¡Viva el trail en la Ribera! No puedo olvidarme de esta frase de un caparrosaino que sabe bien lo que es ganar varias pruebas de ultra a nivel nacional y proclamarse campeón de la Copa de España de Ultras allá por 2015. Así que, cada vez que voy a Caparroso y toca Peña Roya Trail, me viene él a la cabeza. “El Flaco”, le llaman, por si os suena… ¡jajaja!
Pues eso, que tocó visitar Caparroso y su Trail Peña Roya el pasado domingo, 26 de octubre, en su décima edición. Además, fue el Campeonato Navarro Individual de Trail, impulsado por la Federación Navarra de Atletismo, aunque con muy poquita participación en este apartado. En el evento general no faltó ambiente, ya que fueron más de 250 personas las que se animaron a ponerse un dorsal, ya fuera en la carrera no competitiva de 3 kilómetros, en el recorrido de 8 km o en el de 17 km, que se podía realizar tanto corriendo como en marcha.
Un trail, el de Caparroso, que año tras año sigue adelante y que ya cuenta con diez ediciones. Han cambiado el recorrido, las distancias, la fecha… absolutamente todo, y aun así ahí se mantiene, edición tras edición, como una de las citas destacadas del calendario de carreras populares de Navarra. Con una buena bolsa del corredor, premios económicos, grandes sorteos después de la carrera y, además, este año como novedad, una comida de hermanamiento para participantes y familiares, que pude disfrutar tras el evento.
Tan temprano aparecí el domingo por Caparroso, que el propio organizador me preguntó si había cambiado la hora del reloj... ¡jajaja! Pues sí, sí que la había cambiado, pero como ya me conozco esto, prefiero llegar con tiempo al evento. Y si luego sobra un rato para echar un cafetico o algo antes de empezar a locutar, mucho mejor.
A las 9:30 salió la marcha, con unas 100 personas dispuestas a recorrer los 17 kilómetros y superar los 440 metros de desnivel positivo, realizando el mismo trazado que la prueba de carrera. La salida tuvo lugar en la plaza de Caparroso, para subir en el primer kilómetro hasta la zona del Cristo, por la cuesta de las Cruces. A continuación, una segunda subida dejando a la derecha las antenas de Peña Roya, y después, un tramo de camino rural entre campos y viñedos hasta llegar a los Acantilados del Aragón: un paseo a orillas del río Aragón, con toda la peña a la derecha.
En el kilómetro 10,5 esperaba una subida potente: un canal entre dos montes conocido como la “Cuesta de las Calaveras”, donde, por cierto, estaban bien colocadicas.
Después de esa subida, el recorrido continuaba con una aproximación hasta las antenas de Peña Roya, para descender primero por un sembrado, campo a través, y luego por una senda preciosa —la de los pastores—, con vistas a todo el paisaje bardenero. Tras perder todo el desnivel, tocaba volver a subir hasta la zona del Cristo, aunque esta vez por un sendero más recto y vertical, antes de bajar al pueblo y entrar en meta por la zona de la Cabrería.
Esta descripción, además de a Jose Mari, quien me ayudó en esta carrera a tener mucha información, se lo debo a Cristina, quien me acompañó hace un par de semanas a realizar el recorrido en uno de mis entrenamientos.
Esa prueba no competitiva contó con bastante participación, así que no tuvimos mucho tiempo de espera, ya que esos tres kilómetros se completaron muy rápido. Dos chavalines —uno local y otro de Cascante— nos dejaron un bonito recuerdo al entrar juntos en meta, de la mano.
Casi sin darnos cuenta, me avisaron de que el primer corredor de la prueba corta ya estaba bajando por la Cabrería. Quedaba menos de un kilómetro para meta, así que tocaba empezar a calentar para recibir a los participantes. Andoni Acevedo, vencedor en las dos últimas ediciones, repitió triunfo. Lo mismo hizo Guratz Azpiroz, revalidando la victoria conseguida en 2024.
Al igual que me pasó con la carrera corta, mientras estaba en meta con las llegadas, entrevistas y animación, me avisaron de que el primero de la larga ya estaba bajando del Cristo hacia la Cabrería. Así que tocaba darle otro puntito más de energía para recibir al campeón de esta décima edición. En este caso, la victoria fue para Eduardo Esteban, y en categoría femenina repitió triunfo Claudia Iturbide.
Por otro lado, también estaba en juego el Campeonato Navarro Individual de Trail, impulsado por la Federación Navarra de Atletismo, donde —sin quitar ningún mérito a los ganadores, que tienen un gran nivel— Aitor Etxeberría y Virginia Quelca, la participación de atletas federados fue muy escasa.
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La entrega de premios, al igual que el año anterior, se realizó en el interior de un camión de uno de los muchos patrocinadores y colaboradores con los que cuenta esta prueba. Pocas veces nos toca dar premios en un escenario tan bonito y tan grande como el de un tráiler enorme.
Para ir poniendo punto y final a la jornada, solo faltaba sortear varios premios entre los participantes que aún se encontraban en la zona de la plaza. Y, para rematar la mañana, en la sociedad disfrutamos de una espectacular paella, donde compartí mesa con varios voluntarios y voluntarias. El buen ambiente, el buen rollo, las anécdotas de la jornada y las nuevas ideas para el año que viene salieron a relucir en ese mismo instante.
Agradezco personalmente a Jose Mari toda la confianza depositada en mí para este evento. Y, como suelo compartir mis imágenes personales de los eventos a los que acudo en mi página de Facebook, quiero dar las gracias a Jose Miguel Elizondo y a Elena Galindo por el pedazo de book que me ha quedado de recuerdo del Peña Roya Trail 2025, así como si ha habido algún otro fotógrafo o fotógrafa que estuvo sacando fotos para la organización. ¡Gracias!
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