltas y los alevines tres. Aquí el público, que llenaba las gradas y la banda del campo, jugó un papel fundamental. Ya habían cargado las pilas y me ayudaron muchísimo con la animación. ¡Gracias por colaborar tanto y con tanta energía!

Nada más terminar la última carrera, pasamos a la ceremonia de premiación de la segunda parte de la jornada escolar y deportiva. Cerramos con uno de los momentos más bonitos, emotivos y llenos de responsabilidad y compromiso: la cesión de la bandera olímpica al colegio que asumirá la organización de las olimpiadas el próximo año. En esta ocasión, será el colegio Raimundo Lanas de Murillo el Fruto quien se encargue de organizar las LII Jornadas Escolares "Valle del Aragón" 2026.

Con mucha pena, porque la verdad es que el ambiente de convivencia, hermanamiento, competitividad y respeto que se vive durante la mañana de las olimpiadas es algo muy especial, fuimos despidiendo a cada uno de los colegios que regresaban a sus centros. Del mismo modo, una vez finalizado todo y recogido el material —como si allí no hubiera pasado nada—, también nos dio pena despedirnos del equipo de organización. Pero tanto ellos como nosotros nos fuimos con un buen sabor de boca y con la satisfacción de saber que todo el trabajo realizado durante tantos meses había merecido, sin duda, la pena.

¡Enhorabuena CPEIP Virgen del Soto! Y muchísimas gracias por permitirme vivirlo desde un lugar tan privilegiado como es el del micro. Os agradezco a todo el profesorado del cole y a todas las personas que me ayudasteis en algún momento de la mañana a desarrollar nuestro apasionante trabajo. Muchas gracias. Mila esker denoi.





jueves, 22 de mayo de 2025

CRÓNICA CARRERA CIRUELA NALDA Y QUEL "DESDE EL MICRO"

El ambiente que se vive en las carreras del circuito Ramón Óptica es una auténtica pasada. No os voy a descubrir nada nuevo —ya vamos por la tercera temporada—, pero sigue siendo impresionante ver cómo todo el mundo se saluda al recoger el dorsal, cómo se hacen las fotos de equipo antes de la carrera, cómo participan muchos adultos y, antes o después, también lo hacen sus hijos.

Después de la carrera, la gran mayoría se queda hasta la entrega de premios y alarga el post-carrera en la localidad correspondiente. Hay muchos piques sanos y, como ocurrió el otro día, incluso corredores que detienen su carrera para ayudar a otros que sufren mareos por el calor. Todo esto hace que valores como el compañerismo, la amistad, la solidaridad o el respeto cobren aún más importancia.



El pasado domingo 18 de mayo, en la localidad riojana de Quel, se celebró la 6ª prueba del Circuito de Carreras Populares Ramón Óptica. En esta ocasión, tuvo lugar la XV edición de la Carrera Ciruela de Nalda y Quel, organizada por el Ayuntamiento de Quel con la colaboración del Club Rincón Atletismo, entre otros.

Por tercer año consecutivo, acudimos a la cita para aportar nuestra experiencia en animación y dinamización de eventos deportivos, de la mano de nuestro amigo y compañero Santi, un hombre de confianza y trabajador incansable en cada evento que le toca coordinar. Gracias, una vez más, amigo.

La mañana empezó bien, con mucha calidad humana, ya os lo digo. Todo el mundo sonriendo, saludando, buscando una muestra de cariño, un gesto de complicidad con el resto de participantes mientras recogían su bolsa del corredor muy completa, llena de productos locales y por tan sólo 5€ de inscripción. 

En la salida, un gran número de participantes. Y es que, en esta edición de 2025, se lograron batir dos récords: por un lado, el de participación local, y por otro, el de corredores en general, superando la barrera de los 200 participantes y alcanzando un total de 215 inscritos. Como ya dijimos allí mismo, lo volvemos a repetir: gracias, corredores y corredoras, por vuestra confianza.

Cuenta atrás y salida rápida a las 10:00 en punto de la mañana. Por delante, 10,2 kilómetros por las calles de Quel y una potente cuesta de unos 250 metros que le da un puntito de dureza a la carrera. Eso sí, compensada después al correr junto al río Cidacos por la Vía Verde.

Para alcanzar los 10,2 kilómetros, los corredores deben dar dos vueltas, pasando muy cerca de la meta. Esto, para nosotros, es ideal tanto a la hora de informar al espectador como para animar a los participantes.

En el paso intermedio, vimos a un grupo de cinco corredores que se mantenían en cabeza sin mostrar aún todas sus cartas. Aguantaban el ritmo, dejando pasar los kilómetros para poner en marcha su estrategia en la segunda vuelta.

En la categoría femenina, Miriam Izal se destacaba del resto, mientras que la emoción se centraba en la lucha por el segundo y tercer puesto, con Olmo y Cristina Arellano pasando juntas.

Poco a poco fueron pasando los participantes por delante de nosotros, y la mayoría aprovechaba para coger o parar a beber agua en el avituallamiento. El calor apretaba, y estas primeras olas de calor nos pillan a todos desprevenidos.





La gente lo notó bastante, hasta el punto de que hubo algún que otro mareo, bien atendido en primer lugar por los propios corredores y, después, por el personal sanitario.

En meta, para quienes seguimos las carreras fin de semana tras fin de semana, no hubo muchas sorpresas. En categoría masculina ganó Youseff Chelh, y en la femenina, Miriam Izal. Ambos están intratables esta temporada, así que les damos la enhorabuena y las gracias por el rendimiento y la calidad que demuestran.

Al resto de participantes, sabemos que también os lo curráis muchísimo en cada entrenamiento, así que mucho ánimo para vuestros próximos objetivos.


 

En poco más de una hora desde que dimos la salida, la prueba absoluta ya estaba finalizada. Como hemos comentado, el calor hizo que los corredores sufrieran bastante, pero es responsabilidad de cada corredor regular sus esfuerzos e hidratación, especialmente sabiendo que las condiciones meteorológicas no son como las que estamos acostumbrados últimamente.

A continuación, pasamos a las carreras infantiles. Son esas carreras que también aportan un ambiente especial a cada prueba y que, gracias a las pegatinas y al detalle de fidelidad que se entregará al final del año en la gala del circuito, nos permiten conocer a los más pequeños, que ya son asiduos a las pruebas.

Aquí también tengo tarea: ir aprendiendo sus nombres, porque muchos ya son como de la familia.

Quiero destacar también una forma de organizar las pruebas infantiles que consiste en realizar una distancia determinada en un recorrido de ida y vuelta, y que, dependiendo de las categorías, se hagan más o menos vueltas. De esta manera, los aficionados, familiares y las personas que trabajamos en el evento podemos seguir el desarrollo de la prueba con mayor facilidad.



Una vez terminadas todas las pruebas infantiles, pasamos rápidamente a la entrega de premios, en la que se repartieron unas medallas personalizadas muy chulas para las personas más rápidas en cada categoría. También hubo un reconocimiento a los tres clubes más numerosos durante la mañana del domingo, y a los más pequeñines se les entregaron balones de Caja Rural como detalle tras la carrera.

Solo quedaba despedirnos de todos los que estaban allí, tanto organizadores e instituciones como corredores y corredoras. Una despedida que solo durará unos pocos días, porque este mismo sábado 24 de mayo tenemos una nueva cita con la 7ª prueba del circuito. Será en Cascante, en la carrera Subida al Romero, y os esperamos de nuevo a todos y todas. Las inscripciones están cerradas, pero te puedes inscribir allí mismo el día de la prueba.

Nos vemos, deportistas.



martes, 20 de mayo de 2025

CRÓNICA LARRATE BTT CARCASTILLO "DESDE EL MICRO"

El pasado sábado volvimos a disfrutar de un nuevo evento en Carcastillo: la II edición de la Larrate BTT.
Se trató de una prueba de bicicleta de montaña que ofreció a los participantes dos recorridos: uno largo, de 55 kilómetros y casi 1.000 metros de desnivel positivo, y otro más corto, de 30 kilómetros y 500 metros de desnivel positivo.

La carrera fue organizada por el Ayuntamiento de Carcastillo y el Club Cicloturista Carcastillo. Con ellos nos une una buena relación desde hace ya tres años, cuando participamos como speaker en el Memorial Eduardo Escobar. El año pasado, además, estuvimos presentes en la presentación de una nueva prueba de BTT en Navarra.

Como el año pasado, nuestra persona de confianza para tener toda la información del evento fue Jesús, alguien que, al igual que yo, fue recibido con los brazos abiertos por su pueblo de adopción, Peralta. A mí, de Falces; y a él, de Carcastillo.



Muchas de las zonas por las que pasó esta carrera compartían recorrido con el trail que se celebra en la misma localidad en el mes de febrero. Por eso sabíamos por dónde iba la carrera, qué senderos estaban haciendo y podíamos intuir lo divertida, pero también lo dura que se les podía hacer la prueba.

A primera hora de la mañana ya estábamos en El Cruce preparando todo nuestro material para trabajar en el evento. Como todo se repetía exactamente igual que el año pasado y lo teníamos muy claro, montamos nuestro stand rápidamente, pusimos algo de música —suave, para no molestar— ya que todavía no eran ni las ocho de la mañana, y aprovechamos para tomarnos un cafetico rápido antes de empezar a hablar sin parar durante toda la jornada.

Esperamos a que el reloj marcara las 8:30 de la mañana para comenzar con la previa del evento y empezar a conocer a los distintos participantes que ya iban llegando a la zona de salida y meta. Eso sí, aquí todo el mundo buscaba un rayito de sol para no pasar frío en la sombra.

Los participantes ya habían retirado su completa bolsa del corredor y, en el mejor de los casos, también los premios de los sorteos que colaboradores y patrocinadores habían donado para la ocasión. Estos premios se entregaban al recoger la bolsa, que se hacía en el polideportivo, por lo que nosotros no los veíamos directamente. Sin embargo, sí contábamos con el listado de premios, que además de ser buenos, eran bastantes.

La salida se dio a las 9:00 de la mañana, de forma conjunta para los dos recorridos, con más de 130 personas que querían disfrutar de la zona de Larrate. Una vez lanzada la carrera, tuvimos un rato de descanso hasta la llegada de los primeros participantes, momento en el que aprovechamos para tomarnos un pintxo en uno de los bares cercanos a la salida.

                                        


Nos iba llegando información, incluso algunas fotos, y nosotros lo íbamos transmitiendo por el micrófono para que la gente que esperaba en la meta estuviera entretenida e informada.

El tiempo en meta ya superaba el que marcó el biker más rápido el año pasado, pero intuíamos que no iba a estar muy lejos de aquella referencia. Así que estábamos expectantes por ver aparecer la moto que abría carrera, seguida del ciclista más rápido de la mañana en la distancia corta.

Fueron tres horas de llegadas a meta, desde que Eloy Navarro cruzó como ganador del recorrido corto hasta que lo hizo el último ciclista de la mañana. Entre medias, vimos levantar los brazos a Fuensanta Romanos como la mujer más rápida en la distancia corta, a Joanes Gárriz como vencedor del recorrido largo y a Laura Kalberg como campeona femenina de esa misma distancia.


Yo no me voy a quejar de esas tres horas en la zona de meta, porque en un evento, con el micro en la mano y haciendo todo lo que creo que puede ayudar a que la gente se lleve una gran experiencia, es como para estar contento y agradecido.

Pero claro, si el participante tiene un tirador de cañas en el avituallamiento, además de comida y dulces para aburrir, pues ese rato se hace mucho más ameno, ¿no?
Nosotros también nos escapamos un momento a la zona de avituallamiento, por aquello de “que no te lo cuenten”. Verdad verdadera: había un buen recovery post esfuerzo.






A las 13:30, tal y como indicaba la organización en el reglamento, entregamos los premios a los más rápidos de la jornada en ambas distancias, así como a los ciclistas locales más destacados.


Uno de los premios más especiales fue el Premio “Eduardo Escobar”, otorgado en la subida del cortafuegos de la presa de 600 metros con una pendiente media del 14 % y rampas que llegaban al 20 %. Ni más ni menos: el ganador se llevó un pedazo de jamón, entregado por las hijas de Eduardo.

Poco más que contaros de otra gran mañana deportiva, rodeado de grandes personas que lo dan todo por su carrera. Una de las frases que más se repitió en meta fue lo impresionante que era ver tanta gente y tantos voluntarios por todos los rincones.



Personalmente, agradezco de corazón a quienes estuvieron conmigo en la zona de salida/meta y me han aportado numerosas fotos y vídeos. Os dejo la foto de familia, en la que casi seguro falta alguien que todavía estaría trabajando por y para la carrera.

Muchas gracias, una vez más, familia.





jueves, 15 de mayo de 2025

CRÓNICA RABIOSA RACE MARCILLA "DESDE EL MICRO"

La primera edición: mucho frío. La segunda: mucho calor. Y la tercera… mucha lluvia.
Una edición épica, sin duda. La recordaremos por la cantidad de agua que cayó, sí, pero sobre todo por lo bien que lo pasamos. La gente supo darle la vuelta a la situación y disfrutar al máximo, demostrando que ni el mal tiempo puede con el espíritu de la Rabiosa Race.

Además, gracias a la lluvia tuvimos la oportunidad de conocer el salón de actos del Castillo de Marcilla, donde celebramos la entrega de premios. De no haber llovido, quizá nunca habríamos contado que una edición de la Rabiosa Race entregó sus premios en un lugar tan especial.

Esto ocurrió el pasado sábado 10 de mayo en Marcilla, durante la celebración de la III edición de la Rabiosa Race, que contó con la participación de 800 personas. La prueba se desarrolló sobre un recorrido de aproximadamente 6 kilómetros, con 30 obstáculos —tanto naturales como artificiales— que los participantes tuvieron que superar.



Tras el éxito de las ediciones anteriores, Marcilla celebró una nueva edición de su carrera de obstáculos. Para mí, siempre es un lujo y un placer poder poner voz y animación a este evento tan cerca de casa, rodeado de tanta gente conocida y con el gran ambiente que se respira en las carreras de obstáculos.

En los días previos y a primera hora del sábado, se respiraban nervios e incertidumbre por lo que podía depararnos el temporal. Daban lluvia, y mucha. La cuestión era esperar a qué hora aparecería la nube que descargaría un buen puñado de litros por metro cuadrado.

A primera hora de la mañana, mientras montábamos toda la zona de salida/meta, la megafonía, etc., el tiempo nos respetó. ¡Gracias! Hubo un momento en que empezó a llover, pero sin mucha fuerza. De hecho, se veía el sol. Aquello pareció más una prueba para quienes no estaban muy convencidos de participar; con esas pocas gotas, seguro que más de uno decidió perderse la carrera. No lo puedo asegurar, pero estoy casi convencido de que alguien lo pensó... y lo hizo.



A las 10:00, puntuales como siempre, y tras el briefing de Edu, se dio la salida a la tanda élite. Ya se había avisado previamente de que, mientras no hubiese tormenta eléctrica, el evento seguiría adelante. Esta tanda reunía a los y las participantes que iban a competir seriamente, tanto en categoría masculina como femenina, bajo la normativa OSO (Obligatorio Superar Obstáculo). Es decir, podían intentar cada obstáculo tantas veces como fuera necesario antes de perder la única pulsera que se les había entregado al inicio.

La segunda tanda también era competitiva, pero en este caso correspondía al Desafío Empresas, una competición organizada por Progesport que incluye numerosas pruebas a lo largo de toda la primavera y abarca actividades muy diversas. Empresas, ¡Tranquilas! Les hicimos un buen calentamiento previo para evitar lesiones en carrera.

A partir de ahí, dimos otras 11 salidas más, cada 10 minutos. Es increíble lo bien que nos lo pasamos, y lo bien que nos hacen pasar. La predisposición y colaboración de la gran mayoría de participantes hace que cada salida sea única y especial. Se agradece mucho ese buen rollo en este tipo de carreras.



Lo complicado llegó en la última tanda, la de las 12:00, cuando ya llevábamos dos horas dando salidas. Habíamos visto ganar la Rabiosa Race a Juan José Castro en categoría masculina y a Carla Filloy en categoría femenina, ambos superando todos los obstáculos y conquistando la traca final en los fosos del Castillo. Fue entonces cuando comenzó a llover, y parecía que iba a ser una lluvia intensa y prolongada. La AEMET nos lo había advertido cada vez que consultábamos el parte meteorológico.

Aguantamos un rato más con la animación y la información, pero por delante solo pasaban “pajaricos” empapados de agua, preguntando —por favor— por la txistorra los más animados, y por las duchas quienes más frío tenían. Por suerte, de fondo teníamos a la txaranga que, de porche en porche de cada bar, ponía un poco de alegría a la mañana.

En previsión de que la tormenta no iba a parar, desde la organización se decidió entregar los premios en el Salón de Actos del Castillo de Marcilla. Algo que, como comenté allí mismo, de no haber sido por la lluvia, no tendríamos el recuerdo de haber entregado los premios en el interior del Castillo.



La mañana no dio más de sí. Solo quedaba agradecer una vez más a las personas que confiaron en nosotros para cubrir el evento como speaker, y aprovechar para conversar con el personal del ayuntamiento y agradecerles su confianza.

Ojalá nos veamos en una cuarta edición de la Rabiosa Race en Marcilla.

viernes, 9 de mayo de 2025

CRÓNICA XTREME HIGA DE MONREAL "DESDE EL MICRO"

El coloso de la cuenca de Pamplona nunca falla, ya sea para entrenar o para competir. Puede que sea uno de los trails más antiguos de Navarra, con la friolera de dieciséis ediciones y, como siempre, ofrece paisajes, terreno y recorrido espectaculares.

No siempre podemos hacerlo, pero esta semana sí logramos escaparnos el viernes para reconocer el recorrido. He de felicitar a la organización, porque, incluso sin voluntarios, no tuvimos ninguna duda en ninguno de los cruces al realizar el recorrido largo de 21 kilómetros.

Me escapé con un compañero del Peralta Atlético. Hicimos todo el recorrido de la media maratón y disfrutamos de cada uno de los rincones que esconde esta preciosa carrera. Comenzamos con la subida por la parte derecha, que engaña —y mucho—, porque te invita a correr, pero vas acumulando desnivel positivo paso a paso.




En el kilómetro 5, aproximadamente, tomamos el desvío del recorrido largo para ir por los rasos de Larrun, pasar por la fuente de Ituroitz y bajar por el barranco, cruzando varias veces de un lado a otro. Después, los recorridos se vuelven a unir para afrontar el tramo de subida a los molinos, a Ekisoain, por el mismo trazado, adentrándonos en un hayedo que, gracias a las últimas lluvias, estaba espectacular.

A continuación, llega una bajada donde los recorridos vuelven a separarse, y el largo se dirige hacia la senda de las vacas, pisando en todo momento la hojarasca caída, sin ver claramente por dónde caminas. Este tramo te va acercando al collado del Portillo, por donde también pasa el recorrido corto, aunque en este punto el largo rodea la Higa y desciende ligeramente antes de enfrentarse a la parte más exigente de la carrera. Primero llega la subida a Higalepo, una ascensión añadida el año pasado, donde se encuentra un monolito en memoria de quien fuera escoba de la carrera durante muchas ediciones. Después viene la zona de las cadenas: una pared casi vertical que hay que superar en varios tramos con la ayuda de las cadenas instaladas.

Para terminar la carrera, una vez coronas Elomendi (1.242 m), el recorrido te pone a prueba con una bajada casi vertical. En apenas tres kilómetros se descienden cerca de 750 metros de desnivel negativo, con tramos muy técnicos, zonas con piedra y gravilla suelta, y otras en las que se puede correr mucho.


El domingo 4 de mayo nos presentamos temprano en Monreal para preparar todo. Por allí ya estaban Álvaro, Alfonso y Josean, entre otros voluntarios y voluntarias. Como ya habíamos estado en un par de ocasiones y sabíamos que nada cambiaría en cuanto a nuestro trabajo, empezamos a montar todo con tiempo para ir bien de hora.

La zona de entrega de dorsales nos quedaba un poco a desmano, pero algunos corredores pasaban por delante y ya podíamos saludarles, darles los buenos días y desearles mucha suerte para la carrera.




La salida estaba programada para las 9:30 de la mañana, así que desde casi las 9:00 ya se veía a mucha gente calentando por los alrededores. Aprovechamos ese momento para preguntar, charlar y conocer cómo se encontraban los corredores y corredoras antes de afrontar, bien el recorrido largo de 21 kilómetros con 1.200 metros de desnivel positivo, o bien el recorrido corto de 12 kilómetros con 550 metros positivos.

Durante el recorrido, recibíamos información a través de los diferentes puntos de control establecidos en la carrera, lo que nos permitía saber en todo momento cómo se estaba desarrollando la prueba.

Los primeros en llegar, por lógica, fueron los del recorrido corto, donde Yelko Pardiñas se hizo con la victoria, cruzando la meta con poca ventaja respecto al segundo clasificado y con la rodilla ensangrentada. ¡10 puntos le tuvieron que dar al final de la prueba! En categoría femenina, Gurantz Azpiroz revalidó nuevamente el título de campeona.

La carrera larga también estuvo emocionante, ya que Ion Vegas se impuso por tan solo 10 segundos sobre su perseguidor. En la categoría femenina, el triunfo fue más claro, con una espectacular bajada desde Elomendi por parte de Ainhoa Etxegarai, quien logró abrir una ventaja considerable frente a su perseguidora.





Durante tres horas estuvimos recibiendo participantes en la meta sin parar. Es cierto que algunos no habían superado el corte de tiempo en el collado del Portillo. La mañana amenazaba tormenta y, claro, la zona de las cadenas y las antenas no es precisamente el mejor lugar para estar bajo la lluvia, y mucho menos durante una tormenta eléctrica. Al final no cayó ninguna, pero eso solo lo sabemos ahora, una vez ha pasado todo. En mi opinión, la decisión de la organización fue acertada.

Los premios también se cambiaron de ubicación por la misma razón mencionada anteriormente. Y mira que la zona de las piscinas es preciosa —lo digo todos los años, antes y durante la prueba—: esta carrera tiene el photocall natural más grande y bonito. Tener un recuerdo con la Higa de Monreal de fondo es simplemente espectacular.




Tras la entrega de premios a los más rápidos —tanto en categoría absoluta como en veteranos, así como en la parte cronometrada desde el Portillo hasta las antenas—, llegó otro de los momentos más característicos de esta prueba. Un año más, la Asociación de Jubilados de Monreal preparó con gran ilusión un auténtico lunch, pensado para alargar la estancia de los corredores y sus familias tras la carrera.

Nosotros aprovechamos para picar algo rápido, pero enseguida nos pusimos a desmontar todo, ya que aún nos quedaba un buen rato recogiendo y la amenaza de lluvia seguía presente. Eso sí, una vez terminado el desmontaje, tuvimos tiempo de volver al frontón de Monreal para degustar las tortillas de patata y demás delicias del lunch, mientras charlábamos con participantes y organizadores del evento.

Una carrera que os recomiendo al 100%. El recorrido es espectacular, permite correr mucho durante casi toda la prueba, hasta el kilómetro 16, donde empieza el verdadero rock and roll. Luego llega la última bajada —técnica en algunos tramos—, pero con la meta ya tan cerca, todo el esfuerzo merece la pena. Eso sí, hay 400 dorsales... y se completan.

Si no hay ningún imprevisto, nos vemos el año que viene en carrera, pero seguro que a lo largo del año recorremos sus senderos en más de una ocasión. 




miércoles, 7 de mayo de 2025

CRÓNICA IBAIGORRI BTT LERÍN "DESDE EL MICRO"

Cuando una prueba deportiva anuncia que abrirá inscripciones un determinado día, las abre y, en cuestión de un par de horas, las cierra con 800 participantes y más de 160 personas en lista de espera... está claro que es algo más que una simple marcha de BTT, ¿no creen?

Es la Bike & Fest, es la fiesta del pueblo, es el gran día en la zona. Y eso se ha conseguido gracias al esfuerzo de todas las personas implicadas. Organizadores, Instituciones, Voluntarios, Patrocinadores y como no bikers!!!




El año pasado tuve la oportunidad de conocer Ibaigorri BTT "desde el micro". Había oído hablar de ella por la cercanía a mi pueblo, Falces, y por la repercusión de la prueba, pero no la conocía tan de cerca.
La edición de 2024... No os voy a decir que fue para olvidar, porque el esfuerzo y el trabajo de la organización fueron incluso mayores que cuando todo sale bien. Pero la recordaremos como la edición del diluvio, del barro espeso y de los abandonos.

Este año pintaba de otra manera. Es cierto que había amenaza de lluvia y que en los días previos a la prueba también llovió en la zona, pero, aunque había algo de barro, no fue nada comparado con la edición anterior.

7:00 de la mañana, y ya estábamos en Lerín. La zona de autocaravanas, a rebosar. En la plaza del Mirador del Ega aún había poca gente, pero los voluntarios y voluntarias encargados de entregar las bolsas del ciclista y preparar toda la zona de salida y meta ya se encontraban allí, ultimando detalles.

Nosotros, como repetíamos y ya conocíamos la dinámica, en cuanto nos ubicaron para colocar nuestro puesto de speaker, empezamos a tirar cables por todas partes para montar la megafonía que iba a ambientar una gran mañana de mountain bike.




Con 800 participantes, os podéis imaginar lo que supone coger sitio en la salida, ¿verdad? Pues casi 45 minutos antes ya teníamos a los primeros ciclistas colocados, lo que nos animó a empezar con la previa de la prueba, ya que la plaza comenzaba a llenarse de gente.

Momentos antes del inicio, tuvimos la gran suerte —oportunidad, privilegio— de entrevistar a Miguel Indurain, quien fue padrino de esta prueba en su primera edición. Un icono e ídolo del ciclismo, que, a pesar de su apretada agenda, logró sacar un hueco para participar en la XV Edición de la Ibaigorri.

Corte de cinta protocolario por parte de las autoridades y miembros de la organización, y salida neutralizada por la calle Mayor de Lerín. Vivirlo, contarlo y narrar esta salida es impresionante, ya que durante más de cinco minutos no dejan de pasar bicicletas frente a nosotros.

Una vez que salieron todos, tuve que esperar a que Carlos, uno de los organizadores, viniera a por Julen (Kraken Sport) y por mí para llevarnos al avituallamiento del kilómetro 21. Un lugar que, más que un simple avituallamiento, parece una auténtica fiesta.




Los primeros 50 participantes pasaron de largo. Estábamos expectantes por recibir al primer ciclista que iba a parar. Cuando lo hizo, se llevó una ovación tremenda. A partir de ahí, fueron parando muchísimos participantes, y empezamos con entrevistas, ánimos, saludos, aplausos...

Tras un buen rato por allí y calculando cuándo podrían llegar los primeros participantes a meta, Carlos nos volvió a llevar a Julen y a mí a la zona de meta para recibir a los ciclistas que habían realizado cualquiera de las opciones ofrecidas por la organización. El recorrido corto, de 37 kilómetros y 700 metros positivos; el recorrido largo, de 51 kilómetros y 1100 metros positivos; o el recorrido largo combinado con la zona cronometrada de "La Planché", 5,8 kilómetros con 300 metros positivos, pasos técnicos y mucha dificultad.

Fue un largo rato el que estuvimos recibiendo participantes, haciendo entrevistas, tomando alguna que otra caña y pintxos de txistorra y panceta, que es el avituallamiento que tienen los participantes en meta. Un buen "recovery" para semejante esfuerzo.

La premiación se realiza únicamente al tramo cronometrado de "La Planché" y, para ello, primero debes elegir en la bifurcación de la carrera el desvío al recorrido largo y, posteriormente, cuando veas la entrada a "La Planché", tomar ese sendero. Es una de las curiosidades de esta prueba: te inscribes y, el mismo día, según cómo te vayas sintiendo, decides qué recorrido realizar.




Tras la entrega de premios y ya preparados para seguir la fiesta, tuvimos a la txaranga Txurru Txiki, quienes amenizaron el vermut por las calles de Lerín, mientras otros participantes y familiares aprovecharon para ser de los primeros en coger el plato de paella con postre y bebida incluidos, y entrar al frontón a comer tranquilamente. Cuando llegamos y nos prepararon el plato, los encargados de hacer la paella nos confirmaron que habían preparado 25 paellas. Impresionante.

Tras tomarnos un tiempo de "relax" para comer y con la música de fondo en el frontón, pasamos a darle un poquito de ambiente al momento previo a los sorteos que hicimos a las 17:30, a través de la venta de boletos por parte de la organización. Esos premios incluían jamones, noches en la zona, almuerzos, comidas, cenas, equipaciones y una estupenda bici. Por segundo año consecutivo, el ganador de la bici estaba en el frontón, así que podéis imaginar la que se armó por allí.




Tras el "momento subidón", fuimos recogiendo y haciendo las despedidas pertinentes, con la satisfacción de un trabajo bien hecho y con el agradecimiento por parte de la organización, donde allí mismo, en un folio, quedó firmado el contrato para el año que viene. Es espectacular cómo se vive este evento desde la organización. Que no cambie nada de eso, porque es lo que hace grupo.

Nosotros nos fuimos. Nos marchamos. Pero allí les quedaba fiesta para rato. Volvió a salir la txaranga, hubo batukada con Batu Klan, rock por las calles con RocKalean y DJ's. Un programa completo para toda la familia, ya que por la mañana, durante la prueba, también hubo hinchables.

Amigos y amigas bikers, deportistas en general, atentos y atentas a principios de año a las redes sociales de Ibaigorri BTT para no perderos la XVI Edición de esta gran prueba deportiva.