Durante el verano se celebran numerosas carreras de atletismo popular, muchas de ellas vinculadas a las fiestas patronales y programadas en los días previos a su inicio. Algunas incluso aprovechan el recorrido del encierro para darle un ambiente especial a la prueba y anticipar la fiesta. Este es el caso de la Carrera del Encierro de Cascante.
El pasado viernes, 29 de agosto, se celebró en la localidad ribera una nueva edición de esta tradicional carrera. Con once ediciones ya a sus espaldas, se ha consolidado como una cita imprescindible que llena de ambiente la tarde previa al lanzamiento del cohete anunciador de las fiestas.
La carrera comenzaba a las 20:30 con las categorías infantiles, pero antes ya se vivía ambiente festivo en la Plaza de los Fueros de Cascante, lugar donde se realizaban las inscripciones. Allí tuvo lugar también un emotivo acto: la imposición del pañuelico de fiestas a los nacidos en el último año. Nosotros, tras ese momento y aprovechando que la plaza estaba repleta de gente, utilizamos la misma megafonía para amenizar la previa de la carrera, antes de dirigirnos hacia la zona de meta, junto a la Plaza de Toros.
Apuramos hasta el último momento antes de dejar paso a los organizadores para dar la salida a la primera de las carreras, y nos dirigimos a toda prisa hacia la meta. Vaya calentón el que nos pegamos, porque desde la Plaza de los Fueros hasta la Plaza de Toros/Skate había 360 metros… ¡y con cuesta incluida! Un recorrido exigente, sin duda, el de esta carrera.
Al principio pensaba que el ambiente estaría concentrado en la Plaza de los Fueros, pero pronto me di cuenta de que no era así: había animación en todo el recorrido. En la plaza quedaba todavía mucha gente, las terrazas de los bares por donde pasaba la carrera estaban llenas y, al llegar a la meta, entre quienes esperaban ya en lo alto y los que se iban acercando poco a poco, se creó un ambiente espectacular que arropó toda la carrera.
Con todo preparado, y en comunicación directa con la zona de salida gracias a los voluntarios y voluntarias, nos dispusimos a animar el ambiente en las diferentes llegadas a meta, comenzando con las categorías infantiles de benjamín y alevín.
Como curiosidad de este evento deportivo —y algo que ya nos habían adelantado—, mientras se disputan las diferentes carreras, cuatro toricos enormes de ruedas corren también junto a los participantes, lo que le da todavía un carácter más auténtico de carrera del encierro.
Máxima expectación para la prueba absoluta. Tras un pequeño parón, a las 21:15 en punto se dio la salida de esta carrera de 990 metros, desde La Misericordia hasta la zona de la Plaza de Toros/Skate. Mientras tanto, entre música y preguntas al público, aprovechamos para ganarnos su complicidad y sumarles a la animación.
Vimos de lejos la bicicleta que abría la carrera y nos sorprendió el tiempo que llevaba. Existía la posibilidad de batir el récord masculino, así que nos esforzamos al máximo para animar al primer participante que apareció en los metros finales. Se trataba de un conocido de Calahorra, Nani Abdezarrak, quien ya se impuso en la Carrera del Encierro de Estella el pasado mes de julio y que podía rebajar la marca establecida en 2023.
Cruzó la meta y, al mirar el tiempo, dimos por bueno el récord de la prueba, a falta de confirmación oficial por parte de los jueces. Un ritmo estratosférico para los casi mil metros de carrera, y además con la dificultad añadida del desnivel del recorrido. La nueva marca quedó en 2:40.
Con toda la emoción por las nubes tras lo vivido y viendo entrar también a la categoría infantil junto a los mayores, dimos paso a las carreras de los más pequeños para poner punto final a la parte deportiva. Son esas carreras que realmente nos emocionan: apenas 100 metros llenos de ilusión, ganas y sprints en los que cada participante lo da todo por cruzar el arco de meta.
Todos los participantes recibieron un detalle por parte de la organización al cruzar la meta. Para los más pequeños hubo agua y chuches, mientras que los mayores recibieron dos regalos muy prácticos para usar durante las fiestas: una mochila y un abanico.
Solo nos quedaba entregar los premios a los más rápidos de la tarde en cada categoría. Otra de las novedades de esta edición fue la entrega de un vale para cenar en un establecimiento de Cascante al equipo más rápido, formado por cuatro personas.
Aprovechando la buena noche y el gran ambiente pre-festivo, alargamos un poco más nuestra estancia en Cascante, quedándonos con la organización a tomar un trago, compartir impresiones sobre la carrera y, sobre todo, desear unas felices fiestas a todos los cascantinos, cascantinas y a quienes visitan la localidad durante estos días.
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