viernes, 5 de septiembre de 2025

CRÓNICA MEANDROS DEL EBRO BRIÑAS "DESDE EL MICRO"

Briñas, localidad riojana situada entre la Sierra del Toloño y la margen izquierda del río Ebro, a 5 kilómetros de Haro, la capital del Rioja, y con 187 habitantes según el INE en 2024, destaca por el encanto de sus calles, su Plaza Mayor, su gente y, además, por contar desde hace cinco ediciones con una bonita carrera popular: la Carrera Meandros del Ebro

El pasado domingo, 31 de agosto, se celebró en la localidad riojana de Briñas una nueva edición de su carrera popular. El recorrido, totalmente renovado debido a un desprendimiento ocurrido a principios de año en el puente de Briñas, mantuvo la esencia de correr junto al meandro que el río Ebro dibuja a su paso por la localidad. Como telón de fondo, la Sierra del Toloño ofreció unas vistas espectaculares mientras los participantes disfrutaban de la carrera entre viñedos.

Desde este rinconcito que es mi blog personal, quiero dar las gracias al Ayuntamiento de Briñas, con Silvia como alcaldesa, y a Tryners Haro, colaboradores de la prueba, con Luisito también al mando, por su confianza y por permitirme vivir esta carrera tan familiar “desde el micro”.


Días antes, ya se había anunciado el cierre de inscripciones. Y es que, en esta 5ª edición, se alcanzaron los 150 participantes, el cupo máximo que la organización quiere mantener, priorizando así el buen servicio al corredor.

Desde nuestra llegada a Briñas notamos que íbamos a sentirnos muy arropados en este lugar. Nada más aparecer, varios voluntarios y voluntarias se ofrecieron a ayudarnos con el montaje de nuestro espacio como speaker. No íbamos a rechazar esa ayuda, y gracias a todos, el montaje resultó mucho más rápido.

El escenario donde se iban a repartir los premios ya estaba repleto de obsequios. Y es que, además de los detalles para los tres primeros clasificados, tanto en categoría masculina como femenina, había más de 30 o 40 sorteazos para los participantes: estuches de vino, material deportivo, cenas y comidas, estancias en hostales y hoteles de la localidad… ¡Una auténtica pasada! Yo mismo estoy pensando en apuntarme el año que viene solo por tener un dorsal para los sorteos, no os digo más.

Pronto empezaron a llegar los participantes para retirar su dorsal, y con ello también muchas caras conocidas. La mayoría, lógicamente, procedentes de La Rioja, pero también del País Vasco y de Navarra. Así que, una vez más, íbamos a sentirnos como en casa.

La Plaza Mayor de Briñas se iba llenando poco a poco, mientras la mesa de entrega de dorsales se iba despejando. Los voluntarios, vestidos con sus petos amarillos, se preparaban para cubrir los cruces de los caminos y atender los puntos de avituallamiento de la carrera. Allí conocí a dos personas que se encargarían de las clasificaciones, con quienes me coordiné para tener todo controlado en esa parte.

Intensificamos la animación en los últimos cinco minutos previos a la salida, y aprovechamos para agradecer a todos los participantes su presencia, así como a los organizadores y colaboradores. Se respiraba un gran ambiente en esos minutos previos, y el nivel en la línea de salida era muy bueno..

Dimos la salida. 8,6 kilómetros por delante, combinando asfalto, pistas, algún sendero y un par de subidas que, sumadas a los toboganes propios del terreno, acumulaban unos 100 metros de desnivel positivo. Para ciertos corredores, esto no supondría gran dificultad, y se preveía una carrera rápida, con los primeros clasificados llegando a meta en menos de 30 minutos.

Repitieron triunfo los ganadores de la edición anterior: Imanol Larrañaga y Cynthia Serrano en sus respectivas categorías.

A la llegada a meta, a todos los participantes les esperaba un detalle por parte de la organización: una bolsa de tela reutilizable que contenía diversos obsequios. Además, en la mesa de avituallamiento de meta había, entre otras cosas, un bollo preñao, típico de La Rioja, que no dudamos en probar una vez terminamos de animar a todos y cada uno de los corredores que cruzaron el arco de meta.





Dimos tiempo para que los participantes se ducharan en el frontón de Briñas y, tras la entrega de premios a los más rápidos de la mañana, pasamos a uno de los grandes momentos de la jornada: los sorteos que, un año más, habían preparado en esta carrera. Ya hemos comentado que fueron muchísimos y de muy buena calidad, gracias a los patrocinadores y colaboradores de esta carrera popular.

Fue una gran mañana deportiva la que pudimos vivir, y la alargamos un poquito quedándonos a comer en uno de los bares de la misma plaza. Aprovechando que la Vuelta Ciclista a España se disputaba íntegramente ese día en territorio riojano, con salida en Alfaro y llegada en Valdezcaray, me acerqué a la localidad de Ezcaray para ver pasar la vuelta. De paso, visité a unos compañeros de micro que estaban trabajando como speakers, y disfruté de la feria, los stands y la pantalla gigante que se montó en Ezcaray con motivo de la disputa de la 9ª etapa.

Briñas, fue un placer conocerte. Si todo va bien, como nos anunció nuestro amigo Luisito, el año que viene, el último domingo de agosto, día 30, nos volveremos a ver y se retomará el recorrido anterior. Mientras tanto, ¡nos vemos en otras carreras!


                                                         

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