El verano está lleno de carreras. Parece que hay menos, hasta que te pones a buscar, indagar y descubrir. Muchas de las carreras de verano están relacionadas con las fiestas: carreras de encierros o similares. La carrera "Fiestas del Casco Viejo" de Calahorra es un ejemplo de ello.
El pasado viernes, 18 de julio, se celebró en Calahorra la 7ª edición de la Carrera Popular "Fiestas del Casco Antiguo". Una prueba organizada y coordinada por nuestro amigo Félix, gran impulsor del atletismo en la zona, apasionado del deporte y principal responsable de este evento.
A última hora de la tarde del viernes me animé a participar. Salí de la piscina donde me encontraba, cogí la pantaloneta, la camiseta y las zapatillas, y me fui a disfrutar de una carrera corta, cercana a casa. Como no la conocíamos, era una buena oportunidad para descubrir cómo es, cómo se desarrolla y todo lo que la rodea.
Aparqué el coche y me fui a buscar la zona de salida por el Casco Viejo de Calahorra. La verdad es que creo que era la primera vez que recorría esas calles. Por suerte, varios participantes se dirigían hacia allí y pude seguirlos para encontrar el camino.
En el Planillo de San Andrés, junto a la iglesia del mismo nombre, ya se respiraba el ambiente previo a cualquier evento deportivo: música, animación y las carreras infantiles en pleno desarrollo. Saludamos a muchas personas conocidas, pero lo primero era recoger el dorsal, ya que no estábamos inscritos y tampoco nos sobraba mucho tiempo. Camiseta de algodón que nos dieron para poder lucirla por ahí.
Quería trotar un poco antes de la carrera, si era posible, darme una vuelta al recorrido previamente —la “de diver”— y después ya hacer la oficial —la “de fuego”. Pero entre saludar a uno, que me explicaran el recorrido, y que mientras calentaba me encontré con Juantxo (con quien tengo esta misma semana un gran evento: nada menos que el Campeonato de España de Triatlón Cross, Acuatlón Cross y Duatlón Cross, al que, por cierto, estáis todos invitados a pasaros por Calahorra)... bueno, pues eso, que al final apenas pudimos correr un par de kilómetros antes de colocarnos bajo el arco de salida.
Ya nos había advertido el bueno de Dani (del Calagurris Atlético) si sabía bien dónde me había metido. Que tuviera cuidado con las dos cuestas... ¡aunque luego le tuve que tirar de las orejas, porque al final fueron tres! (jajajajaja). También algún que otro participante nos puso al día sobre el recorrido, así que nada, salimos a lo nuestro: a disfrutar y a darnos un buen calentón.
Un centenar de personas estábamos preparados para la salida. Hicieron la cuenta atrás y, desde el Arco Romano del Planillo de San Andrés, salimos de la plaza con un terreno bastante favorable. Prácticamente los dos primeros kilómetros de carrera fueron cuesta abajo o llanos, lo que permitió coger ritmo con facilidad.
Fui cogiendo ritmo y posición, y lo curioso de esta parte fue que íbamos al ritmo de las primeras chicas de la carrera: Vero, Maribel y Riovana. Casi al llegar al kilómetro dos, apareció desde atrás Deysi, las adelantó con fuerza y se fue hacia adelante, justo antes de comenzar la primera de las cuestas.
Me enganché un poco a Deysi para intentar aguantarle el ritmo. Ya habíamos entrado en pleno Casco Antiguo, con una fuerte subida, y a partir de ahí todo eran calles estrechas, muy reviradas y sin apenas descanso. Tras una bajada muy empinada, afrontamos otra subida dura que nos llevó a pasar por el arco de salida/meta, antes de encarar otro descenso exigente… ¡con escaleras incluidas!


Fue en ese momento cuando me acordé del bueno de Dani y sus “dos subidas”. Estaba bajando la segunda, no llevaba ni tres kilómetros y todavía no había pasado por la Plaza del Raso… así que, claramente, aún quedaba una sorpresa más en forma de cuesta.
Pues, como era de esperar, después de haber perdido bastante desnivel, tocaba volver a subir. En cada giro que hacías por una bocacalle, la pendiente parecía aumentar aún más. Pero bueno, para eso habíamos venido.
Pasamos la Plaza del Raso, el punto más alto de la carrera, y a partir de ahí todo fue callejear por el Casco Viejo, donde veías al de delante y, en un segundo, ya había desaparecido por alguna calle estrecha. Finalmente, la carrera resultó ser de algo menos de 5 kilómetros. Me di un buen calentón con un tiempo de 19:25, y después tuve que trotar un poco más para recuperar del esfuerzo. Las pulsaciones se nos habían disparado y de que manera.
Al regresar a la plaza, cogí un poco de sandía del avituallamiento de meta, recogí la camiseta que me habían guardado y, tras alguna que otra foto y saludar a amigos y conocidos, me fui despacito hacia el coche para volver a casa cuanto antes y no quedarme frío. Eso sí, antes de arrancar, cambio de ropa en el coche para no volver sudado.
Me encantó el recorrido. Es un auténtico fartlek. Tienes que disfrutar este tipo de carreras para sacarle todo el partido al trazado. Hay cuestas empinadas, tanto de subida como de bajada, giros constantes… de repente vas lento, de repente rápido. Y eso es lo bonito: que haya tanta variedad de carreras y puedas elegir la que más te guste o mejor se adapte a ti.
Agradezco a Alfonso que nos dejase unos bonitos recuerdos de nuestro paso por la Carrera de las Fiestas del Casco Viejo de Calahorra. Nos veremos muy pronto, aunque esta vez será él quien lleve el dorsal y yo el micro.
También quiero dar las gracias a la organización por el esfuerzo que hacen para sacar adelante estas carreras, darle vida y ambiente a la localidad, y permitirnos disfrutar de un fin de semana con dorsal.
¡Qué crónica más fantástica y detallada has hecho de la Carrera "Fiestas Casco Viejo" de Calahorra! Me ha encantado leer tu experiencia "desde dentro" y ver cómo viviste cada subida, cada giro y cada bajada de nuestro Casco Antiguo.
ResponderEliminarMe alegra muchísimo que te animaras a participar y que disfrutaras tanto del recorrido. Como bien dices, es una prueba que tiene su "aquel" con esas cuestas y cambios de ritmo, ¡un auténtico fartlek como tú lo has clavado! Es precisamente esa particularidad la que buscamos para que sea una carrera diferente y desafiante, y me enorgullece que la valores así.
Tu descripción del ambiente, de las carreras infantiles (tan importantes para la promoción de las categorías menores, algo en lo que siempre hago hincapié), y del esfuerzo organizativo, me llena de satisfacción. Al final, todo el trabajo que le ponemos desde la organización busca precisamente eso: que disfrutéis de un día de deporte y que Calahorra y su Casco Viejo cobren vida con el ambiente de la carrera.
Gracias por tus bonitas palabras y por tu apoyo. ¡Ya sabes que aquí tienes tu casa! Y sí, será un placer que la próxima vez cambien los papeles y yo sea el que tenga el micro mientras tú disfrutas con el dorsal.
Un fuerte abrazo,
Félix