martes, 28 de octubre de 2025

CRÓNICA BETAGARRI TRAIL ANCIN "DESDE EL MICRO"

@zubikophoto


Pues bien, una carrera que en su quinta edición logró reunir a 500 participantes en sus tres distancias es, sin duda, una cita a tener en cuenta a la hora de elaborar nuestro calendario personal de carreras. La Betagarri Trail, celebrada el pasado sábado 25 de octubre en la localidad de Ancín, completó su cupo de inscripciones gracias a todos los corredores y corredoras que se animaron a participar en esta prueba de montaña.

Yo corrí la primera edición, aquella que inauguró el calendario de carreras populares en Navarra después de la pandemia. Salimos por tandas y con mascarillas… qué tiempos aquellos.

Durante los dos últimos años he estado como speaker, pero este año, aprovechando que ya estoy entrenando en condiciones, fui el viernes por la tarde a realizar el recorrido largo. Quería recordar lo bonito que es este trazado, prácticamente todo entre bosques de encinas, con abundante vegetación, y conocer el nuevo diseño de las últimas ediciones. La sensación al correr casi toda la primera parte sin darte cuenta de que vas acumulando desnivel, y esas dos últimas subidas al final, te dejan un gran sabor de boca.

A nuestra llegada al frontón ya había varios participantes retirando su dorsal, así que aprovechamos para charlar con ellos, así como con los voluntarios y voluntarias que estaban repartiendo dorsales o ultimando los preparativos.

Le recogimos la bolsa del corredor a un primo que finalmente no pudo participar y aprovechamos para ver qué contenía. Aquí está uno de los secretos de esta carrera: una camiseta, unos calcetines, productos de nutrición, agua, avena, imanes para el dorsal, descuentos en masajista y un ticket para la comida postcarrera.

Vimos amanecer en la línea de salida. Eran las 7:30 y había que empezar a tirar cables por la zona. Los más madrugadores también estaban ya por allí, así que había alegría desde primera hora del día. Cada cual a lo suyo, y el amigo Andrés, máximo coordinador e impulsor de la prueba, ya había bajado del monte después de esconder un jamón para los del recorrido largo, un queso para los del recorrido Ikatz y un chorizo para el recorrido txiki.

En esta carrera, cuando los corredores encuentran alguno de estos premios, deciden si lo cogen y lo bajan hasta meta… o si pasan de largo. ¿Tú qué harías?

@unai_m


Se iba acercando la hora de la salida. Teníamos tres distancias y, por tanto, tres salidas diferentes, así que la animación era total. El recorrido largo, denominado Trail, contaba con 24 kilómetros y 1.050 metros de desnivel positivo: pura esencia de la zona para dar una buena vuelta por sus montes. Salió a las 10:00 de la mañana.

@zubikophoto

A las 10:15 lanzamos al monte el recorrido Ikatz, de 15 kilómetros y 660 metros de desnivel positivo. Esta distancia, introducida el año pasado, busca consolidarse en el programa. Además, comparte con el recorrido largo las subidas más duras de la prueba.
Por último, los participantes que habían apostado por el recorrido más corto, de 8,5 kilómetros y 250 metros de desnivel positivo, salieron a las 10:30 de la mañana. Fueron los últimos en salir, pero los primeros en llegar. En apenas 35 minutos ya los teníamos en meta, así que no hubo mucho tiempo de descanso entre la última salida y la llegada del primer participante.

Desde que dimos la salida hasta que llegaron los escobas del recorrido largo pasaron cuatro horas de disfrute, diversión, entretenimiento, emoción, alegría, anécdotas… y premios por el camino con el jamón, el queso y el chorizo. Eso sí, a todos y cada uno de los finishers se les impuso su medalla conmemorativa por haber participado en la Betagarri Trail 2025, tras cruzar el arco de meta, totalmente personalizado para la ocasión.


@unai_m


Los corredores que ya habían acabado, junto con el público que los acompañaba, se repartían entre la zona de meta y el frontón. Y es que, para esta quinta edición, se estrenaba ubicación: se pasó de la zona deportiva de las cuatro primeras ediciones al centro del pueblo, junto a la iglesia y el frontón. Allí, a cubierto, se encontraba la txozna, bien surtida de bebida, y el food truck de La Melosa, con unas tortillas de patata que probé a primera hora y que estaban de 10. Brutales.

Llegó el turno de la premiación en el escenario preparado para la ocasión, comenzando por el Premio Julbo. Este galardón, entregado por uno de los patrocinadores, consistía en unas gafas de sol de la propia marca para el chico y la chica más rápidos en un tramo cronometrado de los recorridos Trail e Ikatz: 2,2 kilómetros con 160 m+ y 90 m+, que incluía la última subida del recorrido y un tramo de bajada espectacular por un bonito sendero, muy rodado por bicicletas, donde se podía “abrir las alas” y volar.

Después, en cada categoría se entregaron los premios locales, a los veteranos y a los tres primeros clasificados, tanto en categoría masculina como femenina. Los ganadores absolutos, además del trofeo y los productos locales, recibieron también un premio económico.

Tocaba despedir la parte deportiva con la foto de familia de los voluntarios y voluntarias presentes, para dar paso a las enormes paellas que ya estaban reposando y listas para ser servidas entre los muchos participantes y familiares que, como yo, nos quedamos a alargar el evento y disfrutar de un postcarrera maravilloso. En mi caso, lo hice junto a corredores falcesinos y amigos del CAD Tafalla, que, por cierto, al ser esta la última prueba de la copa impulsada por la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada, tenían todo muy controlado: se proclamaron campeón y subcampeón de la copa, Aritz y Álvaro.

Yo ya me tenía que marchar. Estaba muy a gusto, pero llevaba más de 24 horas fuera de casa y al día siguiente tocaba trabajar en la Trail Peña Roya de Caparroso, así que no quería que se me hiciese tarde, ya que tenía que preparar y repasar algunos detalles de cara a la carrera del día siguiente.

Me fui justo cuando empezaba la actuación del Grupo Ilya, que seguro que animó mucho la tarde. También me quedé con la curiosidad de conocer el número de la cesta sorteada con la venta de boletos, valorada en 500 € y llena de productos, pero intuyo que ya se habría dado a conocer allí mismo.

Así que, como habéis leído, el Club Deportivo Ancín Freeland y el pueblo de Ancín no solo organizaron una carrera con tres recorridos, sino que cuidaron cada detalle pensando en el participante. ¡Enhorabuena, equipazo!

@zubikophoto


jueves, 23 de octubre de 2025

CRÓNICA CARRERA POPULAR ANDOSILLA "DESDE EL MICRO"

El pasado domingo, 19 de octubre, se celebró en Andosilla la ya tradicional Carrera Popular Villa de Andosilla. Una prueba rápida de 5,7 kilómetros, con la dura y exigente subida a la iglesia en el kilómetro 4, que ya es algo típico y característico, y donde cada año hay más animación y expectación. ¡Qué gusto tenemos por ver sufrir a la gente en los puntos más duros de las pruebas, ¿verdad?!

Como llevamos ya varios años cubriendo esta prueba como speaker oficial, y tanto las personas que la organizan como la ubicación y el desarrollo de la misma no varían —si algo funciona bien, ¿para qué cambiarlo?—, en cuanto nos presentamos en Andosilla comenzamos a preparar nuestra ubicación y el material necesario, aun antes de que hubieran llegado los voluntarios y voluntarias de la prueba, encargados de la zona de salida, llegada y reparto de dorsales. No tardaron mucho en llegar y en empezar a preparar también cada uno su parte.



En un momento ya teníamos todo listo en la zona de salida y meta: las vallas, el arco, las cintas, la megafonía y la zona de los jueces de la Federación Navarra de Atletismo, que ya estaban allí para encargarse del control de las llegadas a meta de todas las categorías.

Al ser una prueba del Circuito de Carreras Populares Ramón Óptica, había muchísimas caras conocidas, no solo entre los participantes adultos que se acercaban a retirar su bolsa del corredor en los bajos del ayuntamiento, sino también entre los más peques, que cada vez son más los que vienen a saludar y a chocar la mano en cuanto nos ven. Esto me hace especial ilusión, ver cómo se va creando ese gran ambiente desde primeras horas de la mañana y cómo los más pequeños también vienen a divertirse, a pasarlo bien y a hacer nuevas amistades entre ellos.



Al igual que el año pasado, las carreras infantiles estuvieron repletas de participación. Con las inscripciones anticipadas ya se contaba con 200 participantes y, in situ, se apuntaron unos 50 más. Así que, con un total de 250 niños y niñas en las categorías infantiles, os podéis imaginar el gran ambiente que hubo mientras se disputaban las pruebas por los alrededores de la plaza de Andosilla.

Al igual que el año pasado, las carreras infantiles estuvieron repletas de participación. Con las inscripciones anticipadas ya se contaba con 200 participantes y, in situ, se apuntaron unos 50 más. Así que, con un total de 250 niños y niñas en las categorías infantiles, os podéis imaginar el gran ambiente que hubo mientras se disputaban las pruebas por los alrededores de la plaza de Andosilla.

Me fui con la previa. Había que empezar a enchufar ya a los corredores y corredoras, porque quedaban apenas 20 minutos para la salida, en la que iban a participar más de 200 personas. Un buen número, teniendo en cuenta la cantidad de carreras que había este fin de semana en Navarra y alrededores.

¡Vallas llenas! Móviles preparados. Manos arriba para reconocer la labor del Ayuntamiento de Andosilla, del Club Atlético Andosilla y de todos y cada uno de los colaboradores y voluntarios que nos habían reunido en la mañana del domingo en Andosilla. Todo en orden y con el ok del juez de salida también, así que... ¡cuenta atrás y a disfrutaaaaaaaaaaar!

Otros años, en cuanto doy la salida, me marcho a la zona de la carretera para ver el paso intermedio, aproximadamente en el kilómetro 3,5. Pero esta vez una pareja se nos acercó a saludarnos, algo que nos hizo mucha ilusión. Estuvimos hablando de varios temas relacionados con mi trabajo como monitor de actividades deportivas, y así se nos pasó el tiempo de espera. Agradezco el acercamiento y el poder conocer a más personas del mismo gremio.




Cuando pregunté a los jueces si ya habían pasado por la carretera, efectivamente, así era. Así que nada, esperamos en meta, ya que en torno a los 18 minutos el primer clasificado podía estar llegando, y así fue: ya casi lo teníamos en meta.

La gente que, en primer lugar, había llenado las vallas y que posteriormente se había desplazado a la carretera —apenas 100 metros del lugar de salida— regresó a la zona de llegada, señal de que ya venía el primer participante. El máximo favorito y vencedor también del año pasado, Mikel Abad, se llevó la victoria masculina. En chicas, Mª Ángeles Suescun también repitió victoria por segundo año consecutivo.

Un sinfín de llegadas a meta, muy celebradas por la mayoría, y contentos por conseguir puntos para la general del Circuito de Carreras Populares Ramón Óptica. Y es que solo faltan dos pruebas: la del 16 de noviembre en San Adrián y la del 30 de noviembre en Igea.

Vimos también a muchos peques que ya se animan a participar en estas carreras, así como a gente local. Siempre es importante que haya esta predisposición en cada pueblo para mantener viva la carrera, y que la gente del lugar se anime no solo a correr ese día, sino también a prepararla y a seguir su rutina de entrenamientos para llegar lo mejor posible a la carrera de su pueblo.

Para los premios, me cambié de ubicación. Como viene siendo habitual, se reparten en los bajos del Ayuntamiento, y allí ya estaba todo preparado: medallas y detalles para ganadores y ganadoras. Empezamos con los más peques y terminamos con los podios locales y la prueba absoluta, además de la foto de familia, tanto de los más rápidos de la mañana como de la gran familia del Club Atlético Andosilla y del Ayuntamiento de Andosilla.

Solo nos quedaba recoger lo nuestro, que no es poco, y, después, aprovechar para charlar un buen rato con nuestro amigo Jesús Mari Calzada, a quien le agradezco no solo la confianza para estar en las pruebas de Andosilla como locutor, sino también todo el apoyo moral que me ha dado, sobre todo en esta última etapa de mi vida. Una relación que viene de muchos años atrás, como compañeros de trabajo, y que, a día de hoy, se mantiene viva y activa. Gracias, Jesús Mari, por todo tu apoyo.

Andosilla, nos veremos muy pronto nuevamente.



martes, 21 de octubre de 2025

CRÓNICA JUAN MIGUELIZ LEYRE TRAIL "DESDE EL MICRO"

Desde que corrí esta carrera en 2018, siempre he pensado que es una de las más técnicas que he hecho con dorsal. Además, por la zona en la que discurre la prueba, es también una de las más bonitas que tenemos en Navarra. La Sierra de Leyre es preciosa, y el carrerón que tienen montado allí, con un trasfondo tan emotivo como el homenaje a Juan Migueliz desde el Club Trotecuto, organizadores de la prueba, hacen que sea una de esas carreras que tenéis que correr, mínimo, una vez en la vida.

Nuestro debut en esta carrera a los mandos del micrófono fue el año pasado. Este año repetíamos por segundo año consecutivo, y lo hacíamos con el mismo equipo de trabajo. Miguel Ángel, al frente de toda la coordinación del evento, merece un agradecimiento especial por su confianza y por facilitarnos tanta documentación sobre la prueba.

A las siete de la mañana del sábado 18 de octubre nos encontrábamos en la explanada del Monasterio de Leyre. La carpa ya estaba iluminada y había muchísima gente con los frontales encendidos. Algunos de los más de 250 voluntarios con los que cuenta esta carrera, tanto de la cuenca de Sangüesa como de otros lugares, ya salían hacia el monte para colocarse en sus puestos, ya que a muchos puntos del recorrido solo se puede acceder andando.

De esta carrera también hay que destacar, desde el inicio, que en la zona donde se instalan todos los servicios para los corredores y sus acompañantes, el resto del año no hay ni luz, ni agua, ni duchas. Sí los hay en la zona del Monasterio de Leyre, pero el centro neurálgico —donde se hace la entrega de dorsales, la salida, la llegada y la premiación— se ubica en la zona del parking. Por lo tanto, es un esfuerzo extra el que esta gente tiene que hacer para tener todos esos servicios disponibles durante la prueba.

Poco a poco fue amaneciendo, ya se veía la Sierra de Leyre y empezaban a llegar los primeros corredores a recoger el dorsal. Empezamos con humor con las voluntarias de la entrega, porque aquello parecía más un bingo que una entrega de dorsales. Que no nos falte el humor para estas cosicas, a pesar de lo temprano que era todavía.



Con todo ya preparado, junto a los compañeros del cronometraje y del audiovisual —que, por cierto, podéis ver vuestras llegadas en meta a través del siguiente enlace (AQUÍ)—, y con una mañana estupenda, nos arrancamos a dar los buenos días y la bienvenida a los corredores y familiares que se encontraban por la zona.

Los 400 participantes —cupo máximo— llenaron las inscripciones para ambas distancias. La larga, la mítica: 21 kilómetros con 1.400 metros de desnivel positivo. Un recorrido duro, exigente y técnico, pero en el que todo ese sufrimiento se compensa con las vistas: desde arriba se puede ver toda la cuenca de Sangüesa, el pantano de Yesa, el Paso del Oso —ese agujero natural en la roca que los que corristeis el recorrido largo veríais en la primera parte de la carrera—, la cruz del Castellar, la Foz de Arbayún, la cima del Arangoiti y unos paisajes y bosques de cuento.

También hubo participantes que se animaron con el recorrido más corto: 7 kilómetros y 600 metros de desnivel positivo, que es una pasada. Los primeros 2,5 kilómetros son de subida con 500 metros positivos, luego viene un poco de “llaneo” con sus toboganes, y se pierde todo el desnivel en una única bajada. Corta, pero intensa.

Mención aparte merece la bolsa del corredor. Este año contenía: vino, crema de calabaza, avena, productos variados, frutos secos, sudadera para chico o chica y un bote de miel casera hecha por la familia de Juan Miguéliz. Recibiendo esta bolsa, empieza bien el día de carrera.

Se iba acercando la hora de la salida —bueno, en realidad eran las 9:40—, pero ya se había abierto el corralito para que entraran los participantes. Esto me permitió acercarme más a ellos y conocer sus sensaciones antes de la salida, que se daría de manera conjunta a las 10:00.

En los momentos previos se vivieron actos protocolarios muy emotivos: Miguel Ángel dedicó unas palabras tanto a la carrera como al recuerdo de Juan Migueliz, que este año se cumplirán 10 años del fatídico accidente que le costó la vida en la montaña. A continuación, el grupo de dantzas Rocamador de Sangüesa nos deleitó con un precioso baile, y finalmente, el padre de Juan Migueliz cortó la cinta antes de darnos paso a nosotros para animar los últimos dos minutos previos a la salida.

Ya teníamos a todos los participantes por los senderos de la Sierra de Leyre y tocaba esperar a que los corredores del recorrido corto llegasen a meta, aproximadamente 45 minutos después. Mientras tanto, nos apoyamos en la página web de los cronometradores, donde podíamos seguir las clasificaciones en vivo en varios puntos de la carrera y así narrar lo que iba sucediendo por el monte.

Esos 45 minutos se pasaron volando, y así, en 43'29", se presentó Egoitz Zozaia, rebajando su propia marca como primer clasificado del recorrido corto y repitiendo triunfo, como ya hizo en 2024 en la primera edición de esta distancia. En chicas, una contentísima Guratz Azpiroz —que recuperó las sensaciones y, sobre todo, la sonrisa y el gusto por correr tras unos meses un poco bajos de moral— se llevó la victoria.

Entre entrevistas, cachondeo, bailoteo, fotos y vídeos, se nos pasó el tiempo mientras llegaban a meta todos los participantes, hasta que apareció el escoba que cerraba el recorrido corto. Esto aseguró que los corredores del largo y del corto no se mezclaran, y nos permitió preparar una gran llegada para el campeón de la 8.ª edición de la Juan Migueliz Leyre Trail: el triunfo recayó en el corredor de Huesca, Raúl Criado, líder indiscutible de la jornada, que durante parte de la carrera marchaba en tiempos de récord de la prueba. También cabe destacar que, gracias al patrocinador Leadernet, el bote acumulado para esta ocasión era de 2.400 €. Nada mal, aunque el récord sigue estando al alcance de muy pocos corredores. Lo que si que se llevó, además del trofeo, la txapela y el vino, otra novedad que había en forma de premio económico para el campeón y campeona de esta edición.

La campeona fue otra grandísima corredora guipuzcoana, Sarah Ugarte, quien, al igual que Criado, dominó la prueba de principio a fin, manteniéndose siempre en cabeza de carrera.

- CLASIFICACIÓN JUAN MIGUELIZ LEYRE TRAIL 2025 (AQUÍ)


Poco más de cuatro horas tardó el corredor menos rápido en cruzar la meta, acompañado de los escobas de la prueba. Éste se llevó una de las mayores ovaciones de la mañana, gracias a la inestimable colaboración de los participantes y familiares que se encontraban allí, a quienes les invitamos a acercarse a las vallas aunque llevaran en la mano un plato de migas o un vaso de vino, el “recovery” que la organización ofrece a corredores y familiares tras la carrera. Nosotros las probamos a última hora y estaba buenísimas.


Llegó la hora de los premios en el interior de la carpa y de los sorteos. Primero, los trofeos de las diferentes distancias y categorías. Seguido, premios para los voluntarios, entre los que se incluía un viaje a Marruecos, ni más ni menos. Después, el sorteo de un jamón entre quienes habíamos comprado boletos para la rifa. Para concluir, la foto de parte de la familia Juan Migueliz Leyre Trail: entre los que sirven las migas, los que recogen, los que desmarcan y los que hacen su labor y marchan, seguro que en esta foto no aparecen todos y todas, pero volvemos a insistir: más de 250 voluntarios, que se dice pronto.


Tras la despedida y la invitación a todo el mundo a participar en la 9.ª edición, que se celebrará en 2026, quedaba tarea para todos los presentes. La organización debía retirar todo, excepto la carpa enorme; nosotros también teníamos que guardar nuestra parte bien ordenada para el día siguiente y dejar aquello como si no hubiera pasado nada.

Aprovechando nuestro desplazamiento a una zona que nos gusta mucho y que tiene muchísimas cosas para ver y visitar, nos escapamos a las Termas del Pantano de Yesa. Cuando baja el nivel del pantano, aparece el antiguo pueblo de Tiermas y, con ello, agua caliente en un entorno natural precioso. Fue un ratito para disfrutar, relajarnos, visualizar todo lo que habíamos vivido y pensar en que al día siguiente nos esperaba otra bonita jornada deportiva, esta vez de asfalto, en la localidad de Andosilla. Un fin de semana completo.




viernes, 17 de octubre de 2025

CRÓNICA CARRERA RUTA VINO OLITE "DESDE EL MICRO"

Una de las carreras que nos ha visto crecer y una de las carreras que nosotros también hemos visto crecer.

El pasado sábado 11 de octubre, Olite celebró la VI edición de la Carrera Popular Ruta del Vino, y nosotros, como speaker oficial y gracias a nuestro amigo Alberto, estuvimos allí por quinto año consecutivo. Durante la cena posterior a la carrera, surgió el tema de cómo había llegado yo allí por primera vez, en 2021. Siempre hay que tener presente cómo fueron los inicios.

Jose Miguel Elizondo


Una carrera que, si bien a día de hoy cuenta con seis ediciones, los más veteranos y veteranas del lugar recordarán que durante varios años hubo aquí una prueba denominada “10 Millas” (16,093 km), la cual desapareció dando lugar a lo que hoy conocemos como la Carrera Popular Ruta del Vino.

Una carrera —ésta, la de Olite— que está marcada en el calendario de muchos participantes como el “inicio” de la segunda parte de la temporada. Ya estamos en octubre; ha pasado ese mes de transición, septiembre, que entre fiestas y fiesticas del verano —y ese “ponte ahí, estate quieta”— no terminamos de centrarnos con los entrenamientos y los objetivos.

De oca a oca y tiro porque me toca… o, mejor dicho, de carrera en carrera, vamos a pasarlo bien, a divertirnos y a aportar nuestro granito de arena al evento. Así nos presentamos en Olite la tarde del sábado, viajando desde la localidad vecina de Santacara, donde por la mañana habíamos estado locutando la Santacara Gladius Race, una carrera de obstáculos que reunió a más de 350 personas.

Con eso de haber repetido varias ediciones y tratándose de una carrera que cambia poco —o casi nada—, en cuanto llegamos a la Plaza de los Teobaldos empezamos a montar nuestro puesto de locución para ir adelantando trabajo. No tardaron en aparecer los amigos del grupo Corredores Populares de Olite y, entre todos, fuimos dando forma a la plaza: colocando vallas, arco, megafonía, etc.

Jose Miguel Elizondo

Jose Miguel Elizondo

A las 17:30 comenzamos con las carreras infantiles. Este año me sorprendió —o, por lo menos, me pareció— que hubo mucha más participación en estas categorías que en ediciones anteriores. Estas pruebas se desarrollan alrededor del Museo del Vino, lo que genera un ambiente magnífico en la plaza, ya que, al dar varias vueltas según la categoría, se puede ver —y, en mi caso, narrar— prácticamente toda la carrera.

Al finalizar las pruebas, y con la inestimable ayuda de los compañeros del CAD Tafalla, que siempre colaboran con el club vecino, ya teníamos las clasificaciones preparadas y nos dirigimos a la zona del pódium para entregar los premios a los txikis. Es algo ya habitual en esta prueba realizar la entrega de trofeos de las categorías infantiles antes de la prueba absoluta.

Miramos el reloj y vimos que teníamos el tiempo justo y necesario para hacer la previa de la carrera absoluta: dar las últimas informaciones, saludar a amigos, compañeros y gente nueva, y desearles a todos y todas una gran carrera. Algunos, más tardanillos, pasaron con la bolsa del corredor, que aprovechamos para echar un vistazo. Contenía vino, camiseta, caramelos de El Caserío y descuentos en bodegas y en Barquillos El Capotico. Muy completa, ¡claro que sí!

Jose Miguel Elizondo

Jose Miguel Elizondo

Teníamos ya en la línea de salida a más de 100 participantes, dispuestos a enfrentarse al mismo recorrido de ediciones anteriores. La salida transcurría por el casco antiguo de Olite, recorriendo varias calles y arcos medievales; luego, el cruce por el paso peatonal bajo las vías del tren para adentrarse en un tramo de caminos rurales, y el regreso por el mismo paso peatonal. La entrada se hacía por el Portal del Fenero y, subiendo la cuesta de Santa María, se llegaba de nuevo a la zona del Museo del VinoCinco kilómetros de lo más entretenidos.

Una carrera rápida de por sí, pero si además le sumamos el alto nivel de los participantes, se convierte en todavía más veloz. En un abrir y cerrar de ojos, y en apenas 16’31’’, Youseff Chelh cruzó la meta, seguido de una bonita entrada de la mano de Alberto Azparren y Héctor Iturria, quienes durante los primeros kilómetros sí que se dieron cera junto con algún otro corredor.

En categoría femenina, María Ángeles Suescun se llevó la victoria, por delante de Virginia Quellca y Nuria Elio.

Jose Miguel Elizondo

No dejamos de animar en ningún momento, y es que, con cuentagotas, iban entrando poco a poco todos los corredores hasta que cerró el escoba la carrera. Durante ese tiempo, un sinfín de sonrisas: entradas en familia, con compañeros de equipo, con amigos… ¡maravilloso! Todo quedó inmortalizado, además de por la Asociación Fotoberri, que siempre echa una mano con las fotografías, por una pareja a la que aprecio mucho por la cantidad de buenos momentos que me inmortalizan personalmente y que, en muchas carreras, a vosotros y vosotras también os dejan bonitos recuerdos y casi nunca aparecen ellos en las fotos: Jose Miguel Elizondo y Josetxo Imbuluzqueta.


Josetxo Imbuluzqueta

Las clasificaciones en esta carrera son rápidas y sencillas. Contamos con la ayuda de la Federación Navarra de Atletismo, así que en un momento ya tenía los tres primeros absolutos, tanto masculinos como femeninos, así como lo curioso —y que siempre destaco en esta prueba—: la clasificación por edad.

El pódium veteranos no se determina por el tiempo empleado, sino por la cantidad de años que se tiene el día de la prueba: a mayor edad, más alto se sube al cajón. Así ocurre para tres hombres y tres mujeres.

Justo antes de realizar este reconocimiento a los más rápidos de la tarde y a los más veteranos, repartimos una buena cantidad de sorteos, como vales de descuento, zapatilleros y camisetas, tanto de la carrera 2025 como del club Corredores Populares de Olite.

No quedaba tiempo para más. Despedimos el evento hasta el año que viene. Nos fuimos despidiendo de la gente que ya se marchaba o que iba a tomarse un trago, aprovechando que hacía muy buena tarde-noche. Nosotros, ya sin ninguna prisa, fuimos recogiendo todo.

Digo sin ninguna prisa por dos motivos: primero, porque llega un momento en que ya no me apetece ir rápido; mi día había arrancado a las 6:00 de la mañana, eran cerca de las 20:00 y no habíamos parado en todo el día. Y segundo, porque, como viene siendo habitual, ese día toca quedarse a cenar con los amigos y amigas de Corredores Populares de Olite, a quienes agradezco enormemente la invitación, que acepto gustosamente para compartir un buen rato de tertulia y gastronomía, creando grupo, creando familia, y aprovechando para realizar los primeros feedback de la prueba, así como para establecer la fecha de la edición de 2026.

Así que, una vez más, encantadísimo con la acogida y encantadísimo de poder vivir este gran evento deportivo “desde el micro”.



jueves, 16 de octubre de 2025

CRÓNICA SANTACARA GLADIUS RACE "DESDE EL MICRO"

Nueva carrera de obstáculos en Navarra, concretamente en Santacara, que por segundo año consecutivo acogió, el pasado sábado 11 de octubre, una exigente prueba de 5 kilómetros con 25 obstáculos naturales y artificiales. El objetivo, además de pasarlo bien, era divertirse, superarse y, por supuesto, conquistar la Torre de Santacara.

Un total de 350 participantes tomaron la salida en las diferentes tandas, y la jornada terminó con la gran novedad de 2025: la Gladius Kids, una carrera de obstáculos pensada para los más pequeños, en la que podían contar con la ayuda de algún adulto para superar algún que otro obstáculo.

Amaneciendo, nos presentamos en la Plaza Nueva de Santacara. A diferencia de otras ocasiones, en las que ya suele haber voluntarios, esta vez estaba solo. Eso sí, los obstáculos del combo final ya estaban preparados, así que fuimos montando nuestro equipo mientras llegaba el equipo de Gladiators Day, organizadores de esta II Santacara Gladius Race.

Otro de los más madrugadores —y eso que viene desde lejos— fue nuestro amigo y compañero Aitor Simón, fotógrafo que acompaña al equipo Gladiators y que está presente en numerosos eventos deportivos. Se pasó por allí para dejarnos unas bonitas e interesantes imágenes de la jornada que nos esperaba.


AITOR SIMÓN

 

Con todo preparado y los participantes retirando sus dorsales en los bajos del ayuntamiento —a escasos 50 metros de la zona donde estaban ubicadas la salida y la meta—, nos fuimos a dar una pequeña vuelta por el pueblo de Santacara. Aprovechamos para tomarnos un café en uno de los bares abiertos, donde coincidimos con varias caras conocidas. Siempre hace ilusión verlas, saludarlas y desearles suerte para superar todos y cada uno de los obstáculos.

A las 10:00 de la mañana dimos la salida a la tanda denominada Élite, la que abre el evento. En esta categoría, los participantes no pueden recibir ayuda y deben superar todos los obstáculos por sí mismos. Si en alguno se atascan o fallan, pueden intentarlo tantas veces como sea necesario; pero si, tras varios intentos, no logran pasarlo, se les corta la pulsera que llevan y quedan descalificados.

Esto solo ocurrió en la Gladius Race durante la primera tanda. En el resto, los participantes podían ayudarse entre sí, fallar y penalizar con burpees… o incluso escaquearse un poco por los laterales, jejeje. Lo importante, como siempre, era pasarlo bien, divertirse y, sobre todo, no lesionarse.

Cada 10 minutos fuimos lanzando el resto de tandas, siempre con su animación previa: calentamientos, tabatas, ejercicios en pareja, algún discurso… todo pensado para que la gente se llevase una gran experiencia superando muros, pozas, porteos de ruedas o sacos, ejercicios de suspensión típicos de la casa como el Pedro Luis, el Koalaro o el Bidasoa Red entre otros... un sin fin de pruebas hasta llegar nuevamente a la Plaza Nueva.

AITOR SIMÓN



AITOR SIMÓN


             
En un par de ocasiones tuvimos que detener la salida de las tandas. En una de ellas, porque nos avisaron de que se acercaba la cabeza de carrera masculina a los últimos obstáculos: cubos paleo, porteo de sacos, slam ball over wall, Bidasoa Red (rocódromo, koala descendente y koala ascendente) y, por último, el muro Gladiators.

Ambas tandas estuvieron emocionantes. En la masculina, Marko García llegó con unos metros de ventaja a los últimos cinco obstáculos respecto a Asier Valero, pero este último fue recortando distancias hasta salir del Bidasoa Red prácticamente en paralelo con Marko. Se la iban a jugar en el muro: subieron juntos, apoyaron en medio juntos, saltaron al suelo juntos… y se tiraron de cabeza juntos. ¡Brutaaaaaaaaaal! Yo no me la jugué a nombrar un ganador y le pasé la decisión a la organización. Final de photofinish. Impresionante.

Tras deliberar y revisar las imágenes de las cámaras, dieron la victoria a Asier Valero y la segunda plaza a Marko García. La tercera posición también estuvo muy disputada y se la llevó Jonh Henry Zapata, superando en el Bidasoa a Mikel Esteruelas y a Mikel Ursua.

Otro de los momentos en los que tuvimos que cortar la salida fue con la llegada de la categoría femenina. La emoción la puso Laura Izquierdo, quien apareció destacada en la plaza, pero se le atragantó el rocódromo del Bidasoa Red. Tras varios intentos, con la fatiga y la pérdida de tiempo que eso conlleva, se le acercó Sandra Fernández.

Laura consiguió superar el rocódromo, pero llegó al koala sin fuerzas, teniendo que parar en varias ocasiones, colgada de la cuerda en posición dorsal, para recuperar los antebrazos. Esto permitió a Sandra acercarse peligrosamente.

Finalmente, Laura superó el Bidasoa —no sin dificultades— y también subió la pirámide, esta vez sin problemas, convirtiéndose en la ganadora de la Santacara Gladius Race, seguida de Sandra, que debutaba en categoría élite. Cerró el podio Paloma Fernández, una habitual de estas carreras, quien también tuvo sus dificultades en el Bidasoa, intentándolo varias veces y teniendo que recuperarse entre intento e intento durante varios minutos hasta lograr superarlo. ¡Vaya constancia y ejemplo de superación!

Una vez en meta los participantes de la tanda élite, los diferentes batallones, parejas y grupos comenzaron a mezclarse. Aquí sí que era la gran fiesta de las OCR, de las carreras de obstáculos: risas, bailes, fotos… ¡y hasta una despedida de soltero! El propio futuro novio no sabía nada y se enteró a través de nosotros, justo cuando estaba en meta. Fui cómplice de su cuadrilla para darle la sorpresa.

Es un lujo compartir estos momentos con gente maravillosa, creando un ambiente sano, divertido y muy cordial. Y más aún cuando te vienen a saludar, quieren hacerse alguna foto contigo incluido en el grupo, te reconocen la labor y te sientes uno más de cada grupo que participa. Es una felicidad tremenda. Y soy un privilegiado en este aspecto.

JUAN TITAN
JUAN TITAN
  


Poquito más quedaba por vivir en Santacara. Entregamos unos premios chulísimos, personalizados con la Torre de Santacara, y despedimos el evento hasta una nueva edición. Primero agradecimos al Ayuntamiento de Santacara por abrir las puertas de su pueblo para celebrar la II Santacara Gladius Race; también a colaboradores, patrocinadores, voluntarios, voluntarias y participantes. Y, por último, nos despedimos agradeciendo personalmente, una vez más, a todos los que confían en Alex Remón Speaker para dinamizar el evento.

Lo único que nos quedaba por hacer en Santacara era desmontar toda nuestra megafonía. Recogerla ordenadita, porque en un par de horas tenía que estar montada nuevamente en Olite para la celebración de la Carrera Popular Ruta del Vino, que se celebró por la tarde del sábado 11 de octubre. Y, por supuesto, no podía faltar un pedazo de bocata en el bar Las Damas de Santacara… ¡todavía lo estoy viendo cómo se salía del plato por los dos lados! Nos vino perfecto para coger fuerzas para la tarde.


La victoria es para los que se preparan.

AMAT VICTORIA CURAM. 


martes, 14 de octubre de 2025

CRÓNICA CROSS PAREJAS ARDOI "DESDE EL MICRO"

Cross por Parejas del Ardoi, un cross con un valor diferencial, donde la principal característica y el atractivo de la prueba es realizar la salida, el recorrido y, por supuesto, la llegada junto a una pareja, ya sea mixta, masculina o femenina.

Desde el año pasado cabe la posibilidad de realizar la prueba también de manera individual, pero la apuesta sigue siendo clara: CROSS POR PAREJAS DEL ARDOICada oveja con su pareja. A ze parea, karakola eta barea.

Volvíamos tras la ausencia del año pasado, motivada por problemas de agenda y por nuestra maltrecha voz en esas fechas. Lo hacíamos con todas las ganas e ilusión de regresar a un lugar donde nos han tratado de maravilla desde la primera edición, y donde hemos visto cómo ha crecido y evolucionado la prueba.

Apenas 50 parejas en aquella primera edición, y en esta de 2025, 100 parejas (200 participantes), además de más de 80 corredores individuales. Junto con las competiciones de los txikis, consiguieron reunir en las cercanías del Módulo Patxi Morentin a unas 400 personas un viernes por la tarde.

DNrunning


Pues eso, tarde del viernes 10 de octubre, rumbo a Zizur Mayor para disfrutar de un gran evento deportivo.

A nuestra llegada al Espacio Sociodeportivo Patxi Morentin —un módulo cubierto donde se pueden practicar varias disciplinas de atletismo—, nos recibieron los primeros integrantes del Club Ardoi, que ya estaban allí preparando la entrega de dorsales y la bolsa del corredor.

Muchísimas caras conocidas dentro del Club Ardoi, a quienes en esta ocasión les tocaba, además de participar, preparar y organizar todo para el disfrute del resto de corredores.

Conocimos a Asier, un joven de Zizur con una de esas enfermedades consideradas “raras”, debido al reducido número de casos que existen a nivel nacional y mundial.

Junto a Asier estaban sus padres, familiares y amigos, que se encontraban montando el stand de la Asociación Síndrome de Marfan, una enfermedad genética que afecta al corazón, los ojos, los huesos y otros tejidos del cuerpo.

Organización
Organización


El Cross por Parejas del Ardoi siempre ha tenido un carácter solidario. Este año tocó ser solidarios y dar visibilidad al Síndrome de Marfan, apoyando y recaudando fondos para la investigación y para el acompañamiento de las familias afectadas.

La colaboración se realizó a través de un aporte económico de las inscripciones, la venta de boletos para la rifa final y el stand de la asociación, donde se ofrecía diferente merchandising.



Se acercaba la hora de empezar con las pruebas infantiles. Varias categorías con muchísima participación iban a correr por el parque a partir de las 17:30, y en las que no había clasificación final. Correr por el gusto de correr, valga la redundancia. Y eso no impidió que la participación fuera enorme.

Se fueron sucediendo las diferentes pruebas una tras otra, y es que había que ir rápido: teníamos 30 minutos para 6 categorías, que finalmente se redujeron a 4 carreras, juntando infantiles con cadetes y sin participación juvenil.

Buen ambiente, grandes carreras y diversión máxima, tanto para los participantes como para los familiares que animaban sin parar.

Dimos paso a la carrera absoluta. A las 18:00 en punto salimos. Hicimos alguna que otra broma sobre el tema de las parejas, para ver bien quién corría en pareja y quién de forma individual. Agradecimos al Club Ardoi su implicación en la organización y en dar visibilidad y apoyo a Asier y su Síndrome de Marfan, y, cómo no, agradecimos la presencia de casi 300 corredores, que iban a enfrentarse a los 6,3 kilómetros de recorrido, completamente por caminos y senderos entre los miradores de Ardoi y Gazólaz.

La cabeza de carrera no iba a tardar mucho en llegar. Les dábamos poco más de 20 minutos, ya que contábamos con el tiempo de referencia de unos 24 minutos del corredor más rápido en 2024, y el recorrido era el mismo que en la edición pasada.

Justo Sánchez

Orgaización

No nos fuimos mucho de hora, ya que la primera pareja en aparecer fueron Álvaro Alduán y Ayrton Azkue, que se llevaron la victoria en Parejas Masculinas con un tiempo de unos 23 minutos. En Parejas Mixtas el triunfo fue para Eider Delas y Aimar Urkizu, y en Parejas Femeninas se lo llevaron Elisa González y Marta Fernández. Como también se reconocía a los individuales, aquí ganaron Eneko Tohane e Irene Mendioroz. Al subir al podio, destacamos los premios que se llevaban, con productos como conservas, vino, vales de cenas/comidas y descuentos.

Lo pasamos muy bien durante toda la prueba. Insistimos en preguntar, además, cómo había sido la experiencia de correr en pareja, quién tiraba más de quién y cómo había surgido la elección de esa pareja.

Para ir cerrando el evento, desde la organización sorteamos primero los premios de la rifa, que sirvió para recaudar fondos para la Asociación Síndrome de Marfan. Los premios fueron una cesta de Carnicería Juan Carlos, un análisis de pisada en Podoactiva, una noche con desayuno en el Maisonnave y un tatuaje de Jabi Romo. Nada mal los sorteos.

Quedaba también recordar todos y cada uno de los sorteos que se habían realizado gracias a colaboradores y patrocinadores, y cerramos el evento subiendo al podio a los primeros participantes de cada categoría: Parejas Mixtas, Masculinas y Femeninas, e Individual Masculino y Femenino. Con esto pusimos punto y final y nos despedimos hasta el año que viene, que seguro, viendo la aceptación y el formato, seguirá creciendo esta carrera.



viernes, 3 de octubre de 2025

CRÓNICA DESAFÍO GLOBERO EL PUY "DESDE EL MICRO"

Se trata de una prueba diferente, única en Navarra por sus características. Es rápida y explosiva, corta pero intensa, a la vez divertida y animada. Mantiene un ambiente familiar y cercano, pensado tanto para globeros como para ciclistas más profesionales, y cuenta además con embajadores de lujo. La organización es impecable y ofrece sorteos muy atractivos, buena música, actividades para los más pequeños y premios en varias categorías, incluido el sorteo de una bicicleta. No te pierdas la crónica, porque quizá el próximo año seas tú quien esté subiendo las rampas del Puy.

El pasado sábado 27 de septiembre, por la tarde, volvimos a dar voz al Desafío Globero El Puy by La Bicicleta. Se trata de un reto que consiste en ascender hasta la Basílica del Puy, situada en lo alto de Estella, superando una rampa de 640 metros con 45 metros de desnivel positivo, una pendiente media del 8,4% y rampas máximas que alcanzan el 13,8%. En coche ya cuesta… ¡imagina en bicicleta!

Con todos los extras que trae la carrera para los más pequeños —hinchables, juegos, el concurso de diseño del maillot para la edición 2026—, además del food truck, también atractivo para los mayores, y la barra de bar, el evento resulta un plan completo para toda la familia. El entorno acompaña: un paraje bonito, con jardines y vistas. Tranquilidad no hay ese día, pero el resto del año seguro que sí. Por eso, mi familia quiso acompañarme nuevamente, y fue genial poder pasar la tarde allí rodeado de buen ambiente.


Llegamos pronto y ya conocíamos a mucha gente del año pasado. Mónica, Martín e Iñigo, sobre todo. Rápidamente hicimos amistad con otros muchos voluntarios y voluntarias, y, como en la primera edición, conté con el gran Jorge Ciordia DJ. Por un lado, amenizó la tarde con muy buena música y, por otro, me permitió utilizar su equipo para la locución, así que doblemente agradecido.

Apañamos algunos detalles de última hora con el encargado del cronometraje para dejarlo todo listo y bien organizado, y tener claro cómo se iba a desarrollar la cronoescalada. Al tratarse de la misma persona y la misma dinámica del año pasado, fue rápido ponernos al día. Con un par de pantallas mostrando los nombres y los tiempos, y una aplicación abierta en el móvil, teníamos toda la información al instante para poder transmitirla, contar en directo cómo iban cambiando las clasificaciones de cada categoría y señalar quiénes debían ocupar la “silla caliente” como líderes provisionales.

Tras unos minutos de previa, en los que apenas vimos a algunos participantes calentar —la mayoría se encontraba en la zona de salida mientras yo ocupaba la posición en meta—, se fueron acercando las 17:00 de la tarde. En ese momento, el crono de las pantallas que teníamos en meta comenzó a correr: era la señal de que el primer participante estaba afrontando ya las duras rampas de la Basílica del Puy. Rampas que, este año, recuperaban el trazado del que hoy conocemos como Gran Premio Miguel Induráin y que durante varios años fue final de esta prueba.




Durante 80 minutos, salidas cada minuto, estuvimos recibiendo participantes de distintas categorías: Junior, Máster 50, Máster 40, Féminas y Absoluto. Por la “silla caliente” fueron pasando varios corredores que iban mejorando los tiempos anteriores. También vivimos momentos curiosos: algunos subieron disfrazados, otros lo hicieron con bicicletas míticas de muchos años, e incluso hubo quien se atrevió a completar todo el recorrido a caballito. Entre las sorpresas apareció Batman, y el broche final lo pusieron los embajadores de lujo, ciclistas profesionales como Óscar Rodríguez (Ineos) y Sergio Samitier (Cofidis).


Una vez finalizada la prueba, y tras toda la diversión vivida en la zona de la basílica —con pequeñas entrevistas, piques entre participantes y momentos muy entretenidos—, llegó el turno de disfrutar de un ambiente más distendido, compartir impresiones y comenzar a preparar la entrega de premios.

Se inició con el sorteo de dos invitaciones para pruebas de ciclismo como el Gran Fondo de Albacete, el Desafío Lagos de Covadonga, La Indurain y La Purito. A continuación, se repartieron productos deportivos de la marca Spiuk, como cascos, maillots, mallas, calcetines y un maillot del equipo Cofidis. Todo esto se ofreció únicamente por el hecho de inscribirse en la prueba.

A continuación, se entregaron los premios. El primero fue para la subida más elegante, motivo por el cual en esta ocasión no faltaron los disfraces. Después, se otorgó el premio a la mejor grupeta, ya que apuntarse por equipos también suma puntos. Finalmente, se repartieron los premios por categorías: júnior, máster 40, máster 50, féminas y absoluta.




Y, para cerrar la entrega de premios, quedaba por conocer el número agraciado con una bicicleta Alma Orbea, que se podía conseguir a través de la compra de boletos. Durante toda la tarde, unas azafatas encantadoras se encargaron de venderlos, dando la oportunidad a quienes no habíamos participado en la prueba, pero sí estábamos presentes, de poder llevarnos el premio. No fue mi caso, una lástima… porque me habría venido de maravilla.

Tocaba poner punto y final a la tarde, aunque ya preveíamos que se alargaría. De hecho, en casa mi familia y yo lo teníamos más que hablado. Era momento de charlar y disfrutar con la familia de Desafío Globero. Para mi sorpresa, el gran maestro Juan Mari Guajardo, la voz del ciclismo, también estaba allí, y esta vez con los papeles intercambiados: yo trabajando y él disfrutando. Anda que no nos habremos visto veces en la situación contraria.


Y, para rematar la jornada, nada mejor que un food truck con unas pedazo de hamburguesas que nos zampamos todos. Mis hijos ya llevaban pensando en ellas desde el día que les confirmé que repetiríamos en Desafío Globero, así que no podía estar más contento: por ellos, porque me acompañen y porque este evento también sea para ellos una motivación.

Un día de lo más entretenido: por la mañana habíamos estado locutando en Peralta el Azkotrail y, por la tarde, en el Desafío Globero El Puy. Solo faltaba despedirnos de la organización y de las personas que aún permanecían allí, y quedar para reencontrarnos en próximos eventos, con los que seguro volveremos a coincidir más pronto que tarde.